La historia del SEAT León ha sido una historia de éxito absoluto desde el primer día, al menos en España. El compacto siempre estuvo entre los más vendidos año tras año y generación tras generación. Todos tenemos algún familiar o conocido que lo haya tenido en el garaje y, si no, es que hemos sido nosotros mismos. Sin embargo, con el auge de los SUV el León quedó desplazado y cedió su plaza a otros modelos más recientes como los Arona y Ateca. Ahora lo volvemos a probar en una nueva versión que podría ser la más interesante y que parte de 26.810 euros.
Hemos viajado a Barcelona para tener una pequeña toma de contacto con el SEAT León con el motor 1.5 TSI de 130 CV. Responde a una reestructuración en la gama del compacto que sirve para distanciarse un poco del Cupra León de 150 CV. El motor de cuatro cilindros pierde 20 CV y queda más cercano al 1.0 TSI de tres cilindros con sus 110 CV, pero aún así parece ser una versión en la que impera la lógica. Junto a este cambio, también vemos novedades en su equipamiento. Este motor está disponible con los acabados Style y FR, que son históricamente los más demandados.
Exterior
A nivel estético la verdad es que hay pocas novedades en el frente. Estamos con la que es la cuarta generación del SEAT León y mi compañero Luis ya hizo una prueba a fondo en la que hablaba en detalle de sus novedades estéticas. La verdad es que la firma de Martorell buscó gustar a todo el mundo con un lenguaje de diseño un poco más neutro y maduro y la fórmula le funcionó. Se ve a través de un frontal que prioriza la parrilla hexagonal, con entramado de malla en este FR, y los nuevos faros LED con una firma lumínica muy SEAT.
Los paragolpes mantienen el atractivo que ya tenían y algunas molduras pueden ir en contraste en función del paquete que se elija. Lo mismo ocurre con las llantas, con tres opciones disponibles desde las 17 pulgadas. Aunque probablemente lo más llamativo del León siga siendo su zaga. Principalmente por el spoiler de techo y por los pilotos traseros LED que quedan unidos por el centro para formar una firma lumínica muy reconocible. En la parte inferior hay una especie de difusor con unas salidas de escape simuladas en acabado cromado.
El SEAT León está disponible con las dos carrocerías habituales, la de cinco puertas y la familiar Sportstourer. En nuestro caso, pusimos a prueba a la compacta, que corresponde al segmento C gracias a unas dimensiones de 4.368 mm de largo, 1.799 mm de ancho y 1.456 mm de alto (1.442 mm en el acabado FR). La distancia entre ejes es de 2.686 mm, manteniéndose sin cambios en los últimos años.
Interior
El interior del SEAT León es el perfecto ejemplo de evolución inteligente. Ha mejorado mucho en su diseño, que es más minimalista y elegante. Destaca por las superficies lisas en la zona de los aireadores y por una nueva iluminación ambiental que incluso, en las puertas, nos indica de que algo se aproxima en el ángulo muerto. La calidad ha mejorado ligeramente y vemos detalles de buen gusto como la tapicería de este acabado FR o la moldura que cruza el salpicadero. Sigue habiendo mayoría de plásticos, pero el tacto no es desagradable y tampoco se abusa del Piano Black.
La tecnología viene de la mano de una pantalla táctil principal que parte de las 8,25 pulgadas en el Style y llega a las 10 pulgadas en el FR. Es una pantalla con unos gráficos muy buenos y una rapidez de respuesta envidiable. Sin embargo, cuesta un poco hacerse a sus menús, requiere de cierto periodo de aprendizaje para dominar todas las funcionalidades. Y ahora también integra los controles de la climatización, así que requerirá demasiada atención por parte del conductor. Por suerte, mejora el control por voz y la conectividad es completa con Apple CarPlay y Android Auto.
La segunda pantalla del SEAT León no es otra que la instrumentación de 10,25 pulgadas, el Digital Cockpit, que permite ver toda la información que queramos. Se personaliza y controla a través del volante multifunción, que en el caso del FR tiene un aspecto y tacto más deportivo. El minimalismo también pasa por tener esa consola central tan despejada y que puede tener la Connectivity Box para cargar el smartphone mediante inducción. También se liberan ciertos espacios para tener un mayor número de huecos portaobjetos.
El espacio a bordo del SEAT León es bueno en términos generales. Las plazas delanteras cumplen con creces y las traseras no se quedan demasiado atrás. En la segunda fila vemos que los asientos laterales tienen un generoso espacio para las piernas y uno correcto para la cabeza. Peca en términos de anchura, sobre todo en esa plaza central que carece de forma y que hace más complicado que viajen cinco adultos a bordo del compacto.
Maletero
El maletero del SEAT León ofrece 380 litros en la carrocería de cinco puertas, una cifra correcta y dentro de la media del segmento. También hay que destacar que esa cantidad baja en la versión TGI (300 litros), y en el e-Hybrid (270 litros). Quien necesite más maletero siempre podrá optar por el familiar Sportstourer, que llega hasta unos sorprendentes 620 litros de capacidad.
Sin embargo, el maletero del León tiene otras bondades como sus formas rectas y aprovechables, a lo que hay que sumar iluminación y ganchos para fijar la carga. También aparece una bandeja para poner el piso a dos alturas y, opcionalmente, una rueda de repuesto de emergencia. En el caso de necesitar todas su capacidad basta con abatir los asientos traseros en dos partes (60:40) para llegar a 1.301 litros de capacidad.
Motor
Cuando hablamos de la gama mecánica del SEAT León, la verdad es que todo el protagonismo se iba a las nuevas versiones electrificadas. No es para menos, pues las etiquetas ECO y CERO son las más codiciadas en los tiempos que corren y el León tiene para elegir. Con la primera está el e-TSI, Mild Hybrid de 110 CV, mientras que con la segunda aparece el e-Hybrid híbrido enchufable de 204 CV. Incluso se mantiene la versión TGI que se mueve con GNC y también es ECO. Por no hablar de variantes de combustión más tradicionales.
Entre los diésel aparece el 2.0 TDI de cuatro cilindros con dos niveles de potencia: 115 y 150 CV. Permitiendo escoger entre cambio manual de seis velocidades o automático DSG de siete relaciones. En la gasolina, el 1.0 TSI de tres cilindros y 110 CV pone el acceso a la gama, mientras que luego tenemos la novedad que hemos venido a probar. El 1.5 TSI de cuatro cilindros con desactivación de cilindros pasa de tener 150 a unos nada despreciables 130 CV para mostrarse más equilibrado en el SEAT León.
Comportamiento
Cuando nos ponemos al volante del SEAT León 1.5 TSI de 130 CV lo cierto es que apenas notamos diferencias respecto a la anterior versión de 150 CV. Es una cifra más que correcta para un uso diario y se refuerza gracias a que los 200 Nm de par máximos están disponibles entre las 1.400 y las 4.000 rpm. Como decíamos, es bastante agradable su respuesta y permite hacer adelantamientos o incorporaciones con cierta soltura.
Un detalle es que solamente está disponible con la caja de cambios manual de seis velocidades, pues la demanda de automáticos en este tipo de vehículo todavía es baja. No es una mala noticia, pues tiene un tacto muy correcto y los recorridos son precisos, aunque también puede limitar a alguien que quiera un automático (de tendría que ir al 1.0 TSI). Eso le permite también que los consumos se mantengan en buenos niveles.
Aunque fue una toma de contacto breve y no podemos sacar conclusiones, parece que este SEAT León se moverá en torno a los 6,5 litros, más o menos en la media. Y todo con unas prestaciones que, como decíamos, son suficientes para el día a día. Con el 1.5 TSI de 130 CV, el compacto acelera de 0 a 100 km/h en 9,4 segundos y tiene una velocidad máxima de 208 km/h. Considerablemente más rápido que el tres cilindros y también bastante más refinado, pues este bloque apenas emite ruidos ni vibraciones.
Eso nos deja con un confort en marcha bastante alto. No solo por la insonorización y esa ausencia de ruidos, también por la calidad de rodadura que nos ofrece este SEAT León. La puesta a punto del chasis está muy trabajada, siempre hemos dicho que este ejemplar es de los más completos del segmento. El tacto de la dirección es bueno, a pesar de su nivel elevado de asistencia, y se muestra realmente ágil en esta versión que tiene un peso de 1.316 kg. En los electrificados esa cifra cambia y sale perdiendo en este aspecto.
Además, el SEAT León 1.5 TSI de 130 CV puede recibir el Control Dinámico de Chasis (DCC) opcionalmente o en el paquete superior, con lo que gana enteros por su precisión. Ese sistema lo que hace es incorporar amortiguadores adaptativos en hasta 15 posiciones para adaptar su comportamiento. Con ello es más fácil sacar su parte más dinámica en carreteras secundarias, pero también la más confortable en ciudad. Y para adaptarlo tenemos los cuatro modos de conducción habituales en la marca, que no son otros que Eco, Normal Sport, e Individual.
Opinión coches.com
Optimizando, que es gerundio, debió pensar SEAT. Han optado por simplificar mucho su gama para que el cliente no tenga que liarse la manta a la cabeza y el León 1.5 TSI 130 CV es una opción muy inteligente. La mayoría de compradores (el 28 %) de compactos optan por ese nivel de potencia, mientras que el 85 % de los que pedían el León lo hacía con uno de los dos acabados que han dejado. Es el equilibrio hecho coche, probablemente nadie dé tanto por su precio.
Porque los 26.810 euros del 1.5 TSI 130 CV en acabado Style son una tarifa más que correcta para un vehículo tan completo de motor y de equipamiento. Y para quien quiera esa mecánica con acabado FR, la tarifa ascenderá hasta los 28.590 euros. Llamativo que se siga manteniendo por debajo de la barrera de los 30.000 euros según están los precios actualmente y viendo las tarifas de un «hermano mellizo» como es el Volkswagen Golf.
En todo caso, siempre se pueden encontrar mejores ofertas en coches.com, el lugar donde desatar tu movilidad también con otros servicios. Les servirá a aquellos interesados en financiar este SEAT León o adquirirlo en la modalidad de renting.
- Tecnología actualizada
- Comportamiento equilibrado
- Relación calidad/precio
- Diseño que se mantiene
- Demasiadas funciones en la pantalla
- Sin opción a cambio automático
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