El mercado español está virando en los últimos años de manera muy notoria hacia los SUV y los motores híbridos. De ahí que el Renault Austral sea muy importante para la marca gala. Si solamente buscas conseguir la etiqueta ECO lo ofrece microhíbrido, más barato pero menos potente y gasta más que la versión híbrida no enchufable que probamos a fondo hace unas semanas.
Es un coche que me convención mucho. Dinámicamente es de lo mejor del segmento de los SUV compactos, si bien la unidad que probamos contaba con el sistema 4Control de eje trasero direccional, que va ligado a la suspensión multibrazo detrás… y de serie se ofrece una barra de torsión detrás, más sencilla y barata. Gasta poco, los acabados interiores son buenos y la tecnología de conectividad es, si no la mejor (puede que no seas muy de Google) de las mejores.
¿Qué no me convenció? Pues detalles del interior, como la visibilidad trasera o la amalgama de mandos tras el volante. Podría mejorar en viajes en autovía el confort, reduciendo ese ruido aerodinámico que llega de manera notable al habitáculo. Y a veces notas el funcionamiento de su peculiar sistema híbrido (como cuándo se acopla un motor u otro, no tiene caja de cambios al uso), algo que seguramente se refinará con el tiempo
El precio no es bajo. Por la unidad que probamos, con el acabado iconic más alto y el paquete sprit Alpine pedían 43.600 € en el momento de realizar la prueba. Con el alza de precios en el último bienio y si lo comparamos con los rivales con mayor equipamiento, no es un precio descabellado y el Qashqai, realizado sobre la misma plataforma, está en unos precios cercanos. Lo malo, que se trata ya de tarifas que hacen que pienses en un SUV híbrido enchufable. En función de cómo uses el coche en tus desplazamientos cotidianos y de si puedes cargarlo en casa –mucho más barato–, puede que te interese más que un SUV híbrido de precio alto.
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