¿Cuál es la marca de coches más fiable del mercado? Hay multitud de estudios al respecto, índices de fiabilidad de vehículos elaborados periódicamente por clubes automovilísticos como el ADAC, por organizaciones de consumidores como la OCU en España o consultoras como JDM en los Estados Unidos.
Aunque bien es cierto que hay tecnologías usadas en vehículos más probadas que otras, no cabe duda de que, el coche más fiable puede convertirse en el menos fiable del mundo si no se lleva a cabo un buen mantenimiento. No sólo para aumentar su vida, sino para ahorrar dinero en futuras averías… que no ocurrirán con un buen mantenimiento
Conocimiento
Lee atentamente el libro de mantenimiento del coche. Hay mucha información obvia y que ya conocerás, pero también incluye consejos específicos importantes. Por no leerlo, hay gente con todoterrenos de propulsión trasera que ha destruido su transmisión. No sabían que la tracción total se conecta a mano y maniobrar con ella conectada en carretera destruye la transmisión. ¿Es por eso un coche menos fiable? No, es un coche con el que no se ha tenido cuidado.
Orden
No estires los cambios de aceite, mejor acórtalos. Por eso es importante saber exactamente cuándo hacerlos, así que apúntalo todo y ten tus notas organizadas (en una agenda, libreta o en el ordenador, como más fácil y cómodo te resulte). Pero no todo es el aceite. El mantenimiento habitual que marca el libro de mantenimiento del coche te indicará cuándo cambiar el filtro de aceite, el de aire, el de frenos, etc. Lee y apunta todo.
Arranque en frío
El desgaste de un motor en frío es hasta diez veces superior que en caliente. Hasta que el aceite no alcanza los 80-90 grados de temperatura no lubrica correctamente y las primeras vueltas de motor las da casi sin lubricante, por eso nunca hay que acelerar en frío. Puedes leer más traqnuilamnete otros consejos para arrancar tu coche en frío.
Suavidad
Ni muchas ni pocas revoluciones. Ni llegar a la zona roja del cuenta revoluciones ni llevar el motor en marchas altas a 1.000 rpm y con el acelerador a fondo (esto ni se te ocurra en un turbodiésel). Cambiar en el régimen de par máximo (viene indicado en el libro, recuerda), ya que es el régimen de mejor relación rendimiento/consumo. Sé suave sobre todo al arrancar, ya que puedes castigar el embrague. Suéltalo con suavidad y con el motor poco acelerado. Pisa a fondo solo con el embrague suelto, pues «tirar» de embrague acabará dañándolo.
Malos hábitos
Ni el pedal de embrague es un reposapiés ni la palanca de cambio es un «apoyamanos». Esa presión hace que se acelere el desgaste de esos elementos. Pie al embrague sólo para cambiar, y lo mismo con la palanca de cambios. Por cierto, con el cambio, nada de atajar con diagonales: el recorrido de la palanca es una H y hay un camino marcado para pasar de segunda a tercera. Síguelo y tu coche te lo agradecerá.
Revisiones
Si eres un manita, dedica alguna vez un rato a tu coche. Engrasa con aceite las bisagras, cerraduras y cosas así. Mira que las luces le funcionan, que las gomas de las puertas están bien… Y si no es lo tuyo, antes del invierno o un viaje, lleva el coche a revisar. Son caras, pero las averías lo son más y los accidentes… Aún más caros.
Frenos
Así como en neumáticos recomendaremos siempre no escatimar lo más mínimo, en frenos sí puedes ahorrar con pocos cambios en la forma de conducción. Lo mejor es anticiparse y usar el freno lo justo. Aquí tienes diez trucos para mantener los frenos a punto, detectar fallos y conducir sin gastarlos demasiado
Limpieza
La limpieza es mantenimiento. Tanto por fuera como por dentro. Aquí ya te hemos dado consejos sobre cómo lavar bien un coche ya que es una de las formas para evitar que tu coche se deprecie. No es un asunto baladí: la depreciación es un 45% de la factura de un coche nuevo, así que comprar un producto para cuidar el salpicadero y usarlo puede ser una buena inversión.
Vía: Autoconsultorio