ABT se sube al carro de los comerciales movidos por hidrógeno
En los últimos tiempos estamos viendo como los vehículos se están transformando para poder sobrevivir. La electrificación convencional es la solución más aplicada en turismos, pero todavía parece no estar lo suficientemente desarrollada para los vehículos comerciales. En algunos casos, tienen que recorrer distancias largas y el tamaño de las baterías o los tiempos de recarga no les benefician en absoluto. Así que firmas como ABT proponen el hidrógeno como solución para este tipo de transporte.
No son los primeros en hacer una apuesta similar, pues Stellantis ya lleva tiempo investigando con la pila de combustible en sus furgonetas. Sin embargo, es algo novedoso para ABT, que había sido conocido hasta la fecha principalmente por sus preparaciones de vehículos del Grupo Volkswagen. Lo hacen ante la imposibilidad de hacer un vehículo que recorra 800 kilómetros con una sola carga, para lo que sería necesario una batería de 300 kWh, cuando actualmente se llega a los 100 kWh. El objetivo de la subsidiaria ABT e-Line son las tecnologías alternativas.
Ya han experimentado antes con la pila de combustible de hidrógeno con dos grandes proyectos y lo siguiente es sacar dos modelos de producción de este sistema de propulsión. ABT se encargará de la fabricación, de la integración en el vehículo, de la seguridad y también de la homologación para la carretera. Es un sistema modular que se puede adaptar a las dimensiones del vehículo al poner de dos a siete tanques de hidrógeno de 700 bares en la base del modelo para no restar espacio del interior.
Durante las pruebas se dieron cuenta de que la autonomía era muy buena y que llegaba incluso a superar a los vehículos diésel equivalentes. Sin embargo, el proyecto está en fase de desarrollo y todavía no hay datos oficiales más concretos. En todo caso, esta tecnología de ABT e-Line tiene mucho potencial en aplicaciones de nicho como es el caso de los vehículos comerciales. Está claro que la elevadadensidad energética del hidrógeno es una ventaja respecto a los actuales combustibles convencionales y utilizarlo como generador para un sistema eléctrico puede tener ventajas ejemplares.