El objetivo de Nissan siempre ha sido el de adelantarse al futuro. Lo dejaron claro con hitos como el lanzamiento del Nissan Qashqai en 2007 para inaugurar el segmento de los crossover. Siguieron en 2010 con el Nissan Leaf, que rápidamente se convirtió en el primer eléctrico de producción en masa. En paralelo, seguían dominando el mundo SUV con el Nissan Juke. Ahora ha pasado casi una década desde el primer Crossover Domination y nos encontramos en la séptima edición poniendo a prueba toda su gama.
Son muchos los modelos interesantes en Nissan, casi todos han pasado por nuestra sección de pruebas. Nos ha llamado la atención que los ejemplares disponibles eran electrificados, así que vamos a hacer un repaso en profundidad a la tecnología e-Power, a su funcionamiento y sus distintos niveles. Cabe destacar que el 80 % de los crossover que Nissan vendió en España durante el 2022 fueron electrificados, una cifra muy por encima de la media, que está en torno al 11 %. Y tras haberlos conducido, lo cierto es que es fácil entenderlo.
Si comenzamos analizando por tamaño, nos topamos con el Nissan Juke Hybrid en el primer escalón. El SUV urbano ya va por su segunda generación y abrazó una electrificación que no recibe el sello e-Power, pero que también puede ser interesante para muchos usuarios. Lleva el sistema de propulsión de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, el mismo que hemos visto en el Captur. Consiste en un cuatro cilindros de 1.6 litros que se combina con un bloque eléctrico de 36 kW y una pequeña batería de 1,2 kWh. Lo probamos hace tiempo y deja un buen sabor de boca por comportamiento y eficiencia. Además, estrena el sistema e-Pedal Step.
Uno de los pilares fundamentales ha sido el Nissan Qashqai e-Power. El superventas adopta el sistema de propulsión electrificado de última generación, el que quiere posicionarse como un coche con las ventajas de un eléctrico, sin las desventajas de un eléctrico. Porque, en este caso, se combinan un motor de tres cilindros turbo de 1.5 litros con un bloque eléctrico de 190 CV.
Cuando lo probamos pudimos ver cómo el motor eléctrico es el único encargado de mover las ruedas delanteras, mientras que el bloque de gasolina solamente funciona como un mero generador de energía. Por eso declara esos 190 CV y 330 Nm de par del motor eléctrico, que son los que actúan. El sistema híbrido se completa con una batería de 2,1 kWh. Si por algo destaca esta versión del Qashqai sería por su refinamiento y también por conseguir consumos bastante bajos. Mantiene el e-Pedal Step para dar ese punto característico de la marca.
Un escalón por encima se sitúa el Nissan X-Trail e-Power, un modelo que rompe con todo lo anterior. La nueva generación se asienta sobre la plataforma CMF-C y mantiene su capacidad como uno de los pocos crossover de siete plazas en el mercado generalista. Sin embargo, con el sistema de propulsión e-Power suma mucho más. Ha renunciado al diésel por completo y su gama está compuesta por un Mild Hybrid de 163 CV y dos híbridos en toda regla. Se emplea el mismo esquema que en Qashqai, con esa combinación de motor de tres cilindros y 1.5 litros como generador de energía, y mecánica eléctrica para mover las ruedas. La batería se mantiene con sus 2,1 kWh de capacidad.
En el caso del de tracción delantera se llega a 204 CV de potencia, un nivel ya bastante aprovechable. Aunque hay que reconocer que este tipo de vehículo podría ser más interesante con tracción total. Para eso llega el X-Trail e-Power e-4orce, con 213 CV gracias a un segundo bloque eléctrico situado en el eje trasero. Lo hemos podido conducir por nieve (calzado con unos buenos neumáticos Michelin Pilot Alpine) y es una gozada ver su capacidad de tracción en cualquier nivel. También se mantiene el buen aislamiento y el confort de rodadura que lo hacen un vehículo perfecto para viajar.
Por último, pero no menos importante, se sumaba el Nissan Ariya a esta séptima Crossover Domination. Es la primera vez que hay un SUV eléctrico en la gama de la firma nipona y ha sido un estreno por todo lo alto. Ya nos sorprendió cuando lo probamos hace unos meses y ahora confirma sus capacidades. Está asentado sobre la plataforma CMF-EV y mantiene ese sistema de tracción total e-4orce para ganar equilibrio entre potencia y control. Destaca también su reparto de pesos o que apenas se noten las inercias para su tamaño. No es un e-Power, pero su electrificación está en el nivel más elevado de la marca.
A modo de resumen, podríamos decir que los puntos fuertes de la tecnología e-Power es que mantiene las sensaciones de conducción de un eléctrico, con una respuesta casi inmediata. La gasolina sería su recarga, pues no son enchufables, simplemente su batería se va llenando con la energía del motor de gasolina y la que recicla de la frenada regenerativa. Respecto a otros híbridos convencionales se ha mostrado más eficiente, con unos consumos y emisiones muy ajustados. También se combina con el e-Pedal Step para conseguir una conducción urbana provechosa.
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