Todos sabemos que Toyota ha vuelto a los rallyes tras haber estado apartada de la competición durante casi dos décadas. Pero para conocer los orígenes tenemos que remontarnos 60 años en el tiempo, pues fue en 1957 cuanto apareció su primer coche de rallyes. Probablemente no lo sepas, pero el antecesor del Toyota Yaris WRC que vemos en la actualidad fue el Toyopet Crown Delux y te contamos su historia.
En 1957 el Toyota Crown llegaba al mercado americano, primera incursión de la marca japonesa en Estados Unidos. En los años anteriores, Kiichiro Toyoda, presidente y fundador de la marca, había insistido en la importancia que tenía el automovilismo para conseguir promocionar la durabilidad y el rendimiento de sus coches. Aunque Kiichiro había fallecido, ese mismo año 1957 les surgió la oportunidad de presentarse al Round Australia Trial.
Como su propio nombre indica, esta dura prueba consistía en dar una vuelta a Australia. Eiji Toyoda, primo y sucesor de Kiichiro, decidió dar el paso adelante y aventurarse en este debut en competición internacional. Lo primero sería saber cuál de sus modelos llevar. En el Round Australia Trial se recorrían unos 16.000 kilómetros (con solo un 5% sobre asfalto) durante 19 días. Por suerte el Toyota Crown estaba bastante adaptado a las carreteras sin asfaltar de Japón en aquella época.
La marca crea la división Toyota Sports Corner (dentro del departamento de carrocería Toyota Technocraft), la misma que luego se llamaría Toyota Racing Development. Ellos fueron los encargados de adaptar el Crown y disponer de agua, combustible y los repuestos necesarios. El equipo para competir en la prueba estaba formado por el piloto australiano Lindsay Hedley y los mecánicos Kunio Kaminomura y Koujiro Kondo.
Con el Toyopet Crown Delux a punto, comenzaba una aventura en la que no había ningún tipo de apoyo, solo estas tres personas citadas y el coche. A pesar de la complejidad del Round Australia Trial, el coche japonés solo sufrió un pequeño daño en una válvula de admisión del motor y consiguió ser uno de los 52 coches que acabaron (de los 86 que se presentaba). Ocupó el puesto 47 en la general y el tercer lugar entre los equipos extranjeros. Aunque todavía no lo sabían, fue la primera piedra y a partir de ahí llegaron muchos éxitos en competición.
Fuente – Toyota