Quién te ha visto y quién te ve, Kia. De ser una marca eminentemente enfocada a precio, en unas décadas ha conseguido ponerse a la altura de las generalistas. Superando a muchas de ellas en opciones electrificadas, tanto híbridas como eléctricas que no ofrece la mayoría de la competencia. Y en diseño, como el Kia Proceed diésel que probamos hoy.
Hace años la carrocería compacta que conquistaba era la de tres puertas. Se creaban incluso variantes muy diferenciadas de la de cinco, que buscaba algo más de practicidad. La opción de Kia era el pro_ceed… que además de simplificar su nombre en 2019 cambió de filosofía.
Ahora es de las pocas opciones shooting brake en el segmento de los compactos familiares, donde la marca cuenta con un exponente para aquellos que buscan espacio y maletero, el Kia Ceed Tourer.
Conducimos durante una semana una unidad con el motor diésel, ya no disponible en la gama del Proceed (desapareció un par de semanas después de realizar la prueba). ¿No casaba este combustible en un coche de un cariz más pasional? Vamos a verlo a fondo.
Exterior
Ya habíamos analizado en detalle el diseño del Kia Proceed en nuestro primer contacto. Si los shooting brake originalmente eran coupés de tres puertas convertidos en familiares con un añadido, con el fin de contar con un espacio de carga mayor (ideal en días de caza) sin renunciar al estilo.
La verdad es que cuando ves a un Kia Ceed 2018 y un Proceed, pues no hay demasiadas diferenciuas. Comparten entre ambos toda la parte frontal (eso sí, comparando la versión GT Line, que tiene sus detalles diferneciadores.
Es cuando lo ves desde el lateral, a pesar de que su distancia entre ejes es idéntica a la de toda la familia Ceed, de 2.650 mm. Pero es mucho más largo. Incluso que el Ceed Tourer, ya que se va hasta los 4.605 mm de longitud, que es una cifra notable. No es exageradamente más, ya que apenas son 5 mm debido a los nuevos paragolpes.
Se aprecia más su menor altura, pues apenas levanta del suelo 1.442 mm. Eso crea una silueta más afilada, en detrimento de la habitabilidad interior, claro.
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Son 43 mm menos que la carrocería familiar convencional, si bien parte de esa cifra (100 mm en concreto) se debe a que tiene una suspensión más baja que otras carrocerías. Uno de los detalles más llamativos de esa zona es la figura cromada sobre la ventanilla, con forma de aleta de tiburón. Un detalle que adelantó el Kia Proceed Concept en 2017 y que luego copiaría el Kia Sorento 2021.
Y la zaga, desde luego que hay que verlo, porque es una de las partes del coche más agraciadas. Enamora esa luneta tan inclinada, por mucho que luego condicione el maletero. O los paragolpes tan prominentes, con esa doble salida de escape, con el nombre del modelo en mayúsculas en medio del portón.
Interior
Pocas diferencias en el habitáculo del Kia Proceed respecto de otras carrocerías. En las plazas delanteras contamos con el mismo espacio y la misma disposición de elementos: materiales correctos, sin lujos, y piezas bien ensambladas unas con otras.
El salpicadero tiene un tacto mullido y sobre él vemos una pantalla de 10,25 pulgadas en lugar de las de 8 del acabado básico. Incluye navegación y conectividad con Apple Car Play y Android Auto. Es una de las novedades que llegaron con el model year 2020, junto con el cuadro de instrumentos digital,
En cuanto a las plazas traseras, no te dejes engañar por la silueta. Y es que la altura libre al techo es más que suficiente para un adulto de 1.80 metros o incluso más. Ojo, hay algo de truco, porque la banqueta va algo más baja que en un Ceed Tourer y el grado de inclinación de los asientos es mayor. Por ello, a pesar de que el espacio es más que suficiente para un par de adultos, la sensación de desahogo es mayor en el familiar.
Maletero
A través de un gran portón accedemos a un espacio de carga de 594 litros de capacidad. Es una cifra muy destacada para el maletero, que si bien no alcanza los 625 litros del Tourer sí que es suficiente para batir a muchos de los compactos familiares.
No es solamente espacio, sino todo lo que aporta Kia en este maletero, que cuenta con un sinfín de detalles prácticos. Desde el práctico separador que puedes mover a antojo, según tus necesidades, por los rieles del suelo, para fijar los bultos o separar la carga, al espacio compartimentado bajo el piso. Además cuentas con otras sujeciones de carga, perchas para colgar bolsas o luz en un lateral.
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Si abates los respaldos de los asientos traseros, que como es habitual están divididos en dos partes asimétricas, consigues un espacio de 1.595 litros de capacidad, con el suelo plano. Es fácil de cargar, mucho más que un SUV ya que el borde de carga está a una menor altura.
Equipamiento
Si echas un ojo al configurador puedes ver que se ofrece con dos terminaciones. El GT Line que tenemos entre manos y el GT. En realidad podríamos decir que únicamente con uno, ya que el GT se limita al motor más potente y apenas cambian algunos detalles (como las llantas, que son mayores, de 18 pulgadas).
El GT-Line tiene prácticamente de todo. Desde los dfaros LED, las llantas de 17 pulgadas, climatizador bizona, el navegador con pantalla de 8 pulgadas que integra el sistema de sonido JBL y la cámara de visión posterior, los asientos con tapicería mixta cuero/tela…
En cuanto a seguridad, va también muy completo y no faltan asistentes como la alerta de cambio involuntario de carril, sistema de reconocimiento de señales… además de todo lo habitual.
Puede sumar el pack Premium que suma asientos de cuero con regulación eléctrica, calefactables y ventilados, portón de maletero manos libres…
El precio de partida de este modelo nuevo era de 30.550 €. Una tarifa ajustada, pero siempre puedes encontrar ofertas de Kia Proceed nuevo en nuestra sección de coches nuevos, publicadas por los concesionarios oficiales de la marca. Si lo quieres diésel ya no podrás encontrarlo, como decíamos, tendrás que buscar entre los anuncios de Kia de segunda mano. Para poder comprar cualquiera de ellos, no olvides visitar nuestras herramientas para financiar el coche.
Motor
El 1.6 CRDI es un bloque diésel de cuatro cilindros que entrega 136 CV a 4.000 rpm y 280 Nm de par entre las 1.500 y las 3.000 rpm. Según el ciclo WLTP, este ProCeed homologa 5 l/100 km un consumo medio en uso combinado de apenas 5 l/100 km.
¿Y si lo quieres nuevo, qué alternativas tienes? Pues el 1.0 T-GDi de 120 CV, el 1.5 MHEV con 160 CV microhíbrido (un motor que todavía no hemos podido probar) y el 1.6 T-GDI con 204 CV de potencia, exclusivo de la versión GT.
Las dos mecánicas más potentes se asocian a una caja de cambios automática de doble embrague (DCT) de 7 relaciones. El motor 1.0 T-GDI de acceso se acceso va ligado al cambio manual de 6 marchas, como este diésel. Hora de ver cómo va.
Comportamiento
Cuando condujimos por vez primera el Proceed nos gustó mucho su suspensión trasera multibrazo y la dirección. Ambas logran un conjunto muy preciso. Ir más cercano al suelo que los omnipresentes SUV hace que ganes en estabilidad en curva, unido a los buenos neumáticos que equipa.
Si un Ceed ya es un coche que va muy fino, la puesta a punto del Proceed es aún más afilada, con cambios en la parte trasera. No significa que hayan hecho un coche incómodo, sino que casa con ese carácter familiar… para quien no renuncie a ir animado.
¿Y casa el motor diésel en esa ecuación? Desde luego, no es un motor muy frugal, pues nos movimos en el entorno de los 6,4 l/100 km. Menos que el gasolina 1.4 (que tampoco destaca precisamente por un gasto bajo) y es algo que agradecerán los que hagan muchos kilómetros al año.
Por lo demás, el par más alto permite realizar recuperaciones de manera más desahogada sin tener que recurrir tanto al cambio. Es suficiente para mover al coche, pero alegrías… las justas, sobre todo cuando vas muy cargado.
Una sorpresa positiva fue el nivel de sonoridad. El gasolina es algo más refinado, pero no desecharía por ello al CRDi, que se demuestra bastante silencioso y, además, no precisa ser revolucionado tanto cuando necesitas potencia.
Opinión coches.com
En su día alabamos la osadía de Kia en lanzar un shooting brake al mercado. Es, de hecho, la única marca generalista en contar con un coche así, cuyo único equivalente directo sería el Mercedes CLA Shooting Brake (ver prueba).
A pesar de que no puede elegirse ya con motor diésel, no parecía una mala opción para quien busque ese punto de diseño único y diferenciador y consumos notablemente más bajos que el 1.4 T-GDI de gasolina que probamos, en torno a dos litros menos a los 100 km, o incluso más si se abusa del acelerador. No destaca por dinamismo, quien busque un familiar con un tacto más directo puede apostar por un Seat León Sporstourer o un Ford Focus Sportbrake.
Por lo demás, no renuncia a un interior acogedor o a un buen nivel de equipamiento, sobre todo la variante GT Line, que le queda como un guante. Y el precio no es disparatado. Algo más que el Kia Ceed Tourer, pero sigue siendo el shooting brake más accesible del mercado.
- Carrocería con pocas alternativas en el mercado
- Buen compromiso entre confort y dinamismo
- Notable equipamiento de serie
- Consumos bastante elevados para su potencia
- Equipamientos muy cerrados
- Más caro que un Ceed Tourer (y menos práctico)
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