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Pruebanoticias/
Mario Nogales

Mercedes E 220 d Cabrio, prueba a fondo del Clase E más coqueto

No son buenos tiempos para los descapotables, de eso no hay duda. A lo largo de los últimos años hemos podido ir viendo como la demanda de este tipo de carrocerías iba bajando paulatinamente. Eso se ha traducido en que los fabricantes optaban por reducir la oferta, retirando algunos de estos modelos y apostando por el lanzamiento de nuevos crossover o SUV. Pero todavía quedan algunos que resisten el envite, como es el caso del Mercedes E 220 d Cabrio que probamos recientemente.

Se trata de uno de los pocos descapotables grandes que quedan en el mercado, un segmento copado exclusivamente por un puñado de ejemplares de marcas premium. Aunque en Mercedes han decidido prescindir del pequeño SLC y del distinguido SL, todavía mantienen en su gama un buen número de descapotables. Los hay en la Clase C, esta Clase E, en la lujosa Clase S e incluso está el deportivo AMG-GT Roadster; siendo el fabricante que más apuesta por ellos.

Dicho esto, hay que añadir que la familia del Mercedes Clase E se encuentra en pleno proceso de cambio. La berlina se ha actualizado recientemente, junto con la carrocería familiar y el All-Terrain. La lógica nos dice que el siguiente movimiento será actualizar el Cabrio, aunque no sabemos cuándo ocurrirá. Mientras tanto, os vamos a contar todos los detalles de este modelo, que se postula como una opción muy atractiva para todo tipo de usos.

Exterior

Comencemos por el exterior, por lo que queda a simple vista. En este apartado el Clase E Cabrio lo que ha buscado es simple y llanamente la elegancia. Cuenta con un diseño bastante actual, con unas proporciones armónicas que también evocan en parte a los modelos del pasado. Se trata de un ejemplar con una longitud de 4.826 mm, un anchura de 1.860 mm y una altura de 1.428 mm. La distancia entre ejes se extiende hasta los 2.873 mm.

Como era de esperar, este modelo parte del Clase E Coupé, que recibía la transformación pertinente para quitar ese techo rígido e introducir una capota de lona. Sin duda, es el factor diferencial de este vehículo y puede ir en varios colores (negro, marrón oscuro, azul oscuro, rojo oscuro) haciendo contraste con la carrocería. Cuenta con apertura eléctrica para abrirla y cerrarla en unos 20 segundos y a velocidades de hasta 50 km/h.

En el frontal del Mercedes Clase E Cabrio encontramos los típicos faros de la marca en disposición diagonal y, en este caso, con tecnología Multibeam LED. Entre ellos aparece la parrilla de efecto diamante con pasadores cromados, una de las bondades que aporta la línea AMG Line opcional al exterior. En la parte baja encontramos unas llamativas tomas de aire falsas, mientras que el alargado capó va surcado por unas nervaduras que acentúan su deportividad.

Si miramos el perfil se aprecia la fluidez de sus líneas y la inclinación del parabrisas. Aunque, sin duda, lo que cobra protagonismo son las llantas de 20 pulgadas (opcionales) con ese acabado en negro brillante. La zaga de este modelo es posiblemente la zona más sobria, con un portón que se extiende desde la parte trasera de los asientos y queda rematado en un pequeño spoiler. Los pilotos traseros LED destacan por su horizontalidad, mientras que en la parte baja aparece una especie de difusor con dos salidas de escape falsas.

Interior

Cuando subimos al interior del Mercedes Clase E Cabrio solo podemos alabar lo que supuso este modelo para el resto de la gama. Cuando salió la nueva generación de la berlina en 2016 introdujo por primera vez el concepto de la doble pantalla consecutiva, algo que a día de hoy aparece en prácticamente todos los ejemplares de la marca de la estrella. Así que comenzaremos hablando precisamente del elemento que le hizo diferenciarse del resto.

Ocupando gran parte del salpicadero y de forma consecutiva se concatenan dos pantallas de 12,3 pulgadas. La peculiaridad es que ninguna de ellas es táctil, a diferencia de la mayoría de fabricantes. Si comenzamos por la de la izquierda, la que hace las veces de cuadro de instrumentos, hay que decir que cuenta con un buen número de vistas diferentes para optar a todo tipo de información. Para cambiar entre una y otra bastará con tocar los controles del volante.

A este respecto, hay que mencionar que el volante también fue novedad y que cuenta con un par de botones táctiles en negro. Es otro de los elementos que se han extendido por otros modelos. También sirve para controlar la pantalla derecha, la indicada para el resto de funciones del infoentretenimiento. En este caso también se puede ajustar mediante la ruleta y el touchpad que aparecen en la consola central.

De este sistema hay que decir que requiere cierto aprendizaje, pues al principio cuesta hacerse a esos mandos. Sin embargo, una vez se está acostumbrado a su uso, lo cierto es que tiene un funcionamiento notable, rápido y fluido. No cuenta con las bondades del MBUX ni ese control por voz tan avanzado, siendo aspectos que suponemos que incorporará con la actualización que llegará a finales de año o a principios del siguiente.

Por debajo de dicha pantalla aparecen unos aireadores de tipo turbina muy atractivos para dirigir el caudal del aire. Más abajo, los controles de la climatización, que son analógicos con unos botones bien resueltos y simples. Aunque el detalle más retro está al seguir descendiendo, con ese reloj analógico que también aparecía en el Clase S. En esa zona que se fusiona con la consola central aparecen un par de huecos portaobjetos bastante generosos.

Aunque llegados a este punto nos vemos obligados a mencionar la calidad percibida de la que hace gala este Clase E. Se quiere ganar el apelativo de «premium» con el uso de materiales agradables al tacto como es el caso de la tapicería de cuero que ocupa gran parte del habitáculo o de la moldura de madera que surca salpicadero y consola central. Si bien es cierto que siguen apareciendo algunos plásticos, la mayoría son blandos y bien rematados.

Otro de los aspectos que suele preocupar en un descapotable es la habitabilidad que ofrece. En el Mercedes Clase E Cabrio lo cierto es que no veremos problemas presentes en otros modelos y destaca para bien en este apartado. Principalmente por sus plazas delanteras, dos asientos que ofrecen un confort elevado gracias a los reglajes eléctricos. La posición de conducción es baja y gracias a ello no habrá problema con el espacio para las cabezas ni con la capota puesta.

Las plazas traseras no son tan destacadas, pero tampoco empañan demasiado el conjunto. Son dos asientos individuales con una pequeña consola entre ellos, cuyo acceso es facilitado por el movimiento eléctrico que hacen los asientos delanteros. Una vez dentro, el espacio para las piernas es muy bueno para tratarse de un descapotable, pero el de la cabeza es muy justo. Un adulto de talla media se dará con la capota en el caso de estar puesta, con el coche descapotado no hay problemas.

Maletero

Donde más se ve penalizado el Mercedes Clase E Cabrio es en el maletero. En este tipo de coches hay que pensar una ubicación para la capota cuando va plegada y este emplazamiento es el ideal. Por lo tanto, vemos que su capacidad varía entre los 385 litros cuando la capota está puesta y los 310 litros cuando la capota va quitada y escondida en este lugar. No es una crítica ni mucho menos, pues aún así está algo por encima de la media del segmento.

Pero hay otros aspectos negativos que nos preocupan, como las reducidas dimensiones del portón, que nos dejan una boca de carga muy estrecha y situada en una posición elevada. Tampoco habrá espacio para una rueda de repuesto en este maletero, aunque sí hay un hueco bajo el piso para algunos objetos pequeños. También se permite abatir los asientos traseros en dos partes (50:50) para ampliar su capacidad y cargar objetos más largos.

Equipamiento

Estamos con un modelo premium de marca alemana y eso solo puede significar que su equipamiento puede estar muy personalizado y que dependerá de lo que el cliente esté dispuesto a gastar. Aunque la unidad de pruebas viene cargada, hay que decir que la dotación de serie no está nada mal. Cuenta con faros LED, climatizador bizona, sistema multimedia con pantalla de 8,4 pulgadas, acceso y arranque sin llave, asientos con regulación eléctrica, conectividad completa y algunas ayudas a la conducción.

En el Mercedes Clase E Cabrio que probamos se han añadido algunos extras como el paquete AMG Line para darle un toque más deportivo tanto por fuera como por dentro, el climatizador de tres zonas, asientos más completos con calefacción y ventilación, doble pantalla de 12,3 pulgadas, Head-Up Display cámara de 360 grados, molduras de madera, asistente de aparcamiento o el magistral sistema sonido Burmester.

Hay varios paquetes para seguir equipando este modelo. Uno de los más destacados es el que incluye el Airscarf y el Aircap, que son la calefacción para el cuello que sale del reposacabezas y deflector para el aire que parte del parabrisas. No pasan desapercibidos otros como el Confort Energizing, que permite adecuar la atmósfera del vehículo con la iluminación ambiental, música, temperatura e incluso una fragancia. El paquete de asistencia a la conducción también es de lo más completo e interesante.

Motor

La gama mecánica del Mercedes Clase E Cabrio es realmente extensa y cuenta con opciones tanto en diésel como en gasolina. El diésel de acceso es precisamente la versión que ocupa esta prueba, el 220 d con un cuatro cilindros turbo de 2.0 litros que entrega 194 CV y que puede ir ligado a la tracción total 4MATIC. Subiendo un escalón están los turbodiésel de seis cilindros y 3.0 litros, por un lado el 350 d con 286 CV y por el otro lado el 400 d con 340 CV, el primero de propulsión y el segundo con tracción total.

Si pasamos a la gama de gasolina solamente hay versiones de seis cilindros. Ya arranca con el 350 de 299 CV y tracción al eje posterior, mientras que le sigue el 450 con 367 CV y tracción 4MATIC. También hay espacio para una versión deportiva, el Mercedes-AMG E 53 Cabrio, que llega hasta los 435 CV. Hay que destacar que este modelo no se ofrece con caja de cambios manual en ningún caso, la única opción disponible es la transmisión automática 9G-Tronic de doble embrague.

Por lo tanto estamos al volante del más austero y, a la vez, del más utilizable en el día a día. El Mercedes E 220 d Cabrio se posiciona como una opción ideal para los que recorran más kilómetros y prefieran eficiencia ante prestaciones. Homologa un consumo de entre 5,7 y 6,6 l/100km, mientras que sus emisiones de CO2 oscilan entre los 150 y los 174 g/km. Tampoco es precisamente una tortuga, pues acelera de 0 a 100 km/h en 7,7 segundos y alcanza una velocidad máxima de 237 km/h.

Comportamiento

Lo primero que hay que hacer al montar en el Mercedes E 220 d Cabrio es mantener pulsado ese botón que nos deja a cielo descubierto y con una sensación al alcance de pocos. Al arrancar el motor en esta situación, nos llega su sonido con mayor claridad al no haber un techo por encima de la cabeza. El bloque diésel no es demasiado refinado en este aspecto y nos deja con un ruido poco agradable acompañado de algo de vibración.

Por suerte, según empezamos la marcha el ruido del motor da paso al aire surcando su carrocería. Cabe destacar que gracias al Aircap y al deflector trasero se ha conseguido un confort en marcha notable, permitiendo conversaciones entre pasajeros a velocidades legales. Además, el calorcito en el cogote que aporta el Airscarf hace que entren ganas de ir descapotado incluso en invierno. Con la capota puesta, por supuesto es otra historia, logrando un aislamiento que poco tiene que envidiar al de un techo rígido.

Si volvemos al cuatro cilindros de 2.0 litros que se esconde bajo el capó, hay que decir que su rendimiento compensa su poco refinamiento. A pesar de ser el menos potente de la gama, sus 194 CV y 400 Nm nos parecen más que suficientes para mover con soltura al descapotable. El par máximo está disponible entre las 1.600 y las 2.800 rpm, dejando claro que va a destacar en bajas. Se le saca mucho provecho en situaciones como adelantamientos o incorporaciones a autopistas.

Como decíamos, la única opción para este Mercedes Clase E Cabrio es la transmisión 9G-Tronic, una caja automática de doble embrague que destaca por su comportamiento fluido y rápido. Apenas se notan las transiciones entre marchas y eso que tiene nueve donde elegir. Por defecto es un cambio que busca la eficiencia, pero también tenemos unas levas tras el volante para usarlo al gusto y podemos personalizarlo mediante los modos de conducción.

Se puede elegir entre Eco, Confort, Normal, Sport, Sport+, Individual para cambiar distintos parámetros relativos a la conducción. Lo cierto es que no veremos una diferencia extrema, pero sí que ayuda por ejemplo el modo vela (o planeo) cuando vamos en Eco para rodar con el motor parado aprovechando la inercia. En el modo Sport+ también notamos una mayor reactividad y cambios apurados, pero en ningún caso podemos hablar de deportividad pura.

Se trata de un modelo de propulsión que tiene un paso por curva efectivo gracias al centro de gravedad baja y que nos ofrece buenas sensaciones. Pero es más similar a lo que encontraríamos en un gran turismo, un coche en el que predomina la calidad de rodadura por encima de la dinámica. No podemos olvidar que estamos ante un descapotable no demasiado alejado de los 5 metros que supera los 1.800 kg de peso en la báscula. No es precisamente un Miata…

El Mercedes E 220 d Cabrio se postula más como un coche para el disfrute y para la tranquilidad, perfecto para cualquier escapada a cielo descubierto y también para compaginar con la rutina. Los más viajeros se alegrarán de comprobar que su consumo no se dispara, sino que es fácil lograr buenas cifras. En nuestro caso la semana de pruebas nos dejó con 6,5 litros de media, aunque llegamos a verlo por debajo de los 5 l/100km en algunos trayectos favorables.

Opinión coches.com

Está claro que el Mercedes Clase E Cabrio es un modelo que tiene que ser tomado en cuenta obligatoriamente en el caso de buscar descapotable grande. La marca de la estrella es especialista en este tipo de carrocerías y aporta su buen hacer con un diseño elegante y atractivo en el exterior, además de un interior tecnológico y de calidad. Incluso hay buenas palabras para la habitabilidad de sus cuatro plazas y maletero. El equipamiento, como ya dijimos, hasta donde lo permita el bolsillo.

Si se va a utilizar el vehículo para hacer miles de kilómetros entre escapadas y el día a día, el E 220 d Cabrio que hemos probado podría ser la mejor opción. Aunque la mecánica diésel de cuatro cilindros no es demasiado refinada, ofrece unos consumos contenidos y un rendimiento a la altura. Sumado a un chasis muy equilibrado y que logra un elevado confort en marcha, nos deja con un descapotable realmente aprovechable.

Mercedes E 220 d Cabrio
7.8Nota
Lo mejor
  • Diseño exterior atractivo
  • Calidad del habitáculo
  • Confort en marcha y consumos
Lo peor
  • Maletero no demasiado aprovechable
  • Mecánica poco refinada
  • Precio final con opciones
Diseño8.5
Habitabilidad8
Acabados8.5
Maletero7
Equipamiento7.5
Motor7.5
Comportamiento8
Calidad Precio7.5

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