Siempre he creído que los utilitarios son los coches más equilibrados para el día a día. Sobrados para completar el trayecto de casa al trabajo, algo que se suele hacer solo y sin equipaje, y más que suficientes para hacer una escapada en familia. De hecho, son mucho más racionales que los SUV de similar tamaño, que son más caros y menos eficientes. Y si queremos hablar de lógica, el Skoda Fabia es el utilitario que comprar con la cabeza desde 12.900 euros y con un punto de vista muy Simply Clever.
La marca checa se ha hecho un hueco en el mercado por hacer coches que, aunque son menos emocionales que otros rivales, son ridículamente prácticos. Va a ser el caso del nuevo Skoda Fabia, la cuarta generación del modelo, que pasa a asentarse sobre la plataforma MQB-A0.
Es la misma que llevan otros como el SEAT Ibiza o el Volkswagen Polo y le permite crecer en dimensiones o incorporar tecnologías. Por cierto, la nueva generación no vendrá con la carrocería familiar Combi. Tampoco hay electrificación, pero sí otras bondades que pueden convencer a muchos usuarios:
Exterior
Si comenzamos por el exterior, nos reafirmamos en lo dicho sobre Skoda. No es un diseño demasiado arriesgado, a pesar de ser una nueva generación utiliza unas líneas bastante continuistas y que recuerdan a otros modelos de la gama. Lo más llamativo es el frontal, que gana músculo con un capó con líneas de tensión que desembocan en una parrilla con las formas típicas de la marca y con marco cromado. Los faros también van perfectamente integrados y cuentan con tecnología LED de serie.
Son nuevos también los antiniebla y las entradas de aire. De hecho, las delanteras cuentan con aerodinámica activa para mejorar su eficiencia. Junto a las llantas semi-carenadas de 16 pulgadas que monta nuestra unidad se consigue un destacado coeficiente aerodinámico de 0,28 Cx. Quitando esas llamativas llantas que no gustarán a todos los usuarios, el perfil es bastante convencional. Destaca la posibilidad de carrocería bitono con el techo y los pilares en negro haciendo contraste.
Cuando llegamos a la zaga del Skoda Fabia nos damos cuenta de que probablemente sea la vista más convencional del modelo. Los pilotos traseros LED son de mayor tamaño y cuentan con un diseño similar a los de la gama SUV, haciéndolo más reconocible por la noche. Además, incorpora el nombre de la marca con letras en el centro del portón en vez del logotipo como anteriormente. El paragolpes es más marcado en la parte inferior y la salida de escape queda parcialmente oculta.
Ya dijimos anteriormente que este modelo se asienta sobre la plataforma MQB-A0 del Grupo Volkswagen. Eso se traduce en un ligero aumento de dimensiones respecto a su antecesor. Son 4.108 mm de longitud, con 1.780 mm de anchura y 1.459 mm de altura; además de una batalla de 2.564 mm. Eso quiere decir que es 11 cm más largo y casi 5 cm más ancho. Aunque lleva la misma base del Skoda Scala, todavía hay bastante diferencia en sus tamaños.
Interior
Desde mi punto de vista, lo primero que llama la atención en el interior del Skoda Fabia no es su tecnología, son los detalles Simply Clever. Es ese punto diferencial que tiene respecto a otros modelos de la competencia y es lo que le hace ser el más práctico del segmento. Hablamos de algunas peculiaridades como el puerto USB en el techo al lado del retrovisor, el gran hueco de carga en la consola central con carga inalámbrica, un posavasos extraíble que deja un mayor hueco y toma de 12 V e incluso un compartimento para paraguas en la puerta del conductor.
El diseño del salpicadero nos recuerda al de otros modelos de la marca y centra todo el infoentretenimiento en una pantalla táctil bien integrada en el centro. Va desde las 6,5 pulgadas de serie hasta las 9,2 pulgadas del sistema Amundsen opcional. En nuestra unidad aparece la intermedia con 8,0 pulgadas y una conectividad destacada. No tiene navegación integrada, pero tampoco la echamos de menos gracias a la posibilidad de tener Android Auto y Apple CarPlay inalámbrico. Su manejo es fluido y sencillo, pero no termina de gustar que algunas de las funciones de la climatización también se hacen a través de la pantalla a pesar de contar con algunos mandos físicos.
Desde el puesto de conducción todo queda bastante a mano y vemos el peculiar volante de Skoda con solamente dos radios. Es multifunción y sus botones sirven para manejar la instrumentación digital que viene de serie en el Fabia. Hablamos de un Virtual Cockpit de 10,25 pulgadas que nos ofrece muchas opciones de personalización y la posibilidad de ver la información que queramos en cada momento. Destaca que va cubierta por unos marcos en negro personalizados con el nombre del modelo, algo inédito de este utilitario.
Otro detalle que gusta en el Skoda Fabia es su nivel de calidad. No va a ser tan elevada como en otros modelos del Grupo Volkswagen como el Audi A1, ya que tampoco busca ese posicionamiento premium. Sin embargo, todos los acabados son correctos y no aparecen ruidos indeseados en ningún momento.
La mayoría de materiales son agradables al tacto, teniendo plásticos blandos en la parte superior, algunos con un relieve muy aparente. También hay que hablar de la tapicería de tela bien resuelta, de la iluminación ambiental o de unos tiradores de las puertas bastante originales por su posición.
Si ya hicimos un repaso a los huecos disponibles en las plazas delanteras y las soluciones Simply Clever, aquí en las plazas traseras habrá más que contar. Son muy aprovechables el bolsillo doble en el respaldo de los asientos, el compartimento del túnel central que se puede desplegar y también el reposabrazos trasero.
Por lo demás, encontramos unas plazas que están por encima de la media del segmento. El espacio para las piernas es bastante generoso, al igual que el de la cabeza. La anchura no lo es tanto y la plaza central carece de forma, así que mejor desplegar lo anteriormente mencionado y viajar cuatro adultos.
Maletero
Ya vimos que el interior del Skoda Fabia destacaba por amplitud y así también lo va a hacer su maletero. Ya de inicio tenemos 380 litros de capacidad, por lo que se coloca a la cabeza del segmento B superando incluso a su primo hermano el SEAT Ibiza que consigue 355 litros. Se puede tener una bandeja para colocar el piso a dos alturas, aunque nuestra unidad no la tenía y entonces había un salto bastante prominente entre la boca de carga y el piso.
Por suerte, este maletero cuenta con detalles como ganchos y redes para fijar la carga, además de iluminación en esta superficie. Bajo el piso podría haber espacio para una rueda de repuesto, aunque en este caso nos conformamos con el típico kit antipinchazos. Si necesitamos todo su potencial bastaría con abatir los asientos traseros en dos partes (60:40) para conseguir hasta 1.190 litros de capacidad, una cifra muy buena. Por no hablar de la posibilidad de abatir también el asiento del acompañante para llevar objetos largos.
Equipamiento
En cuanto al equipamiento del Skoda Fabia, lo cierto es que ha cambiado en los últimos meses. Algunos de sus acabados han sido modificados, aunque de serie sigue arrancando con el Active. En este caso, lleva llantas de acero de 14 pulgadas, faros LED, retrovisores ajustables eléctricamente y térmicos, aire acondicionado, radio Swing con pantalla táctil de 6,5 pulgadas, seis altavoces, cierre centralizado y algunas ayuda a la conducción básicas.
Un escalón por encima se sitúa el Emotion, que suma a lo anterior las llantas de aleación de 15 pulgadas, marcos de las ventanillas cromados, climatizador, apoyabrazos central o Smartlink+. Ahora vienen los cambios, pues entra el acabado Ambition a la misma altura y teniendo las llantas de 15 pulgadas, luces traseras LED, Smartlink+, cámara de marcha atrás o elevalunas eléctricos. No hay demasiadas diferencias entre ambos.
Mientras que antes el tope de gama era el acabado Sport, ahora ha desaparecido del configurador y nos deja con el Style como nivel superior. En este caso, contamos con llantas de 16 pulgadas, carrocería bitono, radio Bolero con pantalla de 8 pulgadas, Virtual Cockpit, cierre centralizado «Keyless-Go», sensores de luz y lluvia o iluminación ambiental del interior.
Motor
La gama mecánica es el punto que menos cambia en la nueva generación del Skoda Fabia y probablemente el que decepcione un poco a algunos usuarios. Parecía bastante claro que se prescindiría del diésel por completo, pues sus ventas en el segmento de los utilitarios son muy reducidas. La parte negativa es que tampoco aparece la electrificación por ningún lado, no hay versiones con etiqueta ECO de este modelo. Por lo tanto, todo se centra en la gasolina y concretamente en dos mecánicas bien conocidas.
La primera es la atmosférica de acceso, el motor 1.0 MPI de tres cilindros que llega con 80 CV y solamente ligado a la caja de cambios manual de cinco velocidades. Cuando se le incorpora el turbo a este tricilíndrico se convierte en el 1.0 TSI, uno de los motores más populares actualmente en el Grupo Volkswagen.
Hay una versión de 95 CV que va con el cambio manual de cinco marchas y otra de 110 CV que puede ir tanto con la caja manual de seis velocidades como con la transmisión automática DSG de siete relaciones. Más adelante llegará el 1.5 TSI EVO de cuatro cilindros con 150 CV y cambio automático.
Comportamiento
Ya estamos al volante de nuestro Skoda Fabia, que se trata de la versión intermedia de la gama. Con el 1.0 TSI de 95 CV y 175 Nm de par probablemente estemos hablando del ejemplar ideal para la mayoría de usuarios. Es más que suficiente para el día a día debido a que ese nivel de potencia es satisfactorio en un coche de este segmento. También a que el par máximo se da entre las 1.600 y las 3.500 rpm, ofreciendo una curva aprovechable y haciendo que podamos llevar a cabo incorporaciones o adelantamientos con bastantes garantías.
No es el coche más rápido del mercado, pero consigue unas prestaciones aceptables. En esta versión, el Fabia consigue acelerar de 0 a 100 km/h en 10,6 segundos y su velocidad máxima es de 195 km/h. Lo cierto es que destaca más por otros aspectos como el refinamiento del bloque 1.0 TSI. Sorprende que un tres cilindros no suene apenas desde dentro y que se hayan eliminado las vibraciones hasta el punto de que casi tenemos que mirar la instrumentación para saber si está arrancado a ralentí. Basta ese ejemplo para dejar claro que la insonorización ha estado a la altura.
Es importante destacar que la única opción disponible en esta versión de 95 CV es el cambio manual de cinco velocidades. Es algo que sorprende en la actualidad cuando es más habitual optar por las seis relaciones. El tacto es bastante bueno, pero se nota que los desarrollos son muy largos, tendremos que jugar con el cambio para sacar todo su potencial. En todo caso, me parece buena opción para un coche de corte urbano que no tiene intención de buscar un carácter deportivo en ningún momento.
De hecho, la puesta a punto del chasis del Skoda Fabia nos habla más de equilibrio que de otra cosa. Los checos han buscado un coche que se pueda adaptar a todos los estilos de vida y que sea práctico, como en el resto de aspectos. Por eso vemos un confort muy elevado gracias a unas suspensiones con un tarado que es bastante blando. Cuenta de serie con un esquema tipo McPherson en el eje delantero y con un eje de torsión para el trasero. Opcionalmente también se puede sumar una suspensión deportiva que aporta un extra de rigidez.
A pesar de ello, cumple también por su aplomo en vías rápidas y no desentona en curvas. Al fin y al cabo, estamos con un coche de pequeñas dimensiones y un peso de 1.142 kg. La única pega que le sacaría a este Skoda Fabia 1.0 TSI 95 CV es que le falta alma. Con esto quiero decir que se comporta muy bien en casi todos los terrenos, pero que no transmite casi nada ni destaca en ningún aspecto de su apartado dinámico. Es una sensación similar a lo que nos pasa con el Volkswagen Golf y cada vez con más modelos.
Finalizamos la prueba con un aspecto que nos ha sorprendido gratamente: los consumos. En su ficha técnica aparecían 5,1 l/100km en ciclo combinado WLTP y unas emisiones de CO2 de 116 g/km. Y en la realidad lo cierto es que es bastante fácil quedarse cerca de esa cifra e incluso rebajarla en recorridos con condiciones favorables. En nuestro caso terminamos la semana con una media de 5,5 litros, una cifra buena y que justifica que lleve un deposito de combustible de apenas 40 litros (se puede montar otro de 50 litros opcionalmente).
Opinión coches.com
El Skoda Fabia, aunque no lo creáis, es el segundo modelo más vendido de la historia de la marca, justo por detrás del mítico Octavia. En España siempre ha conseguido buenas cifras de ventas, aunque es cierto que ahora se ha visto superado por los nuevos SUV, Kamiq y Karoq. Pero la moraleja es que se trata de un producto muy inteligente, de un urbano para aquellos viscerales que buscan una buena relación calidad-precio y que compran más con la cabeza que con el corazón.
Porque el Fabia no es el coche más atrevido estéticamente, ni el más avanzado tecnológicamente, ni el que mejor va a nivel dinámico; pero sí que es de los más equilibrados. Cumple en todos los apartados y saca nota en la habitabilidad, siendo de los más espaciosos, teniendo un maletero de récord y múltiples soluciones Simply Clever. La relación calidad precio es muy buena, pues parte de 12.900 euros incluyendo descuentos y financiación.
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