No hace mucho conocíamos al nuevo Smart Fortwo y a su hermano mayor, el Smart Forfour 2014. Ambos conservan una de sus señas de identidad, la célula de seguridad Tridion, que se unen a diversos asistentes de seguridad nuevos que quieren convertirlos en los coches más seguros de la categoría de microurbanos.
Para aquellos que, como Santo Tomás, no crean sin ver y todavía desconfíen de la seguridad pasiva que pueden ofrecer coches tan pequeños, Daimler ha preparado este vídeo. En él se enfrentan en un crash test el nuevo Smart ForTwo con el Mercedes Clase S, el buque insignia de la marca alemana que hemos tenido el privilegio de probar.
La prueba es de traca, pues se trata de enfrentar a un peso mosca contra un peso pesado. A un lado del «ring» se sitúa el Mercedes Clase S, la berlina de representación de la marca que pesa 2.308 kg, más del doble que el Smart ForTwo, que con sus 1.124 kg es uno de los coches más ligeros del mercado. Ambos coches se ponen a 50 km/h, en sentidos opuestos y simulan un choque fronto-lateral, uno de impactos más peligrosos… y habituales.
La berlina, más pesada y con una mayor superficie para absorber los golpes, se mantiene totalmente en contacto con el suelo. El Smart, por su parte, se levanta ligeramente las ruedas traseras.
¿Y el habitáculo? Pues en ambos coches, se mantiene intacto. En el caso del Clase S, su zona de deformación disipa la energía del impacto. Por su parte, la zona de deformación del Smart se comprime completamente y el motor no invade el habitáculo. También parece que ambas puertas se pueden abrir sin problemas tras el impacto, gracias a la rigidez de la célula de seguridad Tridion, fabricada con aleaciones de alta resistencia mediante un proceso de construcción similar al de las células de seguridad de algunos superdeportivos, funciona a la perfección.
Y como verás en el vídeo a continuación, los crash test dummies son protegidos por los airbags y no sufren lesiones.
Fuente: Daimler