Suzuki es una de las marcas que más ha avanzado en el territorio de la electrificación en los últimos años. El fabricante japonés mira hacia el futuro y lo hace con una gama híbrida de lo más completa. Hemos tenido la oportunidad de probarla en su totalidad durante el October Tour. Suzuki también es patrocinador oficial de este certamen hípico y aprovechó la oportunidad para mostrar su alineación en la Dehesa Montenmedio (Vejer de la Frontera).
Lo interesante es que la marca nipona no se centra en una única tecnología, sino que pone a disposición del cliente varias formas de electrificación. Tiene lógica, pues se adapta mejor al tamaño y características del coche, mientras que se permite al usuario tener un mayor abanico de opciones. En todo caso, las etiquetas ECO y CERO son las absolutas protagonistas en Suzuki, al tiempo que se mantiene la tracción total All Grip como la otra seña de identidad. Vamos a repasar todas las configuraciones posibles.
Microhíbridos de 12 V (MHEV 12V)
La electrificación ligera es la principal baza de Suzuki desde hace años. El sistema Smart Hybrid Vehicle by Suzuki (SHVS) es ya un viejo conocido y permite a varios modelos obtener la etiqueta ECO gracias a esa microhibridación. En los modelos de acceso aparece en su variante Mild Hybrid de 12 V para favorecer un consumo contenido y una reducción de emisiones interesante.
Los modelos que la llevan son el Suzuki Ignis y el Suzuki Swift. En ambos caso se utiliza como base el motor de gasolina atmosférico de cuatro cilindros y 1.2 litros. Desarrollan una potencia de 83 CV y pueden quedar ligados a la caja de cambios manual de cinco velocidades o a la transmisión CVT. También en ambos casos se ofrece opcionalmente la tracción 4×4 Allgrip para aportar ese carácter Suzuki que buscan muchos clientes.
Microhíbridos de 48 V (MHEV 48V)
También con el sistema SHVS, pero con un sistema eléctrico más capaz aparecen otros modelos. Los microhíbridos de 48 V cuentan con un apoyo mayor de la electrificación, con lo que ganan en eficiencia. Al probarlos se nota más la retención, es fácil percibir cómo se está recuperando energía para almacenarse en la batería. Se empleará como apoyo al motor principal, permitiendo un avance por inercia superior o entregando hasta 10 kW adicionales en fase de aceleración.
La mecánica 1.4 Turbo de cuatro cilindros es la que recibe el sistema de 48 V y está presente en tres modelos. El primero es el popular Suzuki Vitara, el líder de ventas de la gama, en el que la etiqueta ECO tiene todo el sentido del mundo debido a su carácter urbano. Le sigue el Suzuki S-Cross, el SUV compacto que dentro de poco será renovado. En ambos casos, la potencia es de 129 CV y se permite montar la transmisión manual de seis velocidades o la automática con el mismo número de marchas.
Lógicamente, también en los crossover se mantiene la opción entre tracción delantero o tracción total 4WD All Grip. De hecho, tuvimos la ocasión de probarlos en una ruta offroad y nos sorprendió gratamente el comportamiento de ambos. No son todoterrenos puros, pero son capaces de salir indemnes de algunas situaciones que otros SUV ni soñarían. El sistema de tracción total tiene un funcionamiento muy gratificante y también aporta un plus de seguridad en el asfalto.
El tercer modelo microhíbrido de 48 V es el Suzuki Swift Sport. La variante deportiva del utilitario va un poco aparte, pero mantiene ese motor 1.4 Turbo Mild Hybrid con 129 CV para mostrar una cara más prestacional. En este caso no se puede elegir transmisión ni tracción, se queda como manual de tracción delantera como venía siendo tradición en este ejemplar durante los últimos años.
Híbridos convencionales (HEV)
Recientemente, Suzuki también ha ampliado su gama con unos modelos que vienen directamente de un acuerdo con Toyota. Eso le ha permitido incorporar tecnologías híbridas que no estaban en su mano, como es el caso de la hibridación convencional que está presente en el Suzuki Swace. Como en el caso del Toyota Corolla Touring Sports del que deriva, monta un motor de gasolina de ciclo Atkinson de 1.8 litros junto a un sistema eléctrico para desarrollar una potencia conjunta de 122 CV.
También lleva la etiqueta ECO como los microhíbridos, pero el Swace es más eficiente gracias a la mayor presencia de la electrificación. Eso le permite homologar un consumo de 4,5 l/100km al tiempo que mantiene ventajas como el generoso espacio interior de su carrocería familiar o la tecnología y calidad de Toyota.
Híbridos enchufables (PHEV)
La gama se completa por arriba con el primer híbrido enchufable de la marca. Se trata del Suzuki Across y también proviene del acuerdo con Toyota. De hecho, se trata de un Toyota RAV4 PHEV al que se han cambiado cuatro detalles. Por eso, monta una mecánica de 2.5 litros junto a dos motores eléctricos, uno en cada eje, para lograr la tracción total E-Four. En este caso se desarrollar una potencia de 306 CV, siendo el más potente de su historia.
Tras probarlo, sorprenden sus prestaciones, pero sobre todo sorprende su autonomía eléctrica. Gracias a una batería de iones de litio de 18,1 kWh, es capaz de recorrer hasta 75 kilómetros sin usar la gasolina. Además, cuenta con varios modos de conducción para ir adaptándose a las condiciones y guardar la carga de la batería.
Bonus track (gasolina sin electrificar)
Es verdad que hemos dicho que la gama de Suzuki era totalmente híbrida y que estaban volcados en la electrificación. Pero se han tomado la licencia de hacer una excepción con el Suzuki Jimny Pro que también pudimos probar. El pequeño todoterreno de la firma tuvo que ser retirado de la comercialización por el tema de las emisiones y la única forma de traerlo de vuelta fue con homologación de vehículo comercial N1.
Eso supone que pierda la segunda fila de asientos, que tenga que pasar ITV con más frecuencia o que no tenga que pasar de 90 km/h. Sin embargo, mantiene sus capacidades intactas, con el motor de 1.5 litros y 102 CV como única opción, siempre con la tracción AllGrip conectable con reductora. Es capaz de hacer auténticas virguerías fuera del asfalto gracias a sus generosos ángulos o a sus apenas 1.090 kg de peso. Un vehículo fetiche que se mantendrá sin electrificar.
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