En la mayoría de modelos actuales vemos la misma situación, sus respectivos fabricantes se plantean si convertirlos en eléctricos para adaptarse a los tiempos que corren. Hemos visto transformaciones tan polémicas como la del Renault Megane, al tiempo que otros directamente desaparecen para dar lugar a reemplazos totalmente electrificados con otro nombre. Ahora se confirma que el Dacia Sandero eléctrico llegará en 2027 y genera ciertas dudas. ¿Seguirá siendo el vehículo más vendido tras los cambios?
El Sandero está en un momento dulce. Se situó en lo más alto de las listas de ventas europeas (incluida la española) en 2024 y porta una fórmula que le ha llevado a triunfar. Este modelo ha apostado por la simplicidad y por un precio contenido. Todos sabemos que no es el coche más tecnológico o más avanzado, pero hay pocos que puedan dar tanto por lo que cuesta. Sin embargo, la firma de origen rumano no se conforma y quiere también tener una versión eléctrica en la gama para estar preparada para lo que se viene.
Muchos podrían pensar que sacar un Sandero eléctrico es pegarse un tiro en el pie. Dacia ya tiene colocado en ese segmento al Spring, un eléctrico de acceso que es de los más asequibles del mercado y funciona muy bien en entornos urbanos. Sin embargo, esto es algo diferente, ya que es una variante adicional para la gama. No significa el fin del Sandero de combustión, el eléctrico convivirá con los de gasolina e híbridos. De hecho, se asentará sobre la misma plataforma CMF-B que tantas alegrías le ha dado a la marca.
Esa base técnica todavía tiene potencial y podría hacer que el Dacia Sandero eléctrico compartiese algunos componentes con los Renault 4 y 5. Eso sí, tienen claro que su planteamiento no será nada rompedor. Será un eléctrico accesible por precio, una filosofía intrínseca en el modelo. No se pueden esperar grandes autonomías o cargas ultrarrápidas. Quiere democratizar la tecnología y completar al Spring, que podría quedarse algo justo fuera de la ciudad.
El año de lanzamiento parece que será 2027 y habrá que esperar para saber más datos. Parece seguro que saldrá algo más caro de los 13.940 euros que cuesta el más básico de combustión y también estará por encima de los 17.890 euros que vale el Spring.
Fuente: Automotive News