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DS 7 Crossback prueba – 48.1
Pruebanoticias/
Luis Ramos Penabad

DS 7 Crossback, a prueba ¿se puede plantar cara a los SUV premium?

Lanzar una marca de coches en pleno siglo XXI no es una tarea sencilla. El Grupo PSA se decidió a hacerlo y ojo, no cualquier marca, sino una que pudiese plasmar en sus vehículos todos los genes del lujo francés. Esa no es otra que DS, que por fin comienza a contar en su gama con coches propios, totalmente desligada ya de Citroën. Y el primero de ellos no es otro que el DS 7 Crossback que hoy tenemos entre manos.

El germen de la nueva marca Citroën retomó la denominación de uno de los mejores coches de su historia, el fabuloso DS, para crear una línea de modelos más distinguida. Con la llegada de Carlos Tavares a la presidencia de PSA, en 2014 se decidió crear con ellos una firma totalmente independiente, dentro de su plan de reorganización de marcas.

En un principio se trató simplemente de eliminar los rastros de los chevrones de aquellos Citroën, al tiempo que se iba creando en toda Europa una red de concesionarios especial, más exclusiva (algo que no se hace de un día para otro).  Y, por fin, llegó su primer coche propio, este DS 7 Crossback 2018.

Ha llegado directamente al segmento de los SUV grandes, un tipo de carrocería muy en boga pero en el que todas las marcas premium tienen rivales de alcurnia, algunos de ellos con varias generaciones a sus espaldas. ¿Qué puede aportar el DS 7 Crossback en esta competida categoría? Lo conducimos una semana para comprobarlo.

Exterior

Llevábamos mucho tiempo esperando este coche de producción, que anticipó Concept Wild Rubis presentado en 2013. Desde luego, el coche es llamativo, pero quizá no se han tomado demasiados riesgos con el objetivo de que el extremismo acabase por restar ventas.

La línea nos recuerda, de manera innegable, a los todocamino de Audi, los Q3 o Q5. No es algo malo, en absoluto, se trata de coches que gustan. Mide 4.570 mm de longitud, por lo que se sitúa justo entre estos dos modelos alemanes (4.484 mm el primero y 4.663 el segundo, para que te hagas una idea). Otras cotas con los 1.875 mm de anchura o los 1.620 mm de longitud.

Pero el lujo debería unas pautas diferentes a lo que uno acostumbra a ver en su día a día. Y, para no ser vulgar, el lujo debería ser sutil, estar en pequeños detalles maravillosos… y ahí es donde el DS 7 Crossback ha apuntado.

Más que unas líneas realmente originales, el primer coche 100% DS ha buscado dejarte boquiabierto con elaboraciones soberbias en algunos aspectos, como los grupos ópticos delanteros que están situados a ambos lados de la parrilla hexagonal de generosas dimensiones que cuenta con el logo DS en medio… y justo encima de él (hay que prestar atención) una cámara un tanto especial, pues permite ver de noche, con su propio surtidor de agua para mantenerla limpia en todo momento.

Estos faros los componen unos diodos de les que te reciben pivotando 180 grados y con una luz púrpura. También destaca en esa parte delantera la fila de LED vertical en los laterales y los cromados.

En la parte baja contamos con una toma de aire, que integra algunos sensores más y el protector de los bajos en negro, en contrate con el color de la carrocería. El juego de los retrovisores en dos colores es otro de esos detalles que se ven poco y que van haciendo el coche cada vez más singular.

La vista lateral no tiene rasgos muy llamativos. Es la típica silueta de un SUV, con una línea de cintura alta, con los bordes de las ventanillas cromados (con unos ajustes entre ellos muy buenos, nada desalineados, que denota una buena calidad de fabricación).

Destacar las líneas de expresión en la parte alta de las manillas que se funden en las ópticas delanteras y traseras o los típicos bajos y pasos de rueda, con unas llantas de 20 pulgadas y neumáticos 235/40). Entre ellas, una distancia de  2.738 mm (casi 6 cm más que el Peugeot 3008, un SUV que presume ya de una buena habitabilidad).

En la zaga de nuevo encontramos unos provocativos pilotos. Van encapsulados en un cristal y con un marco cromado que los une entre sí, pero los juegos de luces y formas que consiguen son realmente sugerentes. Se encuentran totalmente integrados en el portón, lo que obligó a los diseñadores a incluir otros grupos ópticos en el paragolpes, de modo que se pueda seguir viendo el coche al abrir el maletero.

En definitiva, se trata de un modelo que no llega a revolucionar con sus líneas (algo que sí hizo el coche que dio el nombre a la marca, a lo que unía singulares soluciones tecnológicas). Sin embargo, sí cuenta con detalles capaces de conquistar al descubrirlos… si bien eso implica acercarse a conocerlo. Puede que unas líneas más cercanas a los prototipos DS E-Tense o aquel espectacular Numero 9 Concept hiciesen girar más cuellos. Incluso recuperar el diseño retro como este ejemplo, ganaría los corazones de los más puristas. Pero al final se trata de vender coches… para ganar dinero y luego poder arriesgar más.

Interior

Recuerdo a menudo cuando, hace muchos años en una presentación un veterano periodista del motor me contaba (con mucha gracia) cómo él solamente se fija en el interior, que es lo que ve cuando va en el coche… y también quien compra los coches. Si esto fuese siempre así, el selecto ambiente que han creado en el DS 7 Crossback tiene mucho ganado sobre sus rivales.

Empecemos por el puesto de conducción. Las dos soberbias butacas delanteras son realmente cómodas y tapizadas, en el caso de esta unidad de prueba, en un cuero muy gustoso a la vista y al tacto. El espacio es más que suficiente en todas las cotas y ambas están separadas con una consola ancha y en la que se han empleado también unos excelentes materiales.

Se ha jugado mucho con los rombos (la forma del diamante)  en el diseño de los diferentes mandos que se han colocado en ella, dispuestos verticalmente (como los elevalunas). Este detalle lo vemos incluso en los aireadores laterales o en las puertas, con unos motivos que se retroiluminan al abrirlas.

En el salpicadero el protagonismo recae totalmente en la pantalla del sistema de infoentretenimiento, con un buen brillo y resolución. Se ha apostado por unos “botones” en la parte inferior que no son tales para acceder a las principales funciones. Me parecieron demasiado sensibles, ya que a veces cuando te mueves por menús en la pantalla táctil cambias de pantalla con solo rozarlos.

Para el volumen, un mando giratorio central que imita al tallado de una piedra preciosa, que da mejor sensación a la vista que al tacto, ya que se siente demasiado de plástico, cuando no lo parece.

En la parte superior se encuentra un reloj analógico firmado por BRM. Surge del salpicadero cuando pulsas el botón de encendido, situado justo bajo él y cuyo tacto no me ha convencido, sobre todo teniendo en cuenta que es el encargado de “dar vida” al coche.

Sí me gustó mucho el tacto y grosor del volante, achatado en su base y con varios mandos (botones y giratorios), para controlar volumen y vistas del cuadro digital que podemos ver a través de él. Puede seleccionarse la información que deseas visualizar, en función de varios programas predefinidos.

Al principio desconcierta un poco el modo tan efectista de pasar de uno a otro, con mucho movimiento de rombos que se mueven y desaparecen, pero enseguida le pillas el truco. Habrá quien prefiera los clásicos relojes, que por ser lo esperado no cuenta con adaptación alguna. Desde luego, en esto han sido atrevidos y puedes ver en esa pantalla datos de la navegación, cómo funcionan los distintos sistemas de seguridad… e incluso un espectacular modo de visión nocturna.

Tras el volante contamos con unas levas para el cambio de marchas y un mando satélite clásico el todos los modelos del Grupo PSA para el control de velocidad de crucero. No me suele gustar esta solución pudiendo integrarla en el volante, pero eso ya es una manía personal.

Por otro lado, los materiales y ajustes entre piezas me han parecido muy buenos (algo más sencillos en la parta más baja). Los ajustes entre piezas revelan mucho mimo constructivo y el cierre de puertas consigue un buen aislamiento.

En cuanto a las plazas traseras, hay buen espacio para dos personas en todas las cotas y sus puertas y asientos están rematados con el mismo cuidado que los delanteros. El pasajero de la plaza central no irá tan desahogado porque su asiento es más estrecho y el respaldo más duro (tras él se esconde el reposabrazos con portabebidas). Eso sí, no tendrá problema para ubicar sus pies porque todo el piso es totalmente plano.

El buen trato que se da a esos pasajeros se demuestra en detalles como el control de la climatización, en un display digital que cuentan en el final del túnel central, un par de tomas de USB, dos luces individuales (sin botón, con sólo acercar el dedo se encienden o apagan) y la posibilidad de reclinar los asientos, desde un mando en la propia puerta que, al principio, cuesta descubrir.

En el apartado práctico, contamos con las habituales bolsas de la puerta, guantera y el cofre entre los asientos, que tiene una buena capacidad. Ante el selector del cambio hay un espacio, con tapa, para dejar objetos, donde encontramos también una toma USB y una de 12V, así como un pequeño hueco detrás que parece pensado para dejar el móvil.

Maletero

El maletero tiene 555 litros de capacidad. Cuenta con un piso que se puede colocar a dos alturas, con lo que se crea un doble fondo si se coloca en la superior. No es el más grande de la categoría, pero sí al nivel de un Audi Q5, un BMW X3 (ambos con 550 litros) o un Alfa Romeo Stelvio (525 litros).

Está bien rematado y sus formas son bastante regulares, lo que lo hacen muy aprovechable, si bien la boca de carga está en una posición algo elevada. Nos ha llamado la atención que tenga una bandeja para ocultar la carga y no opte por un sistema de cortinilla enrollable, un sistema más cómodo a nuestro parecer. Hay también un par de bolsillos laterales y ganchos para poder sujetar la carga. Contamos con una rueda de repuesto temporal bajo el piso.

Si se precisa más espacio pueden abatirse los respaldos de los asientos traseros, que están divididos en dos secciones (60:40). La banqueta es fija, no se puede desplazar longitudinalmente como en otros SUV del grupo como el Peugeot 5008 o el Citroën C5 Aircross. Si se realiza esta operación queda un volumen de 1.572 litros, una cifra muy buena y con el piso en la posición más elevada la superficie resultante es totalmente plana.

Equipamiento

Nuestra unidad de pruebas cuenta con el acabado Grand Chic, el más alto de gama. Si quieres un DS 7 Crossback tienes como escalón de acceso la terminación Be Chic (ya con el paquete de seguridad Safety Pack, la pantalla multimedia de 8 pulgadas o suspensión adaptativa predictiva. Por encima se sitúa el So Chic, que añade algunos elementos como alerta por cambio involuntario de carril, iluminación interior por LED, sensores y cámara trasera de asistencia al aparcamiento…

Si lo que se desea es darle una impronta deportiva (en lo estético, no hay modificaciones de chasis o motor, contamos con la Performance Line, con llantas de aleación negras o las lunas tintadas.

La terminación superior Grand Chic que tenemos entre manos ya presume de serie con los faros LED adaptativos, intermitentes dinámicos, salpicadero con pantalla táctil de 12 pulgadas con navegador, tapicería de piel, asientos traseros eléctricos, recarga por inducción o la suspensión adaptativa…

No olvidemos las llantas de aleación de 18 pulgadas, el portón trasero de apertura automática, climatizador con mandos independientes en las plazas traseras, asientos traseros con respaldos regulables eléctricamente, volante multifunción…

Nuestra unidad contaba con varios elementos de equipamiento extra. Por un lado, el sistemas de seguridad como el Connected pilot, el sistema que vigila la atención del conductor o la cámara de visión nocturna (de un funcionamiento exquisito, ve mucho más allá que los faros y distingue a peatones o animales, avisando si están demasiado cerca). Estos sistemas son opcionales incluso en esta terminación alta de gama.

La pintura rojo Absolute nacarado tiene también un sobrecoste, así como las llantas de 20 pulgadas. El interior es así de acogedor gracias al pack Opera, que suma esa dosis extra de lujo con el salpicadero en cuero y costuras de pespuntes o los fabulosos asientos.

Uno espera una factura alta cuando empieza a completar en el configurador unos cuántos opcionales. El precio de partida de un DS7 Crossback con el acabado Grand Chic y el motor de gasolina intermedio es de unos 42.000 euros (en función de la promoción de ese mes). Lo bueno es que los opcionales tienen unos precios más que razonables. A diferencia de otras marcas Premium, es posible adpatar el coche a tus gustos personales sin que eso suponga cenar arroz unos meses.

El precio total de la unidad probada no alcanzaba los 50.000 euros. Un precio alto, desde luego, pero si tienes en cuenta todo el equipamiento que inluye y buscas un coche de una marca premium con su tamaño con su potencia (180 CV), prepara en torno un 20% más de presupuesto. Y eso nos parece demasiado, porque no hay tanta diferencia entre los coches que justifiquen esa diferencia a igualdad de dotación y presataciones.

De todos modos, siempre puedes buscar en nuestra sección de coches nuevos las ofertas de DS 7 Crossback, publicadas por los concesionarios oficiales de la marca en toda España, para rebajar este precio. También te recomendamos echar un ojo a nuestro comparador de seguros para dar con la póliza que mejor se ajusta a tus necesidades y presupuesto.

Motor

Este unidad monta la versión intermedia de entre las opciones de gasolina. La gama arranca con el 1.2 Puretech de 130 CV y luego contamos con este 1.6 Puretech de 180 CV. La variante más potente es el 1.6 PureTech de 225 CV. Si prefieres diésel porque haces una mayor cantidad de kilómetros, cuentas son dos propulsores, el 1.5 BlueHDi de 130 CV, y con el 2.0 BlueHDi de 180 CV.

No podemos dejar de mencionar que próximamente se unirá a la oferta la versión híbrida enchufable, el DS 7 Crossback E-Tense, que combina un motor de gasolina de 200 CV con dos eléctricos de 109 CV. Alimentado por unas baterías de iones de litio de 13 kWh de capacidad, es capaz de recorrer 50 kilómetros en modo eléctrico.

¿Por qué apostar por el 1.6 Puretech? Pues, par empezar, porque este motor implica un desembolso 2.700 euros menor que el más potente. Y mueve bastante bien los algo más de 1.500 kg (una cifra muy buena, de las mejores de su categoría, no incluye el equipamiento opcional). Entrega sus 133 kW de potencia máxima a 5.550 rpm.

Este motor de 1.598 cc va ligado a un cambio automático de ocho relaciones por convertidor de par firmado por el especialista Aisin, que envía la potencia a las ruedas delanteras de manera exclusiva. Las prestaciones no son malas, ya que puede acelerar de 0 a 100 km/h en 8,9 segundos (apenas 6 de 80 a 120 km/h). De seguir acelerando podrías alcanzar hasta 220 km/h.

Los consumos homologados se quedan en 5,9 l/100 km, con un nivel de emisiones de CO2 de 134.0 g/km, lo que lo deja en el primer tramo de pago del impuesto de matriculación. Todas estas cifras son las que publica la marca en su ficha técnica. Es hora de ver cómo se porta en marcha.

Comportamiento

Nada más arrancar ya comprobamos que lo que pretende este DS 7 Crossback es la comodidad del ocupante. Estás en un ambiente selecto, que pretende tratarte como pocos como hemos visto, y en marcha el coche pretende que eso no cambie.

La dirección suave, pedales que no exigen mucho esfuerzo y un motor del que apenas percibes ruido o vibraciones. Y, lo más sorprendente, la suspensión. Pese a que nuestra unidad “calza” unas llantas de 20 pulgadas de perfil bajo, consigue ser un coche cómodo, ya que apenas se transmiten las imperfecciones del asfatlo a los ocupantes del coche.

La suspensión adaptativa DS Scan Suspension actúa en función de las irregularidades que el coche se va a encontrar, adaptando su dureza anticipadamente para que conductor y pasajeros disfruten en todo momento de una gran calidad de rodadura. Aquí te explicamos cómo funciona.

No es tan especial como lo era la hidroneumática del Tiburón (que controlaba la altura de manera constante o permitía variar la altura de la carrocería, entre otras lindezas), pero sirve para demostrar que este coche es más que fachada, que hay un interesante trabajo de ingeniería detrás. Emplear la misma plataforma EMP2 que muchos otros modelos del Grupo PSA, pero además de esta suspensión adaptativa inédita, emplea un eje multibrazo trasero y la arquitectura es un 21% más rígida que la del resto de modelos con los que comparte plataforma.

Casa a las mil maravillas con la filosofía del coche el cambio automático Aisin de ocho relaciones, suave en las transiciones, rápido (los hay más, todo sea dicho) y con función de desacople en el modo de conducción Eco. Porque, con el botón Drive Mode en la consola, podemos cambiar mucho el comportamiento del coche (se percibe claramente) en función de si utilizamos el mencionado Eco, el Comfort o el Sport.

Este dispositivo varía la respuesta del acelerador y la dirección, la puesta a punto de la suspensión adaptativa o el sonido del motor (suena algo artificial en el modo Sport, pero está logrado). El 1.6 Puretech es un motor bastante elástico y progresivo con todos ellos, de un funcionamiento agradable y con prestaciones adecuadas para un coche de este volumen.

Además del modo automático, si queremos sacar más partido al propulsor conviene pasar al modo manual (la caja tiende a buscar en todo momento la relación más larga posible). No podemos actuar sobre la palanca, debemos usar las levas tras el volante. La izquierda, que usamos para recucir, nos ha parecido que queda demasiado cerca del mando de las luces y el del control de crucero.

El coche va de fábula en ciudad y en vías rápidas, pero como es habitual, lo sacamos de su zona de confort, enfrentándolo a vías lentas de curvas. Y sorprende. A pesar de que tratarse de un vehículo que apuesta por la comodidad, resulta muy preciso, con reacciones previsibles. Las suspensiones resultan muy equilibradas en este sentido con pocos balanceos. Destacar también el equipo de frenado, muy competente.

¿Y los consumos? Es difícil conseguir lo anunciado. En nuestros primeros días con el DS 7 Crossback por ciudad nos movíamos en el entorno de los 8 l/100 km. Cuando después afrontamos un viaje largo (en torno a 1.000 km ida y vuelta), nos quedamos en 7,2 l/100 km, una cifra que vemos más cercana a la realidad.

Pese a que su carrocería SUV podría llevar a pensar en un modelo apto para circular por vías complicadas, no nos aventuramos más allá de unos caminos de tierra sencillos (incluso para un turismo convencional). En la marca así lo ven y por el momento no existen variantes de tracción total. Tan sólo ofertan un paquete opcional, el Advanced Traction Control para aumentar la versatilidad con modos de conducción específicos en función de las condiciones y neumáticos M+S.

Opinion coches.com

Si en el mundo de las berlinas parece que nadie puede hacer sombra al triunvirato alemán, parece que puede haber un hueco para marcas nuevas en el mundo de los SUV premium. Sobre todo si tienen argumentos y cosas nuevas que aportar, como es el caso de este DS 7 Crossback.

Con un tamaño interesante, grande sin ser enorme, puede que no impacte visualmente de primeras, pero sí cuenta con detalles de diseño interesante suficientemente cautivadores. Gana en el interior, por calidad de acabados (hay algún pecado de juventud, como las terminaciones de algunos mandos).

Dinámicamente, apuesta por un confort con un trabajo de suspensión excepcional que no le hace amilanarse cuando buscas algo de dinamismo. El precio es elevado, pero permite equiparlo al gusto (sin olvidar altísimos estándares de seguridad activa) sin que se dispare.

Desde luego, DS se ha ganado un lugar entre los SUV más selectos. Y esto es sólo el principio. En breve llegará un nuevo modelo con dimensiones comedidas, el DS 3 Crossback y así, hasta seis nuevos coches en los próximos seis años.

DS 7 Crossback Puretech 180 Grand Chic
8.1Nota
Lo mejor
  • Interior que piensa mucho en los ocupantes
  • Confort de marcha y suspensiones muy equilibradas
  • Precio con opciones que no se dispara
Lo peor
  • Diseño de la carrocería demasiado impersonal
  • Menos versatilidad de uso al no contar con variantes 4x4
  • Tacto de algiunos mandos que no están a la altura del conjunto
Diseño8
Habitabilidad8.5
Acabados8.5
Maletero7.5
Equipamiento8.5
Motor8
Comportamiento8
Calidad Precio7.5

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