Hyundai Kona 1.6 T-GDI 198 CV 4×4, a prueba: ¡bendita revolución!

 A veces echo de menos mi niñez, aquellos tiempos en los que no existían preocupaciones y la felicidad era sencilla. También esa inocencia que nos llevaba a pensar que todo era posible. Ahora mismo no me acuerdo del momento exacto cuando dejé de creer que todo es posible, pero creo que estoy volviendo a recuperar la esperanza. Me ha ayudado el Hyundai Kona, pues estoy probando su segunda generación, que se presentaba con ese lema.

Y no hablo de locuras como que pueda creer que este coche vuele o que expulse refresco por el escape, hablo de que creo que es de los coches más completos de la actualidad, capaz de adaptarse a cualquier tipo de persona. Disponible en versiones de todo tipo con aspectos bien diferenciados, se ha renovado en diseño, aumentado en tamaño y completado a nivel tecnológico. Todo desde un precio de partida que está en 25.190 euros.

Este Hyundai Kona he tenido que probarlo yo porque a mi compañero Luis se le sigue escapando la risita cada vez que lo ve. El motivo es que él es gallego y la traducción de esta palabra allí se refiere a de forma vulgar a las partes íntimas de la mujer. Levantó bastante polémica en su lanzamiento, pero en España lo han mantenido así. Sin embargo, en Portugal se llama Hyundai Kauai para evitar el chiste fácil.

Exterior

El diseño es de las cosas más discutibles del Hyundai Kona. No voy a entrar a valorarlo, simplemente voy a decir que no deja a nadie indiferente y que gira cabezas a su paso. Habrá gente que lo ame y otra que lo odie, pero llama la atención allá por donde va. Como el Hyundai Staria que mi compañero Luis catalogó como una nave espacial salida de Star Wars, este modelo también tiene el último lenguaje de diseño de la marca coreana. Eso incluye la iluminación LED Seamless Horizon, con una fina banda horizontal que recorre todo el ancho del coche. Son realmente para las luces diurnas, pues los faros principales están situados en los costados.

Una de las mayores particularidades del Hyundai Kona es que cambia su apariencia notablemente entre las versiones. Eso quiere decir que este de combustión será muy distinguible del híbrido y también del eléctrico. La paleta de colores es distinta y otros detalles como la rejilla, los paragolpes o los bajos de la carrocería. De hecho, dicen que se ha partido de la base del eléctrico y de ahí que tenga un aspecto tan futurista o un coeficiente aerodinámico de 0,27 Cx gracias a las aletas de aire activas. Las llantas pueden ser de 17 o 18 pulgadas en función de la versión, mientras que los que lleven el acabado N-Line también ofrecen una imagen más deportiva.

Llaman mucho la atención otros detalles como las formas de las puertas, los pasos de rueda cuadrados o cómo queda resuelto el pilar C. Y llegamos a una zaga que nos deja un poco desconcertados porque luce de forma muy similar al frontal. Quitando el spoiler de techo y la pequeña luneta, tiene la misma solución lumínica: unos pilotos traseros que quedan resumidos en una barra horizontal que forma una línea de píxeles. Hay algunos apoyos en los laterales, mientras que el portón tiene el logo de la marca y el nombre del modelo. El paragolpes es bastante deportivo y en esta versión de gasolina tiene una salida de escape doble.

Como ya adelantamos, el Hyundai Kona ha crecido mucho en dimensiones. Sigue ocupando ese hueco en la gama que hay entre el Bayon y el Tucson, pero ahora es casi 15 cm más largo que su antecesor. Eso hace que se acerque peligrosamente al segmento de los SUV compactos, aunque lo seguiremos considerando como un B-SUV. Mide 4.350 mm de largo, se va a los 1.825 mm de ancho, con 1.570 mm de alto y una distancia entre ejes de 2.660 mm. Por encima de sus principales rivales como el Peugeot 2008 o el Jeep Renegade.

Interior

Lo mismo pasa con el habitáculo del Hyundai Kona, que es igual de futurista y revolucionario que el exterior. Lleva la tecnología por bandera con una digitalización absoluta y sin apenas botones. Lo consigue con una pantalla panorámica dual, una superficie acristalada continua que ocupa gran parte del salpicadero y que está formada por dos pantallas de 12,3 pulgadas. Recibe el nombre de C-Pad y, como viene siendo habitual, la izquierda está reservada para la instrumentación y la derecha es la táctil que controla el resto del infoentretenimiento.

Comenzamos por la parte del conductor, que tiene a mano un volante con un tacto muy bueno y en el que se ha eliminado el logotipo de la marca, un movimiento que sigue los pasos de los Ioniq. Es multifunción y sirve para controlar la instrumentación digital de 12,3 pulgadas que ofrece varias vistas y la información necesaria para la conducción. Este sistema multimedia es bastante sencillo de utilizar, tanto la instrumentación como la pantalla táctil principal, también con 12,3 pulgadas para ser una de las más grandes del segmento y dejar atrás a sus principales rivales.

Esa segunda pantalla es intuitiva y fácil de utilizar. Tiene conectividad con Apple CarPlay y Android Auto mediante cable y sorprende también que aparezcan botones. Por debajo, en la zona central, hay un buen número de controles analógicos para los accesos directos de los menús y también para la climatización, un detalle que nos ha gustado. Lo mismo ocurre con la consola central, despejada debido a que el selector de marchas está en el volante y con muchísimo hueco para dejar objetos, incluyendo una superficie de carga inalámbrica. Lo único que enciende mi TOC es que la línea roja del salpicadero tenga ese salto entre las dos zonas…

A pesar de destacar por sus generosos huecos, hay otras cosas que no relucen tanto. En la calidad hay luces y sombras, pues en esta versión vemos una tapicería muy cuidada para los destacados asientos con reglajes eléctricos, calefacción, ventilación y memoria; lo mismo que la parte alta del salpicadero. Pero hay otras zonas que no están igual de bien resueltas. No tiene Piano Black, pero sí un plástico más duro y de tacto menos agradable en la zona de las puertas y en la consola central. Es uno de los fallos más destacables y un punto que muestra que es un vehículo generalista.

Que haya experimentado ese aumento en sus dimensiones también se traduce en un interior mucho más amplio y habitable. Las plazas delanteras ofrecen mucho desahogo y comodidad, pero es que las traseras también van a ser notables. Presumen de tener un espacio para la cabeza ejemplar, incluso con el techo solar, y el que queda para las piernas hace que sobre para usuarios de hasta 1,85 metros. Llama la atención que los asientos delanteros tengan un grosor reducido para conseguirlo. Además, también convence por la anchura. No tiene cinco plazas reales porque el asiento central carece de forma, pero está claramente por encima de la media en este sentido.

Maletero

El maletero es uno de los grandes beneficiados del aumento en dimensiones que ha experimentado el Kona. Antes decíamos que estaba claramente por debajo de la media al quedarse en hasta 374 litros. Ahora supera a sus rivales más directos como el Peugeot 2008 al tener 466 litros, una cifra mucho más adecuada e incluso más propia de modelos de segmentos superiores. Llama la atención que no haya variación del maletero entre versiones. Como estuvo planteado como eléctrico desde el principio, tanto el de cero emisiones como el eléctrico mantienen los mismos 466 litros.

Por no hablar de otra serie de ventajas que encontramos en esta superficie. Además de los ganchos para fijar la carga o la iluminación, también vemos un piso que se puede colocar a dos alturas, dejando un hueco por debajo de lo más aprovechable. No podía faltar esa opción de abatir la segunda fila de asientos, algo que en este ejemplar se puede hacer en tres partes (40:20:40) para dejar una superficie plana con una capacidadmáxima de hasta 1.189 litros.

Motor

El aumento de dimensiones en este modelo se debía a que ahora se asienta sobre la plataforma K3 de la marca. Eso también permite esa gama mecánica tan completa, que se ajusta a las necesidades de todos los públicos. Comenzamos por las versiones más convencionales, que tienen la versión de acceso 1.0 T-GDI de tres cilindros y 120 CV. Puede ir con la etiqueta C en su versión sin electrificar, aunque también con la ECO si se opta por la tecnología Mild Hybrid de 48 V. Por encima queda el 1.6 T-GDI de cuatro cilindros y 198 CV, que va sin electrificar y que puede llevar opcionalmente la tracción total como es el caso del nuestro.

La versión de acceso es similar a opciones de otros rivales, pero aquí se abre el abanico a partir de ahí. Hay una versión híbrida que emplea el motor 1.6 GDI junto a un bloque eléctrico para ofrecer 141 CV de potencia y una eficiencia envidiable, siempre ligado a la transmisión automática 6DCT. El Kona Eléctrico prácticamente es considerado como un modelo diferente por razones obvias. En ese caso, tiene dos variantes, una con 156 CV y una batería de 48,4 kWh que tiene una autonomía de 340 kilómetros y otra con 218 CV y batería de 65,4 kWh para poder completar 490 kilómetros con una sola carga.

Comportamiento

Ya al volante del Hyundai Kona hay que decir que estamos probando el tope de gama, con permiso del Kona N hasta que llegue. Se trata del 1.6 T-GDI de 198 CV y 265 Nm de par, ligado a la transmisión automática de doble embrague y siete velocidades y también a la tracción total 4×4, siendo el único que es capaz de tenerla. Lo primero que hay que decir es que es un nivel de potencia elevado, probablemente sobrado para el día a día de la mayoría de usuarios. Es el que menos lógica tiene, pues el 1.0 T-GDI de 120 CV, que es más barato, será suficiente en la mayor parte de los casos, mientras que el híbrido y el eléctrico tienen otras motivaciones.

A pesar de tener casi 200 CV de potencia a veces parece que no los tiene. Me explico, se nota lleno en cualquier parte del cuentarrevoluciones, cuando le pisas está claro que sale; pero la sensación principal es que es algo lento de reacciones. La cuestión es que la transmisión automática de doble embrague y siete velocidades no siempre es precisa. Es bastante rápida cuando hace las transiciones entre marchas, pero hay veces que notamos que va en una marcha que no es la correspondiente o al menos no nos lo parece.

Aunque eso también dependerá de los modos de conducción. En este Kona se puede elegir entre el Eco, el Normal y el Sport; siendo ese último el que hace que gane un poco de mordiente. También con el que consigue sus prestaciones máximas. En este caso, acelera de 0 a 100 km/h en 8,1 segundos y su velocidad máxima es de 210 km/h. No está mal para un SUV de estas características y hay una opción adicional para este ejemplar. Porque al ser el 4×4, tiene un bloqueo de esa tracción para salir de situaciones más peliagudas.

En ningún caso podemos decir que el Kona se trate de un todoterreno. Simplemente es interesante que todavía ofrezca la tracción total mientras la mayoría de sus rivales la han abandonado. Eso lo hace interesante para algunas zonas con climatología adversa o para aquellos que quieran abandonar el asfalto, aunque sea de forma cautelosa. También va a repercutir directamente en su comportamiento. La versión 4×4 es la única que tiene un eje trasero multibrazo en vez de la barra de torsión de otras variantes. El delantero sigue siendo McPherson.

Eso convierte al Kona en un vehículo muy equilibrado y hecho para cualquier tipo de uso. Lo que más destaca es la comodidad que ofrece, de hecho, el confort en marcha es uno de sus puntos fuertes. Me parece un coche ideal con el que moverse por la ciudad debido a su maniobrabilidad y cómo la suspensión es capaz de absorber badenes e imperfecciones en el asfalto. En autopistas y autovías ofrece un buen aplomo y no es demasiado ruidoso. En carreteras secundarias no va a ser el coche más rápido ni tampoco ofrece un comportamiento deportivo, pero no desentona demasiado.

Se encasilla como un coche que sirve para todo y eso ha hecho que sea el elegido por el Atlético de Madrid para las jugadoras de su sección femenina. Aunque es habitual que los equipos grandes tengan acuerdos con los fabricantes, era la primera vez que una marca entregaba una flota únicamente al equipo femenino. Por contrapartida hay que decir que los chicos llevan Tucson, más grande y caro.

Llegados a este punto hay que decir que el Kona en esta versión no es el coche más ahorrador del mundo. Homologa un consumo medio de 6,9 l/100km, que está más de un litro por encima de la versión de acceso y mucho más del híbrido. Y en la vida real, nosotros hemos hecho medias de alrededor de los 7,8 litros. Por lo tanto, hay que reconocer que en los tiempos que corren el Kona 1.6 T-GDI 198 CV 4×4 es la versión que menos lógica tiene. No lleva etiqueta ECO ni CERO, que está disponible en la gama, el consumo es elevado y su comportamiento tampoco es el de una variante N.

Opinión coches.com

El Hyundai Kona es el verdadero ejemplo de cómo tiene que ser una actualización en un automóvil. Acostumbrados a cambios generacionales algo descafeinados, el SUV pequeño coreano introduce una auténtica revolución que afecta a prácticamente todos sus aspectos. Es bastante más grande, tiene un diseño muy diferente, una tecnología muy evolucionada, más espacio en el interior y maletero… Por no hablar de que mantiene esa gama mecánica para que no haya límites a la hora de llegar al usuario. Siempre aplaudimos el atrevimiento y el Kona es merecedor de ese aplauso.

Este modelo parte de 25.190 euros en su versión más accesible, una tarifa similar a la de otros rivales y algo por encima de la media del segmento B-SUV. Sin embargo, nosotros estamos conduciendo una versión bastante alta de gama, un escalón por debajo del futuro Kona N gracias a sus casi 200 CV y a la tracción total. Eso, junto a un equipamiento destacadísimo, hace que el precio se eleve y que estemos acercándonos a los 40.000 euros de tarifa. Aunque si te pasas por Coches.com, te podrás ahorrar un pico gracias a sus ofertas de VN, además de obtener una buena financiación o llevarte este Kona en la modalidad de renting.

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