Muchos de los que hayáis leído Zafira en el nombre de esta prueba habréis entrado pensando en otro vehículo que el que tenemos aquí presente. Hasta hace poco, el Opel Zafira era aquel popular monovolumen de hasta siete plazas, un modelo que estuvo muy presente durante la pasada década. Pero las ventas de ese segmento fueron cayendo y la marca del rayo decidió reestructurar su gama.
Así que este es el Opel Zafira Life, la furgoneta dedicada al transporte de pasajeros que aprovecha esa denominación bien conocida por todos. Viene para sustituir al anterior Opel Vivaro Life, dejando clara la distinción e introduciendo el cambio de nomenclatura: se queda en Zafira para pasajeros y Vivaro será para carga, el modelo puramente comercial que también se renovó hace poco.
Y bueno, tras la entrada de Opel dentro de PSA era de esperar que este Opel Zafira Life compartiese arquitectura con las otras furgonetas del Grupo. Se asienta sobre la plataforma EMP2 de la misma forma que la Citroën SpaceTourer o la Peugeot Traveller, con las que compartirá un buen número de componentes, incluyendo la gama de motores. Acompáñanos para descubrir que es capaz de ofrecer esta furgoneta reconvertida en monovolumen grande.
Exterior
Lo primero que hay que decir de este Opel Zafira Life es que puede configurarse en tres longitudes de carrocería. La talla S tiene 4.606 mm de longitud y 2.925 mm de distancia entre ejes. La intermedia sería la talla M con sus 4.956 mm de largo y 3.275 mm de batalla. En nuestro caso tenemos una unidad con la talla L, la más grande disponible con sus 5.306 mm de largo, manteniendo esos 3.275 mm de batalla. En todos los casos la anchura es de 2.010 mm y la altura parte de los 1.890 mm para poder entrar en los parkings cómodamente.
A nivel de diseño se quiere diferenciar de las versiones comerciales con algunos detalles. En este caso, se apuesta por los cromados en la parrilla, tanto el listón horizontal que la surca como los pequeños remaches. Quedan integrados a ambos lados unos faros más estrechos que los que tenía su antecesor. En la parte baja hay otras dos rejillas, una pequeña por encima de la matrícula y una más grande por debajo que se extiende y que acoge los antiniebla.
En el lateral de esta furgoneta destacan las llantas de 17 pulgadas con este acabado bitono tan llamativo. También la gran superficie acristalada que puede ir tintada como en nuestro caso. Algunos elementos como los retrovisores o la moldura en la parte baja de las puertas irían en contraste, pero en este acabado tope de gama van pintados del mismo color que la carrocería. La zaga es la zona más sobria del modelo, con un portón de grandes dimensiones y los pilotos traseros en formato vertical situados por fuera.
Interior
Subimos al interior de la furgoneta salvando una gran altura, como en cualquier vehículo comercial. Sin embargo, el habitáculo ya no es tan parco en tecnología ni justo en calidades, es más similar a lo que podemos ver en el resto de turismos de la gama. A través del volante podemos ver una instrumentación mixta con dos grandes esferas para la velocidad y las revoluciones. Entre ellas hay una pantalla TFT de 3,5 pulgadas a color con la información del ordenador de a bordo.
Aunque todo el infoentretenimiento donde se centra es en la pantalla táctil principal de 7 pulgadas. La tenemos opcionalmente con la navegación en 3D y con una conectividad muy completa que nos permite conectar el smartphone tanto con Apple CarPlay como con Android Auto. El tacto es más que correcto y es fácil hacerse a los menús simplificados, que son idénticos a los de otros modelos de PSA, dejando claro el origen de este modelo.
La calidad ha dado un paso adelante, aunque en eso también influye que estemos conduciendo una unidad con el acabado superior de la gama. Hay cuero en zonas como el volante o la palanca de cambio, aunque se delata como comercial con ver los plásticos duros que ocupan la mayoría de superficies. Aunque la mona se vista de seda… Eso sí, en este acabado la tapicería también es de cuero y consigue un tacto notable.
Aunque hemos hablado de tres tamaños diferentes para este Opel Zafira Life, lo interesante es que todos ellos tienen la opción de disponer de hasta nueve plazas y puertas correderas con apertura eléctrica. Aunque queda claro que este modelo está hecho para adaptarse a las necesidades del usuario y el número de plazas se puede ir cambiando sobre la marcha depende de lo que se busque. con bastante facilidad
Si nos centramos en nuestra unidad de pruebas, se trata de la opción tope de gama, con el acabado Business Innovation. Eso quiere decir que cuenta con seis plazas, pues incluye tanto la segunda como la tercera fila con los denominados asientos individuales VIP. En este caso se trata de buscar la comodidad de los usuarios en los viajes a pesar de tener que renunciar a algunas plazas. En otras versiones se puede contar con filas de asientos corridas para aprovechar todas las plazas.
En todos los casos tenemos raíles en el suelo que permiten ir moviendo los asientos para encontrar la medida ideal. El acceso es cómodo gracias a la gran apertura que ofrecen las puertas correderas. Cada uno de los asientos ofrece una gran comodidad gracias a su anchura, al disponer de reposabrazos individuales y salidas de la climatización aquí atrás. También se pueden montar sillas infantiles, pues cuentan con anclajes Isofix. Sobra decir que el espacio libre al techo es soberbio.
Opcionalmente este Opel Zafira Life también puede montar una mesa desplegable que sale de entre los asientos de la tercera fila. Da la opción de convertir la furgoneta en una especie de oficina sobre ruedas, pues valdría con dar la vuelta a la segunda fila de asientos para ofrecer un espacio singular en el que pueden reunirse cuatro personas. Destacar también los generosos huecos portaobjetos que hay en todas las zonas de este monovolumen grande.
Maletero
El maletero del Opel Zafira Life dependerá en gran medida de la posición de los asientos. Si van montadas las seis plazas lo cierto es que ya hay espacio suficiente para varias maletas, aprovechando hasta el techo, eso sí. Siempre se pueden ir quitando los asientos individualmente para adaptar el espacio en función de la carga que llevemos encima. Eso sí, mejor contar con ayuda para realizar esta tarea, pues cada asiento tiene un peso bastante elevado.
De esta forma, se pueden conseguir hasta 4.900 litros de volumen de carga si quitamos las dos filas de asientos, dejándolo como si fuera un comercial puro y duro. Las formas rectas hacen que podamos cargar todo tipo de objetos voluminosos con comodidad. En este caso, al tener ese esquema de furgoneta, la rueda de repuesto no está aquí dentro, sino anclada a la parte inferior de la carrocería por fuera. Lo bueno es que es de tamaño completo.
Equipamiento
El Opel Zafira Life se puede escoger en hasta cuatro niveles de equipamiento. Arranca con el Selective, que le permite tener de serie elementos como llantas de acero, climatizador automático bizona (con salidas en las plazas traseras), radio multimedia con pantalla de 5 pulgadas (con conectividad con Apple CarPlay y Android Auto), ocho altavoces, espejos retrovisores eléctricos y calefactados, elevalunas eléctricos o sensores de luz y lluvia.
Lo anterior se puede completar en el acabado Innovation con algunos componentes como las llantas de aleación de 17 pulgadas, faros de xénon, asientos delanteros térmicos, asiento del conductor con reglajes eléctricos, cristales sobretintados, puertas deslizantes eléctricas, acceso sin llave, arranque por botón, techo panorámico, panel de instrumentos Matrix con pantalla de 3,5 pulgadas, navegación integrada, Head-Up Display y diez altavoces. Es el más completo y el que llevaba nuestra unidad de pruebas.
Por otro lado, también hay opciones para las empresas. Los que busquen una herramienta de trabajo podrán elegir los acabados Business y Business Innovation, que tienen una dotación similar a la que encontramos en los otros dos acabados, respectivamente, con la diferencia de los asientos. En este caso se cuenta con una segunda fila Monoblock en vez de los asientos deslizantes y plegables que encontramos en los otros de serie, aunque en el Business Innovation también se suman los asientos VIP.
Motor
Se trata de un modelo que viene de familia industrial y de ahí que su gama de motores esté compuesta únicamente por opciones en diésel. Arranca con el 1.5D de cuatro cilindros y 120 CV, una opción que podría ser algo justa si tenemos en cuenta las dimensiones y el peso de este ejemplar. Por encima está el 2.0D de 150 CV, la versión intermedia, que al igual que el anterior solo puede ir con la caja de cambios manual.
El tope de gama es el mismo 2.0D, que en nuestra unidad llega hasta los 180 CV y 400 Nm de par. En este caso solamente puede ir ligado a la transmisión automática AT8, de convertidor de par y ocho velocidades. Todavía no hay nada confirmado, pero se espera que salga una versión 100 % eléctrica de este modelo, siguiendo el plan estratégico PACE! que fue presentado tras la adquisición por parte de PSA. Al fin y al cabo ya se ha dado un primer adelanto sobre el Opel Vivaro-e.
El Opel Zafira Life 2.0D 180 CV AT8 que tentemos entre manos tiene unas prestaciones normales para sus características. Acelera de 0 a 100 km/h en 10,4 segundos y su velocidad máxima es de 185 km/h. También destaca por una recuperación de 80 a 120 km/h en 7,9 segundos. Por otro lado, homologa un consumo medio de 7,4 l/100km y unas emisiones de CO2 de 195 g/km según el ciclo WLTP y especificando esta versión.
Comportamiento
Ponerse al volante del Opel Zafira Life es una experiencia que requiere cierta adaptación. Hay que tener en cuenta que es una furgoneta y que se conduce como tal. Lo primero es acostumbrarse a la posición de conducción tan elevada, que tiene como ventaja principal que se puede controlar el tráfico perfectamente. Lo que cuesta un poco más es hacerse a sus dimensiones. Estamos además con la versión más larga y eso hay que tenerlo en cuenta cuando estamos maniobrando.
Tenemos que reconocer que hemos sufrido un poco para estacionar en ciertos parkings, pero la tecnología (sensores y cámara) lo facilita bastante. Lo cierto es que luego termina sorprendiendo con el paso de los kilómetros y no hay tantas pegas como podíamos pensar inicialmente. El centro de gravedad es elevado y no va a destacar en curvas, además con su elevado peso (casi dos toneladas) hay que anticipar las frenadas. Pero en el fondo, su conducción no es tan alejada a la de un SUV de grandes dimensiones.
Algo que se repite en la mayoría de modelos actuales y que notamos en mayor medida en este Opel Zafira Life es un tacto muy blando de la dirección. Eso hace que no sea tan comunicativa como nos gustaría, aunque por otro lado también ayuda a las maniobras y aparcamientos. La suspensión también tiene un tarado tirado a blando, pero aquí lo entendemos más por el tipo de vehículo que es y por el tema de la carga. Además consigue que sea fácil de conducir y bastante confortable en términos generales.
De hecho, donde más destaca es en viajes largos por autopista, donde es una auténtica gozada. En este aspecto, destaca por su calidad de rodadura y confort en marcha a pesar de los prejuicios iniciales. Se nota que la marca quiere posicionar este Zafira Life como un monovolumen grande y se diferencia del Vivaro comercial por la trabajada insonorización. El habitáculo queda bien aislado de vibraciones y la rumorosidad es baja, aunque aparecerán los típicos ruidos aerodinámicos lógicos por sus dimensiones y formas.
A que sea un devorador de kilómetros y un aliado de las autovías, también ayuda la mecánica que encontramos bajo el capó. El 2.0D con sus 180 CV y 400 Nm es suficiente para mover con soltura al Zafira Life, destacando el par disponible desde bien abajo, como es costumbre en este tipo de modelos. Con esas cifras nos permite hacer adelantamientos o incorporaciones con bastante celeridad incluso cuando llevamos carga. Con las mecánicas menos potentes imaginamos que se llegará algo más justo.
Como decíamos, en este caso lo tenemos ligado a la transmisión automática AT8, el cambio de convertidor de par y ocho velocidades que es la única opción con la mecánica más potente. Y hay que decir que nos parece bastante acertada y que liga bien con el bloque diésel. Las transiciones entre marchas se hacen de forma suave, aunque un poco lenta en algunas ocasiones. Por suerte, también contamos con unas levas tras el volante para inmiscuirnos más en la conducción.
Otra cosa que nos sorprendió de esta combinación mecánica fueron los consumos. Cabría esperar que en un modelo de más de 5 metros, casi dos toneladas y con cambio automático subiera la media bastante. Sin embargo, se queda bastante cerca del homologado y rondamos los 8 litros durante la semana que compartimos. Si bien es cierto que la mayoría de trayectos fueron por autopista y que si se abusa de la ciudad o de carreteras secundarias esa cifra podría subir.
Opinión coches.com
Ahora que la demanda de monovolúmenes ha ido cayendo y que cada vez la oferta se ha ido reduciendo más y más en el segmento, no hay tantas opciones para las familias numerosas o usuarios que necesiten espacio para más de siete pasajeros. Furgonetas al estilo de este Opel Zafira Life se convierten en una opción de referencia que dejan atrás a cualquier SUV por modularidad. Ese interior con sus decenas de combinaciones que se pueden configurar al gusto es una bendición para los que necesiten un vehículo que se adapte, lo hemos comprobado de primera mano.
Si bien es cierto que también tiene otros handicaps a la vista. La estética será mucho más sobria que en otros modelos, la calidad se puede quedar algo justa y el comportamiento dinámico queda un poco comprometido por sus dimensiones. Pero bueno, lo cierto es que compensará para muchos usuarios y también se cuenta con la ventaja de poder tener un equipamiento realmente completo y una tecnología que es exactamente igual que en el resto de turismos.
- Habitabilidad y modularidad interior
- Equipamiento completo de serie
- Confort en marcha
- Algunos materiales interiores
- Lentitud del cambio
- Gama mecánica algo corta
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