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Toyota Yaris Hybrid prueba 207.2
Pruebanoticias/
Luis Ramos Penabad

Toyota Yaris Hybrid, a prueba: el especialista urbano

Fue en 2012 cuando Toyota decidió llevar la experiencia de su tecnología híbrida adquirida en el Prius y en el Auris Hybrid a un segmento más pequeño, el de los utilitarios.

La apuesta tenía sentido ya que los coches híbridos son ideales para moverse por ciudad, el ámbito perfecto para coches de este tamaño. Por primera vez, se podía conducir, aunque fuese unos pocos kilómetros y a escasa velocidad, en modo eléctrico un coche del segmento B (el Honda Jazz Hybrid, aunque llegó antes, no contaba con esa posibilidad, al ser un híbrido en paralelo).

Tuvimos ocasión de probar el Toyota Yaris Hybrid original en su presentación internacional. Pero en 2014 toda la gama del pequeño urbano recbió un rediseño bastante profundo, en el que modernizó mucho su diseño, junto con otras mejoras que vamos a conocer en profundidad.

Exterior

Fue el Toyota Aygo, (ver prueba) el microurbano de la marca, el encargado de estrenar la nueva imagen de los modelos pequeños. Esta guía de diseño, bautizada como JPlayful, es un guiño a la cultura juvenil japonesa y supone todo un cambio de paso, que se va haciendo hueco en toda la gama.

Lo que más llama la atención es el diseño en X del frontal, que define las formas de un paragolpes bastante grande (dado el tamaño del coche, que mide 3.950 mm de largo, 1.695 mm de ancho y 1.510 mm de altura).

La parrilla la forma una gran superficie acabada en negro lacado, con la parte inferior predominante (para refrigerar mejor los sistemas eléctricos) y un spoiler en color carrocería en la parte más baja. Una franja cromada la cruza a media altura, uniendo los faros con fondo negro y LED diurnas que dan agresividad a la mirada del Yaris. Justo en medio, el emblema de Toyota con un trasfondo azul, que recuerda que estamos ante una unidad híbrida..

En la vista lateral, el Toyota Yaris Hybrid muestra un aspecto bastante más convencional, con unos discretos pasos de rueda que cobijan llantas de aleación de 16 pulgadas con neumáticos de 195 mm de ancho en el acabado Advance de nuestra unidad (15 pulgadas de serie).

El emblema hybrid, a ambos lados sobre las aletas delanteras, nos recuerda la motorización del coche. Un par de nervaduras, una en la zona inferior y otra que cruza desde las ópticas delanteras a las traseras, pasando por las manetas de las puertas, son las únicas florituras del lateral, junto a las lunas traseras oscurecidas.

En la zaga hay ligeros cambios en el diseño del paragolpes respecto a la anterior versión. Ahora los catadióptricos reflectantes van en la zona negra inferior. También es algo mayor el discreto alerón sobre el portón, que integra la tercera luz de freno. Y las ópticas, que pueden ser LED, se han rediseñado. En resumen, un diseño general con un frontal de mucha presencia y ligeros toques de deportividad.

Interior

En nuestra prueba de la anterior generación señalábamos que, para lo especial que es el coche, una apuesta única en el segmento, flojeaba algo en los materiales que encontrábamos en el habitáculo. Ha mejorado algo en ese apartado, con algunas zonas mullidas (las más claras, que quedan más a la vista), pero seguirás encontrando plásticos negros más duros de textura menos agradable en bastantes lugares.

Toyota destaca por ajustes y emplear materiales robustos que soportan bien el paso del tiempo, pero en eso que ahora está tan en boga de la «calidad percibida», está, al menos en este Yaris, un poco por detrás de los últimos lanzamientos de marcas europeas y asiáticas.

El cuadro de instrumentos está dominado por el velocímetro, donde se inserta una pequeña pantalla para el ordenador de a bordo. Está flanqueado por otros dos indicadores, el de nivel del depósito de gasolina y el del indicador de recarga de la batería, a la izquierda en lugar del típico cuentarevoluciones, donde podemos ver si nuestra conducción ayuda a recargarla, nos movemos en una zona donde los consumos serán ajustados (Eco) o empleamos la máxima potencia.

El volante, al menos en este acabado, es multifunción, que permite controlar el teléfono y el sistema multimedia, de un grosor que facilita su agarre y forrado en cuero, muy agradable. La disposición del resto de elementos es muy ordenada. Todo está donde esperas. La consola central está dominada por la pantalla táctil de siete pulgadas (con navegador Toyota Touch 2 & GO y cámara de visión trasera en nuestra unidad), con los botones justos para controlarla. Bajo ella, los mandos del sistema de climatización.

El espacio interior es bueno. Tanto en las plazas delanteras, con unos cómodos asientos acabados en tapicería mixta de tela y piel en el acabado Advance, como detrás. En las plazas traseras, que tienen un respaldo bastante vertical, son buenas para acomodar a cuatro adultos (o dos sillas de niño, cuenta con Isofix de serie), pero como es habitual en un coche de 3,90 metros de largo, el quinto pasajero no irá muy cómodo en trayectos muy largos, ya que el lugar que le queda reservado es más estrecho.

En el interior, al que resulta muy fácil acceder, puedes encontrar algunos espacios para dejar objetos, pero ninguno demasiado amplio. La guantera es correcta, así como las bolsas de las puertas. Hay también espacio para dejar bebidas en las plazas delanteras, junto al selectror del cambio y un hueco para el móvil, pero poco más.

Maletero

El maletero cuenta con 286 litros de capacidad, ligeramente por debajo de los referentes del segmento, pero a su favor decir que presenta formas muy regulares, que lo hacen muy aprovechable. Suficiente para un par de maletas pequeñas o una grande… y cabe un carro de niño sin tener que hacer malabarismos.

Que se trate de un híbrido no ha supuesto una merma de capacidad, algo muy habitual en los coches de esta tecnología, ya que las baterías se ubican bajo el maletero o los asientos traseros. El coche fue ideado desde el principio para albergarlas, de ahí que no hayan sido necesarios «recortes».

En el apartado práctico, cuenta con un doble fondo. Cuando se coloca en el nivel superior, el espacio que queda al abatir los asientos traseros queda completamente plano y permite esconder enseres bajo él. Se echa de menos algún gancho para colgar bolsas o algún tipo de enganche para poder sujetar la carga. Bajo el piso encontrarás un kit de reparación de pinchazos.

Equipamiento

Ya te contamos en su día todos los detalles de los niveles de equipamiento del Toyota Yaris 2014, por lo que no tiene sentido enumerar todos los elementos con los que cuenta cada uno. Una novedad tras el restyling es que ahora la motorización híbrida puede tener las tres terminaciones del resto de la gama: City, Active y Advance.

Desde el más básico, el Yaris City que monta llantas de 14 pulgadas con tapacubos, cuenta con bastantes elementos de serie, con elementos de seguridad como los  ABS+EBD+TRC (control de tracción) +VSC (control de estabilidad) y siete airbags. Tampoco faltan el climatizador manual, ordenador de a bordo o los elevalunas eléctricos delanteros.

El acabado Active suma las llantas de 15 pulgadas, los frenos traseros de disco y la doble bandeja del maletero. EN el interior aumenta la tecnología disponible con el sistema multimedia Toyota Touch 2, con pantalla táctil de 7 pulgadas, manos libres Bluetooth, toma USB, control de crucero… y volante y freno de mano van rematados en cuero.

El Yaris Advance se diferencia por fuera por la parrilla delantera cromada, acabado que también tiene el embellecedor trasero, retrovisores exteriores plegables eléctricamente, alerón trasero con tercera luz de freno integrada, luces diurnas LED, faros antiniebla delanteros con embellecedor cromado, opticas traseras LED…

En su habitáculo podrás encontrar diferentes elementos que has podido ver en las imágenes, como la cámara de visión trasera, retrovisor interior electrocromático, tapicería mixta en cuero y tela, climatizador bizona, guantera refrigerada, elevalunas eléctricos traseros, reposabrazos para el conductor, sensor de luz y lluvia, sistema de entrada y arranque sin llave y las llantas de aleación de 16 pulgadas.

A todo esto nuestra unidad sumaba varios extras, como el techo panorámico Skyview (500 euros) y el navegador Toyota Touch 2 & GO, por 600 euros. Te recordamos que puedes configurar tu Toyota Yaris Hybrid ideal en coches.com, con todos los precios de los distintos paquetes y elementos totalmente actualizados, así como emplear el comparador de seguros para localizar la póliza que mejor se ajuste a tus necesidades.

Motor

El sistema de propulsión híbrido del Yaris Hybrid combina un motor de ciclo Atkinson de cuatro cilindros y 1.497 cc (el que montaba el Prius original) con uno eléctrico. Puede funcionar con energía eléctrica, sólo con el motor de gasolina o ambos. La energía eléctrica la produce una batería de níquel-hidruro metálico, más económica que las de ión-litio que emplean otro modelos de la marca. Se asocia al cambio CVT de variador continuo habitual en esta tecnología.

Se trata del mismo propulsor que antes, pero en el remozado de hace un año se han rediseñado nada menos que el 70% de sus componentes. Rinde 75 CV a 4.800 rpm y ofrece 111 Nm desde 3.600 hasta 4.400 rpm. Combinado con el eléctrico de 61 CV, la potencia total del sistema es de 101 CV.

Si en algo destaca este propulsor es por su bajo nivel de emisiones. Tras la actualización se cumple la normativa Euro 6 y las emisiones de CO2 se han quedado en 75 g/km y el consumo medio homologado en 3,3 l/100 km. Cifras realmente buenas. Las prestaciones que ofrece este Yaris con esta mecánica son otro cantar. Con una velocidad máxima de 165 km/h, acelera de 0 a 100 km/h en 11,8 segundos, lo que nos indica el tipo de vehículo que es.

No son mucho peores, no obstante, que el resto de motorizaciones del Yaris. Con el motor de gasolina de 99 CV es algo más rápido, pero tiene una aceleración peor. El Yaris diésel 1.4D-4D de 90 CV, que consume 0,5 litros más, tarda un segundo menos en realizar el 0-100 km y se queda en 175 km/h de velocidad máxima.

Además del menor consumo sobre el papel, debemos recordar el bajo coste de mantenimiento de esta mecánica, ya que carece de embrague, motor de arranque, alternador y los engranajes y correas correspondientes. Ahora es el momento de ver cómo va.

Comportamiento

Pulsamos el botón de arranque, exclusivo en el nivel más alto de equipamiento, y… silencio. Si hay algo que agradeces cuando te subes a un coche (más allás de los circuitos), es eso. Cuando llevas la palanca a la posición D para iniciar la marcha, la cosa no cambia. Los híbridos (y cualquier híbrido enchufable o un eléctrico), te reconcilian con esos trayectos habituales «funcionales», en los que la búsqueda de sensaciones de conducción queda relegada a un segundo plano.

El tránsito del motor de combustión al eléctrico, o cuando funcionan ambos, es imperceptible, más allá que eches un vistazo al  indicador de potencia o a los diferentes esquemas en la pantalla… cuya posición, todo sea dicho, produce bastantes reflejos cuando pega el sol. Un coche dócil, muy sencillo de conducir y en el que el silencio es el principal protagonista. En el restyling (leemos en el dossier de prensa) Toyota ha buscado mejorar aún más esas sensaciones, mejorando en aislamiento con una mayor rigidez de la carrocería y los nuevos ajustes de la suspensión para acabar con vibraciones no deseadas.

A lo largo de la semana que dispusimos del coche realizamos los trayectos habituales en ámbito urbano: llevar al niño al colegio, desplazarse hasta el trabajo, compras en supermercados y alguna visita a un centro comercial del extraradio… Ahí el Toyota Yaris Hybrid es realmente invencible. Consumos bajos, una comodidad de conducción envidiable, gracias a unos asientos colocados algo más altos de lo habitual en el segmento y el cambio automático. El culmen es el apoya-brazos central plegable (que dice mucho de la idiosincrasia del coche), si bien es algo estrecho y con poco mullido.

Otro cantar es afrontar un viaje. Realizamos la típica escapada de fin de semana, a unos 100 km de Madrid. No tiene demasiados problemas para seguir el ritmo del tráfico en autovía a velocidades legales, siempre y cuando las aceleraciones se porduzcan de modo progresivo. Si uno necesita una rápida respuesta… no la encontrará debido a las particularidades del cambio CVT. El coche se revoluciona entonces mucho y llega demasiado sonido del motor al habitáculo, pero no gana velocidad de forma acompasada. Se trata de un tipo de cambio automático enfocado a mejorar el consumo, pero nopara una conducción dinámica y en la que esperas reacciones rápidas. Las aceleraciones, cuanto más progresivas, mejor. Si toca adelantar en una carretera secundaria, habrá que anticiparse a la maniobra para hacerla con toda seguridad.

La marca ha apostado por un chasis enfocado a la comodidad, desde la dirección a la suspensión, con amortiguadores de bastante recorrido. Eso hace que, a la hora de tomar una curva o una rotonda a una velocidad algo elevada, se note bastante balanceo. Definitivamente, si buscas un utilitario con un toque deportivo en su comportamiento, este no es tu coche.

¿Que cuánto gasta? Pues, si lo conduces «como se debe», con aceleraciones progresivas y manteniendo la aguja del indicador de potencia/carga en la zona ECO la mayor parte del tiempo, la verdad es que muy poco. Ojo, eso no significa que haya que ir despacio, ni mucho menos. No realizamos en ningún momento una conducción ultra eficiente, sino normal. Después de unos 400 km recorridos a lo largo de la semana, el consumo medio según el ordenador de a bordo fue de 4,7 l/100 km, con casi la mitad realizado en ciudad. Los picos observados en los diferentes trayectos no superaron nunca los 5,1 l/100 km. Se trata de cifras excelentes para un coche no diésel.

Me cabían dudas, tras leer otras pruebas en las que se hablaba de consumos mucho mayores, de que quizá mi conducción había sido demasiado conservadora. No lo indicaban así los registros de velocidad media, pero de todos modos pregunté a un compañero que lleva cuatro meses con este coche cuáles son sus consumos medios. En este periodo está realizando unos consumos de 4,8 l/100 km.

Veredicto coches.com

El Toyota Yaris Hybrid es un coche único. En estos momentos, el único urbano con un sistema de propulsión híbrido. Una opciñon fabulosa para moverse por ciudad, con un funcionamiento suave y silencioso, consumos bajos y pocos gases. Salir del garaje comunitario sin llenarlo de humos, al menos para mi (está siempre repleto de niños pequeños) es un punto muy a favor.

Eso sí. A diferencia de otros utilitarios, no es tan versátil. La dirección demasiado asistida y el amplio recorrido de suspensiones no te harám disfrutar en curvas. Su sistema híbrido hará que mantener velocidades altas llene de ruido del motor el habitáculo (lo que hará que te replantees viajes largos en autopistas) y el cambio no te dará sentir la evolución del motor en absoluto. Pero estos problemas son virtudes en su hábitat: callejear entre tráfico es coser y cantar con esa dirección y la suspensión cómoda hará que desaparezcan las irregularidades del asfalto casi por arte de magia.

Su precio es elevado para su tamaño. Esta versión, la más equipada, cuesta 21.000 euros (16.890 en estos momentos en coches.com), pero las diferencias se diluyen si tenemos en cuenta que cuenta con cambio automático y un equipamiento muy abundante. Debería por esa tarifa tener un habitáculo con materiales más agradables y mejorar algunos detalles (como iluminar los botones del volante multifunción), pero el Toyta Yaris Hybrid es un excelente segundo coche, pensado para hacer más placenteros, cómodos y limpios todos los desplazamientos del día a día, el especialista urbano.

Toyota Yaris Hybrid
7.2Nota
Lo mejor
  • Suavidad de funcionamiento
  • Consumos
  • Manejo urbano
Lo peor
  • Precio elevado
  • Comportamiento dinámico y prestaciones modestas
  • Acabados no acordes con su precio
Diseño7
Habitabilidad7
Acabados7
Maletero7
Equipamiento7.5
Motor7.5
Comportamiento7.5
Calidad Precio7

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