Volkswagen Touareg, a prueba: un SUV premium en toda regla

Quien más o quien menos sabe el significado de Volkswagen: “el coche del pueblo”. La marca empezó su andadura en los años 30 del siglo pasado creando coches sencillos y económicos hasta convertirse en uno de los principales actores del mercado automotriz mundial. ¿Tiene sentido que fabrique coches premium como el Volkswagen Touareg protagonista de la prueba de hoy?

Podemos considerar al Touareg un SUV premium en toda regla. Sin duda es el buque insignia de la gama, jugando en el mismo segmento que modelos de Audi –marca del Grupo– como el Audi Q7.

Lanzado originalmente en 2002, fue el primer todocamino de la marca. La segunda generación llegó en 2010 y desde 2018 está en el mercado la tercera, que ha sido renovada justo en 2024. Comparte muchos elementos con el Q7 2024 (incluso se fabrican en la misma línea de montaje de Bratislava, Eslovaquia) lo que lleva a preguntarnos cuál de ellos conviene elegir.

Está disponible en el mercado desde 77.020 €, una cifra alta, pero no tanto comparado con sus rivales. Recuerda que puedes encontrar ofertas del Volkswagen Touareg que rebajan esa cantidad en nuestra sección de coches nuevos, publicadas por concesionarios oficiales de la marca, así como encontrar la financiación del coche más acorde con tus necesidades. Pero antes, toca conocer a fondo el Volkswagen Touareg.

Exterior

Tras la puesta al día el Touareg tiene una imagen todavía más poderosa y, con el acabado R-Line y algunos detalles extra que tenía nuestra unidad, más tecnológico y deportivo.

En el frontal nos encontramos con unos faros más estrechos, con tecnología Matrix LED HD IQ.Light y una tira de LED que recorre toda la parrilla superior hasta el logotipo de la marca en el centro. En la actualización se aprovechó también para actualizar paragolpes, con mucha zona en negro en esta terminación, que combina a la perfección con el color rojo Chili metalizado que suma 1.225 euros a la cuenta final.

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Viéndolo desde el lateral se juega con las líneas de un SUV clásico, pero con todos los elementos en color de la carrocería. Si en sus inicios el Touareg se pensó casi al nivel de un todoterreno, está claro que las preferencias actuales van más orientadas hacia el asfalto. Un ejemplo, las llantas. De serie en esta terminación son de 20 pulgadas pero esta unidad tenía unas de 21 pulgadas y diseño Leeds (por las que hay que pagar 1-060 euros extra). Las carcasas de los retrovisores van en negro, de igual modo que los marcas de las ventanilla o las barras de techo.

Y sí, es un coche grande. Mide 4.902 mm de longitud, de los cuales 2.904 corresponden a la distancia entre ejes. Otras cotas son los 1.984 mm de ancho (lo que más acaba condicionando su uso en zonas estrechas y aparcamientos, créeme) y los 1.712 mm de altura.

En la zaga destaca la doble salida de escape real, con embellecedores cromados, así como la tira LED que une los pilotos por la mitad del portón con una firma. Estos tienen un diseño tridimensional y se encuentras divididos en tres partes. El nombre del modelo va en negro, bajo el logo.

Interior

En la actualización de 2024 se dio un salto en el apartado tecnológico. En el salpicadero manda la nueva pantalla del sistema multimedia de 15 pulgadas, a la que hay que sumar la de 12, pulgadas del cuadro de instrumentos digital, muy configurable a la hora de mostrar la información. Un detalle curioso: el sonido de bienvenida es el mismo que emplea Audi.

La ergonomía puede que empeore un poco respecto a versiones anteriores porque la nueva pantalla aglutina muchas funciones, entre ellas la de la climatización, pero no resulta demasiado complicada de usar. Eso sí, seguimos prefiriendo mandos físicos para ello (excepcional eso sí que sea de cuatro zonas independientes, todo un lujo). La pantalla tiene un funcionamiento bastante fluido y conectividad total con el móvil, de manera inalámbrica.

Tampoco nos convencen los mandos hápticos del volante. Resultan más tecnológicos a la vista, pero no me parecen tan precisos como los convencionales, sobre todo en el control de crucero adaptativo… a los que la marca ha vuelto en algunos de sus modelos, como el Golf 2024. Eso sí, están bastante bien colocados y ordenados. El aro del volante está muy ligeramente achatado en la base y bien rematado. Tras él tenemos unas levas para manejar el cambio.

Me encantaron los asientos, que en la versión R-Line ofrecen calefacción y ventilación, además de múltiples funciones de masaje. Confieso que no son tan placenteros como los de un Mercedes Clase E, pero ayudan a que llegues descansado después de un viaje de 700 km. No faltan regulaciones eléctricas y están tapizados en cuero, con el logotipo R en la parte superior del respaldo.

Hay también un enorme techo panorámico practicable y una consola bastante bien resuelta, con zonas prácticas, como la base de carga inalámbrica ante el selector, un buen cofre central o un par de reposabebidas. Junto al selector del cambio tenemosfreno de estacionamiento eléctrico, el botón de encendido y un mando giratorio del volumen, entre otros. También el selector de programas de conducción (con modos off-road) y la configuración de la suspensión neumática adaptativa, que cuesta 4.660 euros, junto a las estabilizadoras activas y el tren trasero directriz.

En cuanto a las calidades, todo cumple a gran altura, sobre todo en cuanto a solidez de construcción. Hay detalles como las guanteras, bolsas de las puertas o cofre central forrado para que las cosas que dejes no hagan ruido y mucho acolchado blando, como los laterales de la consola central. Es ahí donde está mi única queja: las inserciones de negro piano que la recubren. Hay también en las puertas, pero lejos de los asideros, que es a fin de cuentas donde tocas… y puedes dejar marcas.

Las plazas traseras me parecen excepcionales. Son regulables en longitud e inclinación (esa modularidad del espacio me encanta), para que los pasajeros de estas plazas viajen a sus anchas. Así iban mis dos hijos… que si fuesen tres quizá no fuesen tan cómodo pues la central no es tan cómoda: el asiento es más estrecho, hay un túnel central en el piso bastante prominente y el respaldo oculta un reposabrazos, no es tan mullido.

El acabado de las puertas traseras calca al de las delanteras y cuenta con un parasol que resulta muy práctico en viajes. Al final de la consola central hay salidas del aire, mandos para los asientos calefactables –sí, los traseros también lo son– y un pequeño cajón que alberga dos tomas USB, una de 12 v y un enchufe de 220 v como el de tu domicilio (obviamente, los niños no se quedaron sin carga en su tablet).

Maletero

El maletero es enorme, ya que anuncia nada menos que 810 litros de capacidad. Tiene portón con accionamiento eléctrico y es un espacio donde caben sin problema todos los enseres de una familia en vacaciones sin tener que renunciar a dejar cosas. Niños encantados, en ese sentido.

Además de un espacio soberbio con formas regulares muy aprovechables, está muy bien rematado y cuenta con elementos prácticos como ganchos para fijar la carga o perchas escamoteables en los laterales. Interesante el separador de espacios que tenía nuestra unidad, que se mueve gracias a unas guías laterales y así evitas que la carga se mueva si no llevas el maletero lleno.

Además de puntos de luz en ambas paredes, hay también una toma de 12 V, un botón que saca y recoge la bola de remolque –un detalle muy Skoda– y, como tiene suspensión neumática es posible bajar la altura de la boca de carga para cargarlo con más facilidad.

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Uno de los elementos que más que gustó fue la alfombrilla reversible. Por un lado tiene moqueta y por el otro un plástico. Puedes ir a la playa sin preocuparte de la arena, que no se queda pegada, por ejemplo, o llevar cosas húmedas sin temor a estropear nada.

Hay un doble fondo con bastante capacidad, a pesar de que en él va el kit reparapìnchazos y alguna que otra herramienta. Tirando de unas palancas en los laterales puedes abatir los respaldos de los asientos traseros, divididos en tres partes en proporción 40:20:40. Dejando sólo dos plazas en uso consigues 1.800 litros de capacidad.

Motor

Lo contábamos en nuestro análisis del futuro del diésel. Es cierto que este combustible tiene problemas de contaminación en recorridos urbanos, que se solventan con tecnología… que hace estos propulsores pierdan la tradicional robustez y fiabilidad de la que siempre habían hecho gala, cuando se circula en ciudad sobre todo.

En esas circunstancias no podemos recomendar un coche diésel, pero cuando hablamos de un SUV enorme que coquetea con los cinco metros, con un peso en vacío de 2.118 kilogramos como mínimo y destinado a viajar y hacer muchos km al año… pues ahí este combustible sigue sin tener rival.

El propulsor que tenemos bajo el capó es un motor diésel V6, turboalimentado con 2.967 cc. Entrega 286 CV entre 3.500 y 4.000 rpm, con un par máximo de 600 Nm entre 1.750 y 3.250 rpm. Si esto es demasiado para ti, la marca ofrece este mismo bloque con 231 CV.

El de mayor potencia que tenemos entre manos se asocia a caja de cambios automática con convertidor de par con 8 velocidades que envía la tracción a las cuatro ruedas mediante la tracción total 4MOTION. Completa la aceleración de 0 a 100 km/h en 6,4 segundos y una velocidad máxima de 236 km/h. El consumo homologado, habida cuenta del tamaño y capacidades del coche es ajustado, de 8,3 l/100 km. La variante de 231 CV no consume mucho menos (8,2 l/100 km).

Si el uso va a ser de coche de uso diario con más uso urbano, puede que interesen las versiones híbridas enchufables. Son dos, el eHybrid de 381 CV y el R eHybrid con 462 CV. Ambos combinan un motor V6 3.0 TFSI con uno eléctrico y una batería con 14,3 kWh de capacidad con la que puede recorrer en torno a 51 km de autonomía. Pero centrémonos en cómo va el diésel 3.0 V6 TDI.

Comportamiento

Hacía tiempo que no conducía un V6 diésel. Me sorprendió al encenderlo que apenas trasmite rumorosidad o vibraciones, ni dentro del habitáculo ni fuera de él. Suena bastante bien para ser un propulsor de gasóleo y en marcha resulta excepcional ya que resulta muy elástico y trabaja en un amplio régimen de giro con mucho par disponible la mayor parte del tiempo.

Habrá quien tenga dudas sobre si interesa comprar coche diésel hoy en día. Si se trata de un coche de gran volumen, pesado y con el que vas a realizar muchos km al año, sobre todo en autovía, sigue siendo imbatible. Este V6 en el Touareg ofrece una excelente calidad de rodadura, que hace que los km pasen sin darte apenas cuenta. Destacaría este hecho por encima incluso de sus prestaciones, que son muy buenas.

Se ha hecho un gran trabajo en que no haya molestia alguna en el habitáculo, con una sensación de aislamiento realmente premium. Unido a un coche tan pesado, tienes mucho aplomo en autovía y resulta muy sencillo superar los límites de velocidad casi sin darte cuenta.

La suspensión neumática trabaja de modo maravilloso filtrando las imperfecciones que pueda haber en la carretera. Eso sí, a pesar de la estética del R-Line, no es un vehículo que se sienta muy a gusto en vías lentas con curvas, donde su peso y forma no son los más adecuados. En ciudad quizá echas de menos algo de electrificación. Lo único, ya que a pesar de sus dimensiones puedes moverlo bien y con la ayuda de cámaras y sensores es difícil no salir de esos apuros cotidianos.

Repasando la historia del Touareg hemos recordado que en sus inicios llegó a contar con reductora. Ya no es así, pero a cambio tenemos una serie de programas para salir del asfalto en función de la superficie, además de poder variar la altura de la carrocería respecto del suelo con la suspensión neumática. No los usé demasiado ni comprobé a fondo su desempeño, lo confieso. Los neumáticos y las llantas eran poco adecuados para ello y preferí evitar sustos.

La tracción total 4Motion se ha pensado más en no perder motricidad en curva, sobre todo con circunstancias climáticas adversas, que no se dieron durante la prueba. Es un extra de seguridad que se suma al arsenal de ayudas a la conducción que tiene el coche. Quizá algo intrusivas, sobre todo el detector de límite de velocidad, pero es algo que puedes desconectar… cada vez que subes al coche.

Coche diésel es sinónimo de bajos consumos en viajes. A pesar de los seis cilindros y los tres litros de cubicaje del motor, el coche se muestra excepcional en este sentido. Tras completar más de 1.500 km el consumo que registraba el ordenador de a bordo (muy fiable) fue de 8,4 l/100 km, muy cercano al que homologa.

Cierto que en ciudad resulta algo más elevado, pero una vez lanzado, da gusto ver cómo pisa el asfalto, cómo traga km sin rechistar, reservando siempre contundencia cada vez que pisas el acelerador… y la aguja del nivel de combustible baja lentamente. Es fácil lograr autonomías de más de 1.000 km, gracias a un depósito de combustible de 90 litros.

Opinión coches.com

Si atendemos a que un coche premium es aquel que ofrece unas características que no son habituales, es innegable que el Volkswagen Touareg lo es. Calidad de acabados, motor con reserva de potencia, buena rodadura, tracción total y suspensión neumática… no los encuentras en todos los coches.

Comparte plataforma MLB Evo no sólo con el Audi Q7, sino con coches que tienen auténtico pedigrí como el Porsche Cayenne, el Lamborghini Urus o el Bentley Bentayga. Palabras mayores. Puede que la ejecución final no sea tan refinada como ellos, pero es mucho más que lo que ofrece la mayoría.

Es posible que un Audi Q7 preste algo más de atención a detalles de acabado. Y ofrece una tercera fila de asientos que podrían desnivelar la balanza hacia el modelo de los cuatro aros… o hacia algunos de sus rivales. El SUV de siete plazas de la marca actual es el Tiguan Allspace… que no se basa en el Tiguan 2024. Llegará una versión de este, posiblemente con cambio de nombre incluido, más grande y con mayor apuesta por la electrificación.

¿Será eso sinónimo de que el fin del Volkswagen Touareg está cerca, sustituido por ese nuevo modelo? Todavía le queda recorrido en el mercado –ha sido renovado en 2024), pero no creemos que lleguen nuevas generaciones salvo que el mercado cambie mucho. ¿Variantes 100 % eléctricas? Dependerá de la evolución de las ventas de coches eléctricos y, de producirse un avance en ese sentido, no las descartamos en un futuro. Mientras tanto, por contundencia y suavidad, este Volkswagen Touareg V6 3.0 TDI es sin duda el mejor modelo para viajar en familia de la gama del fabricante.

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