Volvo V60 T6 Recharge, a prueba: el familiar sueco híbrido que reta a Alemania

Tengo una especial predilección por los coches familiares. Me parecen una de las mejores tipos de coche para viajar y llevar carga. De acuerdo, también puedes apostar por un monovolumen o furgoneta, pero no disfrutas tanto al volante y no suelen contar con acabados tan sublimes como el de este Volvo V60.  

Tienen un problema de partida. Todas las marcas premium compiten en Europa contra el poderoso trío alemán, que impone su fuerza en el mercado. ¿Qué ofrece Volvo, y en concreto, el Volvo V60 frente a ellas? Ya han pasado por nuestra sección de pruebas sus tres rivales germanos: el Audi A4 Avant, el BMW Serie 3 Touring, y el Mercedes Clase C Estate. Hoy toca ver en qué destaca el V60 ante ellos.

Contamos para ello con la variante híbrida enchufable, una tecnología en la que Volvo implantó mucho antes que otras marcas. Tiene un precio de partida alto, desde 59.200 euros, pero similar al de los familiares híbridos enchufables con los que lo vamos a comparar.

Ofrece más que ellos en algunos aspectos por ese precio. Para descubrirlo, sigue viendo el vídeo pero antes…

Exterior

El Volvo V60 es un coche bonito. Reconozco que es algo subjetivo, pero todos los comentarios recibidos durante la semana de pruebas fueron en la misma dirección. Llegó al mercado en 2018, pero en 2022 recibió una puesta al día en el que apenas se retocó nada, lo que quiere decir que el diseño funciona.

Enamora la silueta, con un capó muy bajo que lleva directamente a la calandra, que copia a la primera generación del Volvo y parece sobresalir de la carrocería para caer muy vertical. En los acabados más altos hay una profusión de cromados y, cómo no, los faros en forma de T tuembada que la marca llama martillo de Thor. En la parte baja, la refrigeración llega por la parte central, ya que las de los extremos son falsas.

Parte de que el coche se vea tan bonito y elegante es el trabajo de proporciones. Cortos voladizo delantero, con muchas idtancia hasta el pilar A, lo que hace que pienses que el coche es un modelo de propulsión. Y sin apenas líneas de tensión en la carrocería, sino formas suaves, como esculpidas. Y de nuevo cromados en marcos de ventanillas o barras de techo, que quedan genial con estas llantas de 18 pulgadas. Y este color marrón, que la marca denomina Maple Brown, es muy elegante. Curioso que a los Volvo le queden tan bien colores que no favorecen mucho a otros coches.

Es un coche largo y estrecho, de 4.761 mm de longitud. Son cifras casi calcadas a las del Audi A4 Avant 2020 o a la de un Mercedes Clase C Estate, solamente el BMW Serie 3 Touring es algo más corto. Otras cotas son los 1.850 mm de anchura y apenas 1.427 mm de alto.  Es el más ancho y bajo de los cuatro, de ahí que se vea tan esbelto.

La trasera del coche tiene mucha personalidad. Tenemos unos pilotos en posición vertical, que se abren hacia el lateral cuando superan la luneta, lo que le dan una apariencia más ancha. Bajo el paragolpes destacan las dos salidas de escape en los extremos, que son reales.

Interior

Me gusta el interior de los Volvo porque han seguido su propio camino. Es muy limpio, con pocos botones y donde el protagonismo en el salpicadero recae en la pantalla central de 12 pulgadas. Me ha gustado mucho, desde el tacto del cristal a la estructura de menús, que son claros (y hacía mucho que no conducía un Volvo), la rapidez y los bien que se ve, incluso cuando le da el sol. En la puesta al día ganó el sistema de infoentretenimiento de Google, aquí hay que conformarse con Apple Carplay o Android Auto.

Otro punto a favor del V60 es su gran calidad de interiores. La unidad probada tenía bastantes km en comparación con los modelos nuevos que solemos probar y no había ni un solo crujido o grillo. Buenos materiales o remates salvo en la consola central, donde se usa el plástico negro brillante que tan poco nos gusta al ser muy sucio y delicado. En un coche de corte premium, nos gusta menos aún.

En esa consola tenemos un elemento muy especial, el selector del cambio de cristal, creado por los artesanos suecos de Orrefors hechas a mano, con herramientas y técnicas similares a las que usaban en el siglo XVIII. No aporta nada respecto a uno convencional, más allá de imagen, pero el tacto es sublime. Tanto, que hace que te olvides de los pocos huecos para dejar objetos. Apenas hay un par de reposabebidas y un hueco bajo el apoyabrazos central, que es muy pequeño.

El cuadro de instrumentos es totalmente digital, en los acabados más completos de 12,3 pulgadas, lo que permite que entre las dos esferas puedas ver, por ejemplo, la navegación. Puedes elegir entre cuatro diseños para ver la información Cristalino, Minimalista, Rendimiento y Anillos Cromados.

Algo que me ha encantado en el Volvo V60 son los asientos. Estos son los que la marca llama Comfort y además de estar tapizados en un cuero fabuloso cuentan con muchas regulaciones eléctricas, además de calefacción y ventilación. También con función de masaje en diez puntos, con cinco programas con 20 minutos de duración (Ondas, Pisadas, Avanzado, Lumbar y Hombro), con tres niveles de intensidad y otros tantos de velocidad. Otro detalle de los asientos son los reposacabezas fijos, pero que sientan como un guante.

El espacio delantero es bueno… Y detrás flojea un poco. Está bien el espacio para las piernas, pero no tanto si tenemos en cuenta la longitud del coche. La altura también es notable para pasajeros de hasta 1,85, incluso si eliges el techo solar panorámico con el que tenía nuestra unidad.

Tenemos salidas de aire en los laterales del coche y un pequeño hueco para dejar cosas al final de la consola, con una toma de 12 voltios. Lo malo es que el túnel central es tan voluminoso que una tercer ocupante lo tendrá complicado para colocar los pies cómodamente. Me ha gustado, eso sí, el reposabrazos, con espacio para dejar dos bebidas y un pequeño compartimento.

Maletero

Un Volvo V60 anuncia 546 litros de capacidad. Más que un BMW Serie 3 Touring (500 litros), un Clase C Estate (490 litros) o un Audi A4 Avant (500 litros). En ese sentido muy bien entre sus competidores directos:

Pero ojo, que estamos ante una variante híbrida enchufable y esta tecnología siempre resta algo de capacidad de carga. No en este caso del Volvo, que mantiene los 546 litros y de este modo amplía la distancia. Como no hay versión enchufable del Audi A4 todavía, lo comparamos con el Volkswagen Passat GTE Variant, y también le supera.

Más allá de las cifras brutas, me gusta que el borde de carga esté bajo, algo habitual en estos vehículos y que las formas sean tan regulares. Tenemos un compartimento con red en la parte izquierda y en la derecha una toma de carga y una banda elástica para sujetar mejor las cosas.

Interesante que parte del piso pueda elevarse y colocarse en posición horizontal, para dividir el espacio y llevar maletas pequeñas sin que vayan dando tumbos. Tenemos también ganchos para sujetar la carga y perchas para colgar bolsas. Bajo el piso, un espacio justo para herramientas y el cable de carga.

Hay una trampilla tras el reposabrazos central para llevar objetos largos y estrechos. Para cosas de mayor volumen, puedes abatir los respaldos de los asientos traseros. Divididos en dos partes, consigues un espacio de 1.441 litros de capacidad. Interesante, que puede contar con una red para separar espacio de carga y el habitáculo… es opcional, como la posibilidad de abatir los reposacabezas traseros –para mejorar la visibilidad– o el cierre con accionamiento eléctricos.

Equipamiento

En 2022 se cambió la denominación de los acabados, y ahora se llaman Core (el más básico), Plus y Ultimate (equivalente al Insciption probado). Respecto al modelo probado la gran novedad es que pueden sumar los dos más completos los paquetes Bright (suma detalles cromados, similares a la unidad probada) o Dark (detalles en negro).

También se cambió en sistema de infoentretenimiento de Volvo, movido por Google Android y ofrece Google Maps, Google Assistant y la tienda de aplicaciones Google Play de manera nativa.  Todos cuentan con Pilot Assist, que combina el asistente de mantenimiento de carrril con el programador de velocidad activo para tener un sistema de conducción semiautónoma. Es parte de los numerosos elementos de seguridad y asistencia a la conducción con los que cuenta el Volvo.

El precio de partida de un Volvo V60 es de 46.000 euros, sin descuento de ningún tipo, cifra que se eleva  a los 59.200 si eliges el motor híbrido enchufable. Eso sí, estas cifras bajan mucho cuando buscas ofertas del Volvo V60. Puedes localizarlas en nuestra sección de coches nuevos,  publicadas por concesionarios oficiales de la marca. Recuerda también que contamos con herramientas para financiar el coche y poder pagarlo más cómodamente mes a mes.

Motor

Volvo fue una de las primeras marcas en apostar por los híbridos enchufables. Se adentró en esta tecnología precisamente con el V60. Allá por 2011 lanzó el V60 Plug-In Hybrid, el primer híbrido diésel de la historia.

Los tiempos cambian y ahora el diésel está arrinconado en la gama. Apenas queda el B4 microhíbrido de 197 CV. También puedes encontrar mild hybrid gasolina, el B3 de 163 CV pero las versiones más potentes son todas híbridas enchufables, este T6 Recharge que probamos hoy, de 350 CV y el T8 Recharge con 455 CV.

Ojo, que el que tenemos aquí pierde algo de potencia. Y es que Volvo nos ha dejado una unidad que ya no se vende, pues el nuevo empezó a venderse hace unos meses. Aquí rinde “solamente” 341 CV y 590 Nm de par. Combina un motor de cuatro cilindros de 1.969 cc que entrega 253 CV de potencia, en posición delantera y transversal a la marcha con uno eléctrico de 88 CV en posición trasera transversal.

Batería de 11,6 kWh de capacidad con la que homologa 54 km de autonomía eléctrica. El nuevo gana ese extra de potencia gracias a que tienen un motor eléctrico más capaz, con 145 CV de potencia y una batería de 18,8 kWh con la que dice poder recorrer hasta 88 km en modo 100 % eléctrico. Hora de probarlo.

Comportamiento

Este es un coche en el que prima la comodidad. Hay una versión más potente y la posibilidad de equipar una suspensión con amortiguadores de dureza variable, pero no sé si este coche me pide eso. Prioriza más el ir tranquilo y cómodo más que precisión y pasos a velocidades endiabladas por curva.

Y no es que no tenga motor, ya que las prestaciones son buenas. A pesar de su elevado peso, de 2.070 kg, los motores mueven bien al coche, que gana muy bien velocidad. Completa el 0-100 km /h en 5,4 segundos. La velocidad máxima se limitó –política de la marca– a 180 km/h.  

Ese peso le ayuda a moverse en autovía de manera imperturbable. Me ha parecido un coche fabuloso para viajar, mejor que el Clase C o el Serie 3 Touring, que no es que sean malos precisamente. El motor apenas se oye, incluso cuando no queda batería, los 253 CV y 350 Nm de par del bloque de combustión mueven de manera fenomenal al coche.

En una conducción dinámica, la dirección es poco comunicativa, y echos de menos la ausencia de levas detrás del volante, para controlar la retención cuando te mueves en eléctrico y el cambio Geartronic de 8 velocidades, aunque puedes usar la palanca de cristal para ello.

Hay diferentes modos de conducción, que priorizan la eficiencia, el Comfort o el dinamismo, así como uno en el que primas la tracción total. En ese caso, el motor trasero se nota. Recomiendo, si vas a ir animado por carreteras de curvas, que reserves un poco de batería para que así tengas ese extra de ayuda de casi 90 CV en el eje trasero, que redunda en seguridad y precisión. Si lo fuerzas, el motor de combustión irá suministrando potencia extra, a costa de gastar más combustible.

El gasto. Muchos apostarán por un híbrido enchufable por lucir la etiqueta cero en el parabrisas. Pero lo suyo es hacerlo para contaminar menos y ahorrar. La autonomía en modo eléctrico no es desorbitada, cuesta pasar de los 40 km, pero si puedes cargarlo, puedes hacer muchos desplazamientos cotidianos en modo eléctrico.

Cuando se agota, la verdad es que gasta mucho en ciudad. Menos en autovía a velocidades legales, donde medimos un gasto de 7,6 l/100 km con el coche cargado. Como es habitual, puedes reservar batería para usar más tarde o cargarla usando el motor de combustión. A costa, eso sí, de gastar más.

Opinión coches.com

Hace décadas el Volvo 850 T5 se ganó el apodo de ladrillo volador por sus formas cuadradas y prestaciones. Hoy los históricos familiares de Volvo son modelos refinados en su diseño, siendo el V60 uno de los más atractivos y elegantes del segmento.

Ese techo bajo y línea dinámica tiene su contraprestación en el interior, donde vemos que el diseño se ha impuesto al espacio y a la practicidad, algo que se valora en los coches familiares. Eso sí, a diferencia de la primera generación, ahora el Volvo V60 tiene un maletero muy capaz, por delante de sus principales rivales.

¿Es interesante la versión híbrida enchufable? Desde luego, si usas el coche principalmente en viajes, sale más a cuenta un diésel o gasolina microhíbrido. Si vas a realizar muchos desplazamientos cortos, de hasta 40 km entre cargas, lo irás amortizando. La nueva variante, con mayor batería, promete hasta 88 km, lo que sin duda acabará convenciendo a más gente. Sin menospreciar sus prestaciones, enamora, sobre todo, su comodidad. Da gusto estar en el coche, con esos asientos y rodeado de materiales tan gustosos. Eso tiene un precio.

Su precio de partida, de 59.200 euros puede parecer mucho, pero cuando lo comparas con las versiones híbridas enchufables del Mercedes Clase C Estate o el BMW 330 e Touring –el A4 Avant aún no tiene esta tecnología–, no sale nada mal parado, ya que es más potente que ellos, tiene más equipamiento de serie y con la nueva batería se acerca a la autonomía eléctrica del Mercedes, el referente. ¿Y un XC60 con este motor? Pues tiene menos maletero y, si bien tiene una carrocería más de moda, supone pagar casi 5.000 euros más. Y pese a ello, se vende mucho más. Nosotros nos quedamos con el familiar.

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