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Mario Nogales

Volvo XC40 D4 AWD 190 CV, prueba a fondo del aspirante escandinavo

Lo cierto es que el Volvo XC40 ya estaba causando expectación mucho antes de su lanzamiento. Se trataba de la propuesta de la marca sueca para entrar en el competido segmento de los SUV compactos tras haber cosechado bastante éxito con modelos más grandes como los XC60 y XC90. Y se enfrentaba a este reto con un modelo hecho desde cero, con un coche que estrenaba plataforma y que adelantaba lo que iba a ser el futuro de Volvo por sus cualidades.

Por lo que hablar del Volvo XC40 es hablar de la plataforma CMA (Compact Modular Arquitecture). Se trató del primer modelo en montar esta novedosa plataforma desarrollada conjuntamente con Geely (matriz de Volvo). Por ese motivo, luego ha aparecido en otros como el Lynk & Co 02 o próximamente en el Geely FY11. Su principal peculiaridad es su capacidad de recibir electrificación (algo que no tardará mucho en pasar) y de montar mecánicas de tres cilindros (el XC40 es el primer Volvo en hacerlo.)

Con estas credenciales, el revuelo alrededor del modelo era importante. En sus primeros meses en el mercado tuvo tanto éxito que tuvieron que aumentar su producción tanto en Europa como en China. A esto hay que sumar que se le otorgara uno de los premios más reconocibles del mundo del motor. El Volvo XC40 se convirtió en el Coche del Año en Europa en el pasado 2018. Tras este breve repaso a su corta historia vamos a detallar nuestras opiniones tras probarlo a fondo.

Exterior

A nivel estético el Volvo XC40 ha bebido mucho del lenguaje de diseño actual de Volvo, el que llevan por bandera sus hermanos mayores. Por suerte, podremos diferenciarlo fácilmente de ellos gracias a sus dimensiones contenidas. Este ejemplar tiene una longitud de 4,42 metros, una anchura de 1,85 metros y una altura de 1,65 metros. Su distancia entre ejes se queda en 2,70 metros, todavía algo lejos de sus parientes con plataforma SPA.

Si empezamos por el exterior de este Volvo XC40 es imposible no nombrar al Volvo Concept 40.1, un prototipo del que toma su imagen prácticamente sin cambios. En el frontal aparecen esos ya míticos faros con el «martillo de Thor» como reconocible firma lumínica. Quedan a ambos lados de una parrilla hexagonal ancha y colocada en una posición elevada, que contiene el logotipo de la marca. En la parte inferior encontramos una pequeña defensa plateada.

Además de eso hay que destacar los plásticos negros que recubren todos los bajos de la carrocería de este modelo, por eso de darle un aspecto más robusto. En la vista lateral podemos apreciar eso y también sus formas peculiares. Hablamos principalmente de los voladizos muy cortos y de la configuración del pilar C, acentuado por el acabado bicolor de nuestra unidad de pruebas. También gana presencia por las llamativas llantas de 19 pulgadas.

Si pasamos a la zaga y comenzamos con el análisis de arriba a abajo, nos encontramos un prominente spoiler de techo que va en blanco haciendo contraste. En la zona media aparece el nombre de la marca, no el logo, ocupando buena parte del portón. A ambos lados quedan unos pilotos LED muy peculiares que adoptan forma de L. La zona inferior queda reservada para el plástico y una moldura de aspecto metálico.

Interior

Cuando entramos al interior nos invade una sensación de déjà vu. Eso se debe a que aparentemente es muy parecido a sus hermanos mayores. Todo el protagonismo recae en la pantalla tipo tablet de 9 pulgadas, que acapara casi todas las funciones del sistema multimedia. El funcionamiento de esta pantalla es satisfactorio, el nivel de los gráficos es alto y es bastante precisa. Sin embargo, creemos que aglutina demasiadas funciones.

Decimos esto porque acciones como configurar el climatizador de este modo quitan mucha atención de la carretera. Por suerte el control por voz está bastante conseguido y desde el volante también podemos controlar muchas competencias. Porque el minimalismo escandinavo se ha dejado sentir y apenas hay botones en el habitáculo del XC40. La excepción se hace con algunos en la consola central y los ya citados del volante.

De este elemento tenemos que decir que nos deja luces y sombras, pues el cuero denota calidad pero los plásticos no están demasiado conseguidos. En todo caso, a través de él se puede ver una gran pantalla de 12,3 pulgadas que ha sustituido a la instrumentación tradicional. Tiene una muy buena legibilidad con dos grandes esferas para la velocidad y las revoluciones y un espacio central que muestra la información que queramos.

Y si ya habíamos comenzado a juzgar la calidad percibida de este Volvo XC40, ahora vamos a hacer algún apunte más. Como firma premium tiene detalles gratificantes como su tapicería de cuero (aunque en ese color no sabemos que tal envejecerá), las molduras de aluminio ‘Urban Grid’ que van iluminadas o el acabado del interior de las puertas. Sin embargo, también hay otros elementos que no nos han gustado tanto, como los citados botones del volante y algunos plásticos de la parte inferior

En cuanto a su habitabilidad, se puede decir que el XC40 está en la media del segmento. Las plazas delanteras son realmente equilibradas, pues ofrecen comodidad y agarre a partes iguales. Además esos reposacabezas son muy prácticos y le sientan bien estéticamente. Si pasamos a la segunda fila de asientos nos pasa como en la mayoría, sin problema en las dos plazas laterales (donde sobra espacio para piernas y cabeza), pero con dificultades en la plaza central por su carencia de forma y por el túnel de transmisión.

Maletero

El maletero de este modelo tampoco destaca, ni para bien ni para mal. Cuenta con una capacidad de 460 litros que son realmente aprovechables gracias a sus formas rectas. La boca de carga es muy grande y no queda a una altura demasiado elevada para ser su SUV. Además contaremos con la ventaja de tener un hueco bajo el piso para poder separar la carga, algo que se hará con el propio suelo móvil del maletero, que se puede plegar en tres partes.

Además, debajo de ese espacio todavía podemos encontrar una rueda de repuesto de emergencia que será muy útil para cuando la ocasión lo requiera. Otra de las ventajas que encontramos en el maletero del XC40 es la posibilidad de disponer de apertura eléctrica del portón. No serán los únicos botones en esta zona, pues tenemos dos que sirven para abatir la segunda fila de asientos en dos partes (60:40) para dejar una superficie lisa y hasta 1.336 litros de capacidad.

Equipamiento

Si nos ponemos a configurar un Volvo XC40 nos daremos cuenta de que se puede elegir con cinco niveles de equipamiento en nuestro país. Ya de serie, lo que sería el acabado Base, es bastante completo e incluye llantas de 17 pulgadas, iluminación diurna LED, aire acondicionado, sensor de lluvia, instrumentación digital de 12,3 pulgadas, pantalla táctil vertical de 9 pulgadas, aviso de cambio involuntario de carril o reconocimiento de señales.

Si eso ya podría ser suficiente para muchos, se puede completar con el acabado Momentum, el que montaba nuestra unidad de pruebas. En este caso hay que sumar llantas de 18 pulgadas, barras de techo en aluminio, climatizador bizona, asientos con ajuste eléctrico o un sistema de sonido mejorado. Paralelo a este nivel, está el Business Plus, dedicado principalmente a flotas y sumando algún elemento como la navegación Sensus.

Para los que busquen un toque más deportivo en el Volvo XC40 está disponible el acabado R-Design, que tiene un aspecto más agresivo gracias a sus llantas de 18 pulgadas específicas a los elementos en negro brillante o a la doble salida del escape. En el interior también hay detalles diferenciales y además lleva el chasis Sport. El acabado más distinguido seguirá siendo el Inscription, con tapicería de cuero o molduras de madera.

Aunque claro, en una firma premium como es Volvo, también tendremos una larga lista de equipamiento opcional para completar este SUV compacto. Por lo tanto, pudimos comprobar como nuestra unidad de pruebas llevaba algún que otro paquete adicional, destacando algunos como el Intellisafe Pro (con todas las ayudas a la conducción) o el Business Pro (con navegación y sistema de sonido Harman/Kardon con 14 altavoces y 600 W).

Motor

La gama de motores del Volvo XC40 es bastante completa y tiene opciones tanto en gasolina como en diésel. En la gama de gasolina aparecía el primer tres cilindros de Volvo, el T3, que desarrolla 163 CV de potencia. Entre los cuatro cilindros están los habituales T4 y T5, que ya los hemos visto en otros modelos. Tienen 190 y 247 CV respectivamente y ambos pueden ir ligados a la tracción total AWD. En este modelo no tienen cabida ni el T6 ni el híbrido enchufable T8.

Por la parte del diésel, aunque haya perdido popularidad, se mantienen dos opciones. La de acceso es el D3, con 150 CV, y el tope de gama el D4, con 190 CV. El primero se puede elegir tanto con tracción delantera como con tracción total, mientras que el segundo es solo AWD. Aunque no lo hemos mencionado antes, prácticamente todas las mecánicas citadas pueden ser escogidas con caja de cambios manual de seis velocidades o con la automática de ocho relaciones.

En nuestro caso estamos probamos un Volvo XC40 D4 AWD, el más potente de los diésel con tracción total y transmisión automática de convertidor de par. Desarrolla 190 CV y 400 Nm de par, una potencia que le vale para tener unas prestaciones aceptables. Este ejemplar acelera de 0 a 100 km/h en 7,9 segundos y tiene una velocidad máxima de 210 km/h. Por otro lado, arroja un consumo homologado de 5,0 l/100km y unas emisiones de CO2 de 131 g/km.

Comportamiento

Procedemos a pasar a la acción con nuestro Volvo XC40 D4 AWD y lo primero que notamos es que la mecánica diésel no es todo lo refinanada que nos gustaría. A pesar de ello, la marca sueca ha hecho un buen trabajo de insonorización y eso apenas se notará desde el interior. De hecho, cuando estamos al volante se muestra un coche agradable de conducir y con algunas cualidades que no pasarán desapercibidas.

La primera es la forma en la que entrega la potencia el bloque diésel de 2.0 litros. Es muy lineal y progresivo, destacando principalmente en la zona baja del cuentarevoluciones. Sus 400 Nm de par consiguen que acelere con brío, principalmente entre las 1.750 y las 2.500 vueltas. De la zona alta mejor olvidarse, pues no obtendremos nada. Pero de eso se encargará el cambio y sus desarrollos largos, que permiten que a 120 km/h estemos por debajo de las 2.000 rpm.

Y volviendo a la transmisión automática de convertidor de par y ocho velocidades, parece una buena opción para este modelo y conjuga bien con la mecánica. Las transiciones entre marchas son muy suaves aunque lógicamente no tan rápidas como en un doble embrague. Echamos en falta unas levas en el volante para poder controlarlo a nuestro gusto. Nos quedará el modo secuencial con la pequeña palanca de marchas (muy mona, pero algo difícil de manejar) y/o jugar con los distintos modos.

Porque en este Volvo XC40 se pueden seleccionar hasta cinco modos de conducción. El Eco es una auténtica maravilla para ir tranquilos y ahorrar, pues entra en ‘modo vela’ a la mínimo. En Comfort es en el que pasaremos más tiempo, pues se corresponde con el modo automático. El Dynamic lleva a cabo algunos ajustes para dar un toque más animado al vehículo (sin llegar a ser deportivo). Con el Offroad se puede hacer algunas salidas fuera del asfalto (aunque se desactiva a partir de los 30 km/h). El quinto modo es personalizable por el usuario.

A nivel de chasis las percepciones son gratas, pues es un coche que se conduce de manera muy similar a un turismo. Apenas aparece esa percepción de altura ni los balanceos que suelen aparecer e los SUV. Se ha conseguido un conjunto muy equilibrado y agradable de conducir, como ya señalamos al principio. Parte del mérito se lo tenemos que dar a una suspensión que tiene un tarado que busca la comodidad, pero que no se muestra blando ni desentona en ningún ámbito.

Con la dirección tenemos una sensación similar. Es cierto que es blandita y que cuenta con un alto grado de asistencia, pero al mismo tiempo es bastante precisa y nos hacemos a ella pronto. Al finalizar la prueba del Volvo XC40 D4 AWD nos encontramos con un consumo medio de 7,6 litros. Es cierto que la cifra bajará considerablemente en autopista, pero si abusamos de cuidad y de carreteras secundarias (como fue nuestro caso) su peso de 1.800 kg y la tracción total penalizarán en exceso.

Opinión coches.com

En definitiva, el Volvo XC40 es un rival fuerte que debe ser tenido en cuenta dentro de los SUV compactos premium. Quiere plantar cara a sus rivales alemanes con una filosofía diferenciada que comienza con un diseño muy personal y atractivo, heredado de sus hermanos mayores y con opciones de personalización. El interior también es peculiar con esa gran pantalla vertical y una buena calidad percibida. Todo eso con una habitabilidad correcta y dentro de la media.

Si nos centramos en la versión D4 AWD, tope de gama diésel, todavía será interesante para los viajeros que hagan más kilómetros. Su desempeño es bueno y el motor conjuga bien con la transmisión automática. Lo más destacado es la puesta a punto de su chasis, que lo convierte en un modelo realmente equilibrado. Por sacarle alguna pega final tendríamos que mencionar su precio, que por otro lado no es desorbitado si miramos el de sus competidores.

Volvo XC40 D4 AWD 190 CV
7.8Nota
Lo mejor
  • Diseño llamativo y con personalidad
  • Calidad percibida de su habitáculo
  • Comportamiento dinámico muy equilibrado/li>
Lo peor
  • Funciones del climatizador en la pantalla
  • Sin levas y con palanca pequeña
  • Precio bastante elevado
Diseño8
Habitabilidad7.5
Acabados8
Maletero7.5
Equipamiento8
Motor7.5
Comportamiento8.5
Calidad Precio7.5

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