El Grupo Renault ha anunciado la venta de la totalidad de su participación en Daimler, cifra que representa un 1,54 % del capital. Los ingresos tras 16.448.378 acciones adjudicadas se utilizarán para ayudar a Renault a “acelerar el desapalancamiento financiero de su actividad automotriz”. Y no son pocos, pues a un precio de 69,50 euros por acción ha conseguido una recaudación total de 1.143 millones de euros.
La participación cruzada y la asociación entre Renault y Daimler se originó en 2010 bajo los entonces directores ejecutivos de ambas compañías, Carlos Ghosn y Dieter Zetsche. Los dos organizaron regularmente conferencias de prensa conjuntas en presentaciones antes de que la policía japonesa arrestara a Ghosn ante la sospecha de mala conducta financiera. Zetsche dejó Daimler poco después y la cooperación se ha estancado desde que la Clase X (hermana de la Nissan Navara y Renault Alaskan) dejase de producirse.
Daimler también puso fin a su cooperación con los franceses para su marca smart. Tanto el fortwo como el forfour, que comparten tecnología con el Renault Twingo, se construyeron en nuestro país vecino, pero se trasladarán a China en una empresa conjunta con Zhejian Geely Holding Group, el mayor accionista individual de Daimler. Otros proyectos conjuntos que también se han reducido a lo largo de los años viene relacionado con la reducción en las compras de motores diésel (1.5 dCi) de Damiler a Renault.
Aún así, “la asociación industrial entre el Grupo Renault y Daimler se mantiene sin cambios y no se ve afectada por esta transacción financiera”, declara el comunicado. Renault todavía construye versiones de su furgoneta compacta, la Kangoo, para Daimler con el distintivo de Mercedes-Benz Citan, y esta última había dicho que venderá una versión para pasajeros de la nueva generación de la Kangoo bajo el nombre de Clase T a partir de 2022. Porque desde ambos lados también han hablado sobre reavivar su asociación comercial.
Renault ya advirtió a los inversores en febrero de este otro año desafiante tras una pérdida neta anual de 8.000 millones de euros, mucho peor de lo esperado. Las batallas diarias del Luca de Meo, CEO de la firma del rombo, para asegurar suficientes semiconductores para mantener abiertas las plantas de producción están complicando su intento de sacar a la compañía de esa rutina en la que ha estado desde el arresto del antiguo líder de Renault a finales de 2018. Desde entonces hemos visto un tira y afloja que se ha mantenido.
Por otro lado, Daimler también se encuentra embarcada en una profunda reestructuración interna para recortar y optimizar los gastos, con menos énfasis en el volumen y más en ir un paso más allá en la escala automotriz. De hecho, las acciones de Daimler han subido desde que desde en Stuttgart anunciasen a principios de febrero que prescindirían de su unidad de camiones (Daimler Trucks & Buses). La acción cerró el pasado 9 de marzo en un máximo de tres años, valorando a la compañía en 77.100 millones de euros.
Fuente: Renault