Tenía muchas ganas de subirme al nuevo Seat León. Conocía bastante bien la anterior generación, de la que probé versiones bien diferentes (ver prueba del Seat León Ecomotive 2010 y prueba del Seat León FR 2010). Pero no había tenido la oportunidad de subirme a esta nueva generación, que ha supuesto toda una revolución en el compacto español.
Mis ganas aumentaron cuando mi compañero Gonzalo Yllera realizaba su prueba del Seat León. Recuerdo perfectamente sus palabras por teléfono cuando le llamé para que me comentase sus primeras impresiones: «Si pudieses conducir con los ojos cerrados, jamás dirías que estás en un Seat». ¿Para tanto sería? ¿Había cambiado tanto respecto al anterior modelo? ¿Tanto como para ser un rival serio para su primo, el Volkswagen Golf 7, con quien comparte plataforma?
Todas estas dudas se resolverían de un plumazo durante la toma de contacto con el nuevo León SC. Por vez primera, el León cuenta con una variante de tres puertas. No cuenta con una carrocería demasiado diferenciada del cinco puertas, pero sí luce más deportivo y puede ser una buena opción para quien no necesite usar las plazas traseras a menudo. Pero bueno, vayamos paso por paso en un análisis más detallado.
Exterior
Cada vez los coches cuentan con menos carrocerías. Las marcas deben ajustar sus presupuestos al máximo y se centran en aquellas que concentran un mayor número de ventas. Ese es el motivo por el que, por ejemplo, las carrocerías de tres puertas estén poco a poco desapareciendo de los utilitarios (el último Renault Clio es un claro exponente).
Seat ha recorrido el camino contrario con el León. No venderán demasiados SC, esta carrocería de tres puertas que hoy probamos, pero han decidido lanzarlo porque el segmento compacto es tan importante en volumen que arañarán unos miles de ventas entre aquellos que busquen una estética más deportiva. Y es que, aunque la anterior generación ocultaba las manillas de la puerta en el mando y simulaba ser un tres puertas, hemos llegado a ver en alguna concentración de tuning cómo algún propirtario había llegado a soldarla para poder presumir de un tres puertas.
De todos modos, el diseño del León SC respecto al cinco puertas no cambia demasiado. No hay cambios en la parte delantera y los cambios se centran de la mitad hacia atrás del coche. Para empezar, destacan sus puertas, bastante más grandes y que tienen una misión clara: facilitar el acceso a la parte trasera. Esto ha obligado a cambiar la forma de las lunetas laterales, lo que ayuda a tener una buena visibilidad delantera y lateral. Cambian aún más las lunas laterales traseras , que siguen la caída del techo y son mucho menores.
El León SC mide 2.228 mm, 35 menos que un cinco puertas debido a esos cambios en la parte trasera. Allí, el portón tiene una luneta algo más tendida para darle un aire más coupé a la carrocería… aunque no tanta como sí puede diferenciarse un Renault Megane cinco puertas de un Megane Coupe, por ejemplo. En la parte baja en la zona trasera no se observan cambios.
Interior
Dentro, sí que apenas hay diferencias con las impresiones que reflejó Gonzalo Yllera en su prueba del nuevo León cinco puertas. Comparado con la anterior generación, el cambio es abismal, sobre todo de concepto… y de calidad.
Con lo del cambio de concepto ha ocurrido algo similar a lo que ha pasado por fuera: menos lineas curvas y más aristas. Se apuesta por un diseño más limpio, senciilo y «alemán», muy vertical. Eso sí, todos los mandos «está en su sitio», enseguida encuentras todo y no te cuesta nada sentirte a gusto en el coche rápidamente.
Los asientos me gustaron mucho, con buena sujeción lateral. No tuve la impresión de que se quedasen cortos, como sí comentó Gonzalo Yllera en su prueba… En lo sí que coincidimos que los conductores más altos puede que tengan algún problema con la altura disponible al techo. Otro punto de convergencia con mi compañero es su opinión sobre el volante… me gustó su tacto, pero tiene el aro demasiado estrecho para tratarse de un coche con pretensiones deportivas.
En el cuadro de mandos hay los dos típicos relojes (velocímetro y cuentarevoluciones), con una pantalla entre ambos desde la que se pueden controlar casi todas las funciones del coche. Se controla desde los mandos situados en el volante multifunción y puedes ir viendo las indicaciones del navegador, equipo de audio, consumos totales o parciales, temperaturas de agua y aceite, datos del viaje… Todo ello sin tener que desviar la vista hacia la consola central. Es una solución presente en todos los vehículos del Grupo Volkswagen desde hace tiempo y que funciona.
Sobre la mejora de la calidad, era uno de los grandes hándicaps del modelo anterior, donde había un exceso de plásticos duros en zonas que quedaban demasiado a la vista. Ahora los materiales empleados son mucho mejores y mucho más agradables al tacto. Si hablamos de la «calidad percibida», podemos colocar al León entre lo mejor de los compactos sin temor a equivocarnos. Realizamos la típica prueba del cierre de puerta: suena a calidad, a coche bueno. Dio la casualidad que probamos este coche el mismo día que la prueba del Seat Toledo… y la diferencia entre ambos es abismal (son coches dirigidos a públicos totalemnte diferentes, nos indicaron desde Seat ante nuestra apreciación).
Hasta aquí todos los puntos en común con el León cinco puertas. Pero el León SC cuenta con solamente tres, de ahí que comprobar la habitabilidad y acceso a la zona trasera resultaba clave.
Ya te habíamos comentado que las puertas delanteras son grandes. Para facilitar el acceso al coche sus bordes son redondeados y se abren bastante, casi 80 grados. Para llegar a los asientos traseros solamente hay que abatir el respaldo y mover el asiento hacia delante, como en la mayoría de los coches. Los asientos cuentan con «memoria» y vuelven a su posición original tras abatirlos, lo que es de agradecer.
Una persona ágil no tendrá problema alguno para acceder a la banqueta trasera, dividida en tres partes: las laterales tienen un respaldo muy marcado, con prominentes apoyos lumbares, muy cómodos, mientras que una plaza central mucho más estrecha. Veo complicado que tres adultos grandes puedan viajar cómodamente ahí.
También se nota que la altura en esas plazas traseras se ha reducido respteco al cinco puertas (entre 13 y 19 mm), por lo que no hay demasiado espacio para las cabezas si eres alto. En mi caso, que mido 1,80 m no tenía demasiado problema. Tampoco con el espacio disponible para las piernas, algo justo pero bien… para alguien de talla media, pues si es más alto no podrá estirar demasiado las extremidades inferiores.
Otro detalle que me llamó la atención desde el interior es que las lunas laterales traseras resultan algo pequeñas. Eran fantásticas (y lo son) para dar esa ligera imagen de coupé al coche desde fuera, pero no permiten la entrada de mucha luz a esta zona y un niño pequeño puede que no viaje muy a gusto ya que verá poco por la ventanilla, que queda muy alta.
Equipamiento
Ya habíamos visto en profundidad los cuatro niveles de equipamiento del Seat León: Emoción, reference, Style y FR. Son los mismos con los que cuenta este león SC. Nuestra unidad cuenta con el acabado Style, el más completo y equilibrado para un usuario medio. Incluye autoblocante electrónico XDS, asistente de arranque en pendiente, faros antiniebla con función cornering, llantas de aleación de 16 pulgadas y retrovisores exteriores eléctricos y calefactables.
En el interior no falta el climatizador bizona, Radio Media System Colour con pantalla táctil en color de 5,8 pulgadas, conexión Bluetooth, puerto USB/Aux-in, lector de tarjeta SD, lector CD y seis altavoces, reposabrazos delantero, elevalunas traseros eléctricos, asiento del conductor y del acompañante regulables en altura e inserciones interiores cromadas. En el acabado Style también incluye un cómodo posabrazos central y la salida de aire para las plazas traseras. El Seat León León SC 2.0 TDI CR 150 CV también cuenta con Start&Stop. Su precio recomendado es de 22.900 euros.
Nuestra unidad también cuenta con un buen pico de equipamiento extra, empezando por su precioso color azul (749 euros), o la tapicería Style con piel negra (1.470 euros). Cuenta también con un sistema de navegación integrado en la pantalla táctil, con reconocimiento por voz de navegación y otras conexiones (641 euros) y sensores de aparcamiento delanteros y traseros con OPS (muestra una visión esquemática del coche y los posibles obstáculos), que cuestan 483 euros. También incluye una alarma, que tiene un sobrecoste de 296 euros y los faros Full LED, que incluye luces diurnas LED y LED traseros por 1.174 euros. Sobre esto último, señalar que no pudimos probarlos de noche. Sí lo hizo Gonzalo Yllera con el cinco puertas y su impresión es que dan una luz muy blanca… pero en distancias muy cortas.
El total de esta unidad se queda entonces en 27.743 euros según hemos visto en el configurador de la web de Seat, aunque siempre puedes encontrar muy buenas ofertas de Seat León nuevo en concesionario oficial en coches.com. Para quienes sufran de «marquitis» puede parecer a priori un precio algo elevado para tratarse de un Seat, pero el nivel tecnológico es alto y los ajustes interiores y materiales muy buenos, por lo que está en precio de mercado.
Maletero
Habíamos comentado que el coche es algo más corto que la versión de cinco puertas. Pero a pesar de los cambios de alturas y anchuras, tiene exactamente la misma capacidad que en la versión de cinco puertas, 380 litros. Peca, como aquel, de tener un borde de carga muy alto. Debido a ello, el hueco para introducir objetos resulta algo más pequeño que en otros compactos con portón. También dificulta un poco meter y sacar bultos grandes del maletero.
El maletero está iluminado, pero no cuenta con una toma de corriente. Lo que sí cuenta es con dos ganchos en las paredes para colgar bolsas o una mochila. Los respaldos de los asientos traseros son abatibles, por partes, con lo que se logran 1.150 litros de capacidad. Eso sí, el piso no queda totalmente liso, sino que queda un pequeño escalón con el suelo del maletero. Bajo el piso del maletero encontramos con una rueda de respuesto de galleta. Luego pudimos comprobar que no se incluye de serie. Hay que pagar un pequeño sobrecoste de 49 euros.
Motor
Hemos probado una de las «joyas de la corona», un motor de dos litros TDI que rinde 150 CV. No decimos joya por sus descomunales prestaciones, sino a su equilibrio entre rendimiento y consumo dentro de la gama diésel, lo que lo convierten en uno de los favoritos del mercado español a la hora de elegir un motor ahorrador a la vez que solvente.
El 2.0 TDI CR con 150 CV de potencia y 320 Nm de par motor promete un consumo de 4,1 litros/100 km y unas emisiones de 106 g/km de CO2. En el consumo urbano sus cofras de homologación llegan a los 5,0 litros y el extraurbano a los 3,6 litros a los 100 km. Sin duda, buenas cifras de consumo para la potencia que ofrece, sobre el papel. No tuvimos tiempo para comprobar si se ajustan mucho a la realidad en una conducción normal. Se trataba de un breve contacto con el coche y nuestro consumo final (según el ordenador de a bordo) se quedó en 7,1 litros/100 km. Pero nuestra conducción no fue en absoluto una conducción enfocada al consumo, sino a conocer el apartado dinámico del coche sin miramientos de otro tipo.
Comportamiento
Me quedé muy gratamente sorprendido por el poderío del motor 2.0 TDI en todo el arco de las revoluciones. Por mucho que dejes caer la aguja, por debajo incluso de las 2.000 vueltas, no se amedentra y vuelve a resurgir con brío en cuanto le vuelves a solicitar marcha. Con el common-rail ha ganado en refinamiento, además de recuperar brío con esos 10 CV extra respecto al anterior diésel de 140 CV.
Como conocía bastante la zona donde nos dejaron la unidad, me dirigí a una carretera con abundantes pendientes y curvas. El motor no flojeó en momento alguno. Responde sin que sea necesario jugar demasiado con el cambio. Y una vez que superas las 1.800 rpm empieza a empujar con una fuerza tal que da la impresión que tiene una mayor potencia que la declarada. No soy muy amigo de los diésel, pero este me ha gustado mucho, tanto por esas prestaciones como por la suavidad con la que las entrega.
Una de mis mayores dudas llegaban antes de subirme al coche. El eje trasero multibrazo, responsable del gran comportamiento dinámico del compacto español hasta la generación anterior, ahora se reserva a las versiones más potentes. En todas las versiones con menos de 180 CV se monta eje semirrígido, más barato. Pero no. Los ingenieros no se equivocaron en sus cálculos. El comportamiento, a velocidades altas y con muchas curvas, continúa siendo sobresaliente. Puedes ir muy rápido sin temor a sufrir balanceos que descoloquen el coche. Y eso que cuenta con las suspensiones de serie. El comprotamiento en curva, del León FR, con suspensiones más duras, se presume escandaloso.
La dirección se muestra en todo momento directa y precisa, a pesar de que en alguna ocasión pueda parecer demasiado asistida. Pero resulta fácil enlazar curvas rápidamente con el nuevo León, pues se dirige siempre exactamente donde le indicas. Solamente se nota un ligero subviraje cuando intentas llevar el coche al límite. Los frenos también me gustaron mucho. Tanto por su tacto como por sus capacidades.
Veredicto coches.com
Es innegable que me gustó el Seat León. Se demuestra muy deportivo (no quiero ni imaginar las versiones R y la Cupra, cuando llegue) al tiempo que cómodo. Puede que haya perdido algo de la línea deportiva y diferenciada del resto de compactos del mercado que sí tenia la generación anterior, pero para compensar está esta versión SC, que exteriormente no se aleja mucho demasiado coupé… Han querido mejorar en todo y lo han conseguido, pero sin arriesgar, ya que Seat no puede permitirse fallar lanzando un compacto que no guste al mercado.
Además del gran comportamiento dinámico, intachable, también mejora mucho la calidad interior, también sobria pero mucho mejor que el anterior modelo. Da la impresión que Seat ha querido desmarcarse de las ofertas de otras marcas generalistas. En mi opinión, lo ha conseguido con un producto realmente bueno. Los supera en marcha y se sitúa un punto por delante, muy cerca de las marcas premium… que sí son mejores en acabados, pero no se desmarcan dinámicamente de este León SC o de la variante cinco puertas.
Seat ha conseguido un coche que da una extraordinaria sensación de solidez. Puede que sus rivales le superen en habitabilidad o volumen de maletero (el Citroën C4 está en los 408 litros) y los Renault Megane o Ford Focus no son malos productos, pero no tan buenos y «redondos» como el León (no concemos en profundidad al nuevo Peugeot 308, lanzado este otoño. Al Kia pro_ceed que probamos y su primo, el Hyundai i30 son buenos productos, pero su gama de motores y acabados escasa.
Quien mire a sus rivales «por arriba», como pueden ser los probados Alfa Romeo Giulietta o Volvo V40 se diferencian en el estilo (con precios similares) y en la cantidad de tecnología de seguridad disponible, pero en absoluto en comportamiento. Nos falta por probar a fondo a sus hermanos, los Volkswagen Golf y Audi A3, que comparten con este León la plataforma MQB y que mostrarán un similar balance entre confort y eficacia, con un eje delantero es ágil y uno trasero que cierra los giros con dulzura, al nivel de una berlina de nivel superior. Claro, que los alemanes también son bastante más caros que el León.
Así pues, podemos decir que el León es uno de los compactos con mejor comportamiento del mercado, con más calidad que antes. Detrás no es muy ancho y el acceso a las plazas traseras no es el mejor, pero para eso cuenta con otras dos carrocerías. Si no necesitas utilzizar demasiado las plazas traseras, el León SC es tu coche.
Lo mejor
- Comportamiento excelente en cualquier situación.
- Suavidad y empuje del motor 2.0 TDI de 150 CV.
- Salto de calidad en materiales y acabados interiores.
Lo peor
- Plazas traseras algo comprometidas, sobre todo en anchura.
- Cuando abates los asientos no queda una superficie de maletero totalmente plana.
- Línea exterior poco diferenciada del cinco puertas.
Galería de fotos: