Renault Espace E-Tech: prueba a fondo del SUV híbrido que casi consume como un diésel

Los coches híbridos no enchufables se han convertido en la opción que más ventas resta a los motores convencionales. Tiene su mérito, ya que no todos los fabricantes apuestan por este sistema de propulsión. Uno de los que ha cogido el toro por los cuernos ha sido Renault con su tecnología E-Tech. La ofertan en varios modelos de su gama. Uno de ellos, el Renault Espace E-Tech, uno de los vehículos que, por concepto, menos se ajusta a las virtudes de esta tecnología.

Y es que, por la naturaleza de su sistema de propulsión, los coches híbridos resultan fabulosos en ciudad. En esos entornos las baterías se recargan cada vez que levantas el pie del acelerador o frenas, energía que puedes aprovechar más adelante para que el consumo final sea más bajo que en un coche con motor de combustión interna tradicional. ¿Qué ocurre entonces en un viaje largo, de autovía, cuando apenas se reduce la velocidad, en un coche grande y muy voluminoso?

Tras conocer el producto a fondo en la presentación del Espace, llega el momento de ver si esta tecnología de propulsión se adecúa a un coche de carácter familiar, con una buena amplitud para realizar viajes con frecuencia. Un coche con un precio elevado, en estos momentos de 48.300 €, con este acabado (el Iconic más completo) que tiene todo lo que puedes esperar y más, con un sinfín de comodidades y muy buena tecnología de seguridad y de conectividad.

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Exterior

Es fácil confundir el Renault Espace 2024 cuando lo ves por delante con un Renault Austral. El rombo gana presencia, sobre todo cuando lo comparas con las generaciones previas, entonces con el Espace como monovolumen. Cuenta también con el tramado de lamas verticales, con una línea cromada diviéndolas y que se une visualmente con las ópticas, que tienen (cómo no) tecnología LED y una firma lumínica que forma una especie de lágrima, integrándose en el extremo superior con el paragolpes.

En la parte baja el paragolpes, bajo la matrícula, el Renault Espace E-Tech cuenta con una zona para refrigerar el coche y en los extremos la forma de flecha que vimos, por ejemplo, en el Renault Megane, si bien en aquel estaba más definida al estar en otro color.

La vista lateral nos confirma que se trata de un SUV grande. El Renault Espace E-Tech mide 4.722 mm de longitud (140 cm menos que su predecesor, pero 21 cm más largo que el Austral). Construido sobre la plataforma CMF-CD de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, anuncia 2.738 mm de distancia entre ejes. Otras cotas son los 1.843 mm de ancho (lo mismo que el Austral) y 1.645 mm de altura, dos centímetros más, con 18 cm de altura libre al suelo que realza la idea de SUV.

Además del tamaño, en la vista lateral se aprecia que tiene una mayor distancia entre ejes que el SUV compacto y también es más grande la puerta trasera, pero han conservado sin cambio alguno la forma de la caída de la ventanilla.

El color de nuestra unidad de pruebas es el Azul Noche, uno de los tres tonos especiales y que tiene un sobrecoste de 800 euros. Hay cinco tonos entre los que elegir (más el Gris Pizarra Satinado del Esprit Alpine) y, por el momento no hay opción de tener una carrocería bicolor, que sí ofrece el Austral y le queda particularmente bien.

En la zaga cambia el portón respecto al Austral, si bien los pilotos son idénticos, que juegan a meterse en él, casi hasta el logo, con un tramado que consigue que te quedes mirándolo fijamente. Otras diferencias son el alerón en la aprte alta del portón y el paragolpes inferior, que incluye unos cortes en los extremos que simulan salidas de aire.

Interior

El interior se parece mucho al del Renault Austral, y no es algo que diga como crítica, todo lo contrario. De las cosas que no me acaban de gustar son el volante achatado en su base y parte superior, que tampoco resulta algo especialmente molesto a la hora de conducir un coche de este tipo. En la presentación también había señalado que no me convencía la amalgama de mandos satélites en el lateral derecho (selector de marcha, limpiaparabrisas y sistema multimedia), pero confieso que, tras conducir casi 2.000 km con el coche, no cuesta demasiado acostumbrarse.

Es muy amplio y lo mejor es la excelente integración de todo el apartado tecnológico. Tenemos tras el volante una pantalla para el cuadro de instrumentos de 12,3 pulgadas y la acompaña una de 12 pulgadas en posición vertical que integra el sistema Android Automotive.

Es de los mejores del mercado a la hora de usarlo, muy sencillo y, además eficaz, con los mapas de Google que todos conocemos y otras funciones a las que estamos habituados y que funcionan, hay que decirlo, mejor que software propio de las marcas premium. Entre ellos, el control por órdenes vocales, pero es que además no se ha prescindido de mandos físicos para funciones como climatización, algo que aplaudimos.

La consola central o cambia respecto a la que puedes ver en un Austral. Tiene una parte que puede moverse longitudimalmente para acceder a los huecos de abajo y que al mismo tiempo puedes usar para apoyar la mano al operar los botones y mandos físicos

¿Dónde están los cambios? Pues en las plazas traseras. La gente que busca un Espace quiere, sobre todo, espacio. Cuentas con una holgura excelente para las piernas, gracias a la mayor distancia entre ejes respecto del Austral.

A mis hijos, que recorrieron prácticamente los mismos kilómetros que yo en el coche, les encantó el techo panorámico de cristal (es opcional, cuesta 1.000 euros). No tiene cortinilla se oscurece bastante bien en ratos de mucho sol, pero no llega a oscurecerse del todo como el techo del que presume el nuevo Renault Scénic 2024. Lo que sí ayuda es a tener una sensación de espacio mayor.

No contamos con los tres asientos individuales habituales del Espace pero sí una banqueta dividida en dos que puedes mover hasta 20 cm (26 para abatirlos y poder entrar a la tercera fila de asientos. Porque el aforo no se acaba ahí.

A la tercera fila (es opcional, pero sin coste) se accede con algún esfuerzo, hay que estar algo ágil. No son plazas como los Espace de antaño, donde iban adultos sin problema alguno. Piensa que son para niños o gente de estatura no muy alta.

El asiento está en una posición bastante baja y te obliga a llevar las rodillas algo flexionadas debido al respaldo que tienes delante. Además, a pesar de que hay unos maravillosos reposacabezas, mi cabeza golpea antes en un rebaje del techo antes de poder apoyarla en ellos.

No son una plazas demasiado hábiles, pero ahí están. Si buscas amplitud, modelos como el Kia Sorento o el Hyundai Santa Fe ofrecen más espacio, por citar a dos modelos que cuentan con motores híbridos en sus gamas y comparten la silueta de la carrocería con el Renault Espace E-Tech.

Maletero

Un coche familiar ha de presumir de una buena capacidad de carga. Y aquí estamos ante un SUV de 7 plazas, pero si vas a usarlas todas, seamos sinceros, has de despedirte de llevar el equipaje de todos en un viaje de varios días. Si ese es tu caso, apuesta por un monovolumen grande. Y es que hablamos de apenas 159 litros de capacidad… más un pequeño hueco bajo el piso.

En la posición más habitual, con cinco plazas en uso (las dos extra se retiran de modo muy sencillo, tirando de unas cintas y empujando hacia delante, consigues un espacio de entre 477 y 677 litros de capacidad, en función de la posición –más retrasada o adelantada, respectivamente– que ocupe la segunda fila de asientos.

Es un espacio bien rematado, donde no faltan detalles como perchas, una toma de 12 voltios o un pequeño hueco en la zona más próxima a la boca de carga donde puedes llevar pequeños enseres o incluso el estor que cubre la zona de carga.

Guardar esa cortinilla puede ser necesario, por ejemplo, cuando toca llevar algún objeto grande y voluminoso. Tirando de unas palancas en el lateral del maletero puedes abatir sin problema los respaldos de los asientos traseros. Divididos en tres partes, en proporción 40:20:40, consigues un espacio de 1.714 litros de capacidad en esta versión de siete asientos.

Motor

¿De qué va la tecnología E-Tech? Combina un motor de gasolina, que en el caso del Espace es un 1.2 de tres cilindros con turbo que entrega 131 CV de potencia. Nada que ver, por cierto con el que emplean los híbridos pequeños, un 1.6 de 94 CV atmosférico que equipan modelos como el Arkana, el Renault Clio o el Renault Captur. A ese propulsor se le suman dos motores eléctricos.

El primero genera electricidad para alimentar a la batería y funciona acoplado al motor de combustión, que puede convertirse en generador.
El segundo, de 68 CV, sí puede mover las rueda, pero también trabaja como alternador recuperando energía.

Hasta aquí, todo normal. Luego tiene dos elementos ya no tan habituales:

Batería de 2 kWh de capacidad, que es mucho. Más que ninguna otra tecnología híbrida de las que hemos repasado.
Caja de cambios multimodal, que tiene hasta 15 combinaciones, pues alterna entre las del motor de combustión y del motor eléctrico principal. Lo mejor es que Renault se trajo tecnología de la F1 para evitar usar embragues y sincronizadores para cambiar de marcha. Es el motor eléctrico el que sincroniza las velocidades de los piñones para que se engranen como es debido

Obviamente, tiene cosas buenas y malas, pero como lo tenemos aquí, te contamos cómo va y sobre todo, si tiene sentido un sistema híbrido en un coche grande como este, que tradicionalmente montaban diésel.

Comportamiento

Había conducido el coche en Portugal, pero quería hacerlo en mi terreno. Los primeros días con él comprobé que el sistema propulsor es fabuloso en ciudad. Se nota esa gran batería que monta y los 70 CV del motor eléctrico, aunque no parecen muchos, hacen que el coche se mueva muchísimo en modo eléctrico. Más de lo habitual en un coche híbrido, lo que hace que los consumos sean muy bajos.

El coche homologa 4,8 l/100 km. Es posible moverte en ciudad y alrededores en el entorno de los 5 l/100 km con una conducción suave. Es muy agradable de conducir porque gran parte del tiempo vas en modo eléctrico. Solamente resulta algo molesto el motor cuando se ponen a recargar la batería a bajas velocidades o en parado, con algunas vibraciones que denotan que se trata de un tres cilindros.

Lo llevé a hacer mi recorrido habitual de consumos. Una ruta de 200 km, con 140 de autovía, 20 urbanos y 40 de carreteras secundarias con zonas rápidas y lentas. Me quedé sorprendido cuando vi 5,8 l/100 km. Una cifra mejor que la que había registrado con el Toyota RAV4. Y viajábamos cuatro personas, con equipaje.

Así que decidí extender la prueba. Con un viaje a León y Ponferrada para ver los consumos con una buena kilometrada en autopista y ver si este techo panorámico molesta mucho a los niños cuando hay sol, que nos lo habíais preguntado. Reiniciamos el ordenador de a bordo y cargamos el depósito para ver cuánto nos acercamos a esa cifra de 1.100 km de autonomía que promete.

¿Cómo es dinámicamente el Espace? Pues es bastante confortable, pese a las llantas de 20 pulgadas con neumáticos de perfil bajo y al mismo tiempo no balancea de manera excesiva en curva para tratarse de un SUV bastante alto. Eso sí, no esperes un coche tan dinámico como el Austral: a pesar del sistema 4Control de eje trasero direccional no enlaza curvas con la alegría de su hermano pequeño, lo vi por las carreteras de El Bierzo.

El sistema híbrido es suficiente para mover el coche. Viajaba con el maletero cargado hasta arriba, con cuatro personas, dos adultos delante y dos niños detrás. El funcionamiento de la transmisión es suave y solamente se percibe una ligera demora en la transmisión en aceleraciones fuertes. No resulta molesta, pero sí se percibe. Y gana velocidad muy bien, más que notable para un coche de clara vocación familiar.

Resolvamos la gran duda: ¿vale un híbrido para hacer viajes largos gastando poco? ¿Cuál es la autonomía de este coche y sus 55 litros de depósito de combustible?

Y los consumos en carretera, excelentes. Es difícil pasar de 7 l/100 km en autovía. En un viaje de 1.000 km, 800 km en autovía y 200 más por carreteras secundarias el consumo medio fue de 6,2 l/100 km. Viajando de manera normal, sin buscar la eficiencia extrema. Sorprende lo mucho que se mueve en modo eléctrico en carretera, pues a 120 km/h, cada vez que no demandas mucho al acelerador, es el motor eléctrico el que mueve el coche.

Ayuda a conseguir bajos consumos usar las levas para variar el nivel de frenada regenerativa. Hay cuatro grados, desde uno en que no retiene nada a uno muy elevado para ser un híbrido convencional, ideal para bajar puertos de montaña. ¿Y la autonomía? No llegó a los 1.100 km publicitados, pero completar 860 km entre repostajes con mucha autovía es una buena cifra.

Opinión coches.com

Me ha convencido. El sistema híbrido de Renault consigue unos consumos al nivel de los Toyota híbridos. En ciudad los esperaba. En carretera, ya no tanto. Ayuda el tipo de coche que es, que no anima a ir rapidísimo, a pesar de que no decepciona la puesta a punto de la suspensión y el sistema 4Control ayuda en curva. Aunque el Espace no sea un monovolumen como antaño, la filosofía de coche familiar sí es la misma.

Silencioso la mayoría de situaciones, agradable de conducir y de gasto bajo. Con buenas prestaciones y aceleración. Si buscas un coche de este tamaño, es una opción que me convence. ¿Será ese sistema híbrido tan fiable como los Toyota? El turbo siempre puede dar más quebraderos de cabeza que un atmosférico, pero prescindir de engranajes y embragues en la caja de cambios creemos es una idea que le gustaría a Ferdinand Porsche… y poco a tu mecánico.

Tiene un precio elevado, pero un coche grande En estos momentos de 48.300 €, con este acabado (el Iconic más completo) que tiene todo lo que puedes esperar y más, con un sinfín de comodidades y muy buena tecnología de seguridad y de conectividad.

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