Hoy día, Abarth ha quedado relegada a vender la vertiente de altas prestaciones del Fiat 500 bajo el apellido 595; el 124 Spider nos dejó en 2020. Sin embargo, en la década de los años 50 y 60, la firma del escorpión era conocida en toda Europa gracias a numerosas victorias conseguidas por sus coches. Hablamos de modelos de Fiat y Alfa Romeo afinados por Carlo Abarth para ser los mejores en su campo, ligeras máquinas construidas a mano y puestas a punto para ser la referencia del grupo.
Uno de los más laureados fue el Abarth 1000 SP (Sport Prototipo). En 1966, el ingeniero milanés Mario Colucci diseñó este biplaza, uno de los mejores de la historia de Abarth. Este se basaba en un chasis tubular con un diseño minimalista y un modesto motor con cuatro cilindros. A pesar de la producción muy limitada de solo unos pocos ejemplares, en el Viejo Continente llegó a ser un coche muy querido. Para celebrar su 55 aniversario y repensar la fórmula ganadora en el siglo XXI, Abarth le rinde homenaje con el técnicamente “nuevo” 1000 SP.
Sí, se llama igual. Y sí, también continua con un lenguaje de diseño sencillo, aunque con un toque moderno que garantiza una mejor aerodinámica y una ergonomía mejorada. Abarth dice que esta reinterpretación de nueva factura respeta los tres principios fundamentales del coche original: formas suaves, una aerodinámica trabajada y la facilidad de conducción. Casualmente, son premisas que ya cumplía uno de los vehículos que el grupo tenía entre sus filas hasta hace relativamente poco, el Alfa Romeo 4C, en concreto la carrocería Spider.
Si alguna vez has visto un 4C en vivo y en directo, sabrás que es pequeño. Ahora, observa al 1000 SP Concept frente al 1000 SP original en estas fotografías. Este último parece de hecho un proyecto de The Little Car Company, los chicos que han hecho el Bugatti Baby II, el Aston Martin DB5 Junior y el Tamiya Wild One MAX. Pero, más allá del tamaño, y sin tener que llegar a desembolsar una fortuna, los ingenieros de Stellantis no tenían forma de cambiar las dimensiones centrales del vehículo donante. El resultado es un trabajo bastante bueno.
A rasgos generales, se traducen las señales de estilo más reconocibles del modelo original. No hay luces practicables , pero las unidades modernas hacen eco de las originales, y el capó delantera presenta la misma ranura horizontal grande junto con 20 ranuras perpendiculares detrás. Hay un aro antivuelco negro de aspecto retro detrás de los asientos, y la carrocería y el cristal de las ventanillas laterales se han remodelado para imitar las voluptuosas curvas del viejo modelo equipado con un traje de aluminio. Diseño y función, unidos de la mano.
Bajo la elegante piel, encontramos el corazón de cuatro cilindros turboalimentado de 1.75 litros de Alfa Romeo. Eso se traduce en una potencia de 241 CV y un par motor de 350 Nm, lo que lo convierte en una alternativa mucho más enérgica que el SP original, que tenía solo 105 CV provenientes de un bloque tetracilíndrico atmosférico de 1 litro. Abarth no revela detalles como los tiempos de aceleración o la velocidad punta, pero el 4C Spider de partida hacía el sprint de 0 a 100 km/h en 4,5 segundos y alcanzaba los 257 km/h de máxima.
Sin embargo, el motor más potente no es la única mejora importante. La estructura tubular del coche original da paso a un nuevo esqueleto híbrido conformado por una celda central fabricada en fibra de carbono y un frontal de aluminio. La suspensión delantera multibrazo y una configuración MacPherson avanzada en la zaga también deberían hacer que el concepto sea más fácil de llevar a alta velocidad en curvas. Al fin y al cabo, el Alfa Romeo 4C ya es de por sí un coche altamente convincente de llevar rápido; no tanto para darse un paseo.
Stellantis declara que solo está fabricando un ejemplar del Abarth 1000 SP de nueva factura, el cual se usará en los principales eventos de temática clásica durante el otoño. Pero teniendo en cuenta que el Alfa Romeo 4C fue un pequeño fracaso de ventas, no esperamos que este modelo llegue a producción. Una pena, porque los entusiastas del mundo del motor no lo vería con malos ojos.
Fuente: FCA Heritage
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