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Replica Bugatti Chiron Chatarra Tailandia (2)
Luis Blázquez

¿Invertirías en una réplica de un deportivo hecha con chatarra?

Los superdeportivos son obras de arte, y eso es un hecho. Ya sea que hablemos de diseño o de rendimiento, destacan por buscar la perfección y, la mayoría de las veces, por alcanzarla. El Bugatti Chiron es un buen ejemplo de esta búsqueda de la perfección automotriz y, con un precio de casi tres millones de euros, es altamente probable que el resultado merezca la pena. Pero como son muy pocos los que pueden permitirse gastar ese dinero, hay quienes crean réplicas basadas en estas máquinas de ensueño.

Aquí las cosas pueden volverse muy turbias, dado que fabricar una copia de un coche que ya existe se puede hacer con mayor o menor mimo por el detalle. Algunas de ellas incluso han llegado a dar el pase, mientras que otras no pueden engañar a nadie. Y luego hay quienes se inspiran para concebir obras de arte estáticas, como si de una maqueta se tratase. Eso es lo que han hecho en las instalaciones de Scrap Metal Art Thailand, una entidad a dos horas al este de Bangkok dedicada a dar vida a réplicas gestadas a partir del metal de chatarra.

El lugar alberga una colección de extraordinarias piezas hechas con los deshechos de otras máquinas, incluidos algunos robots Transformers de tamaño real que miden casi 10 metros de altura. El canal CB Media tuvo la oportunidad de ver el sitio y quedó impresionado con lo que encontró. Porque a menos que tengas un elevado nivel de habilidad en las manos, la perfección de una réplica es un trabajo difícil no apto para los débiles de corazón. Pero hay veces en las que uno se encuentra con gente talentosa que merece un gran reconocimiento.

Scrap Metal Art Thailand se fundó en 2012 y, desde entonces, ha estado enviando obras de arte a más de 40 países, incluso a miembros de la realeza en los Emiratos Árabes Unidos y Kuwait. Como dice Chad, la voz que nos explica el entorno, las piezas hechas aquí se venden por un precio que comienza en unos 3.000 dólares (2.500 euros, aprox.) para una réplica de tamaño real y 30.000 dólares por las de mayor tamaño (unos 25.000 euros). Piensa en una estatua de Bumblebee o de cualquier otro Transformer que desees, incluso hasta de un mamut.

Allí también hacen increíbles réplicas de superdeportivos y superbikes. El Chiron en cuestión está hecho de piezas de chatarra y piezas de otros vehículos aún identificables, destacando por un tono azul eléctrico y la increíble atención por el detalle (que incluso incluye un motor falso). Sus puertas no se abren y, aunque no hace falta decirlo, no se puede conducir. Pero aun así, parece casi real. Chad se enteró de que lo había encargado un caballero sueco y que faltaban días para que lo enviaran a su próximo hogar, así que ya lo tendrá en su garaje.

Justo al lado, Chad encontró un segundo Chiron, aunque esta vez hecho de una manera más inspirada en el mundo postapocalíptico de Mad Max. Esta unidad tiene puertas practicables, asientos de un coche real y un salpicadero de metal que luce un aspecto desgastado. Otros dos coches destacados en el cortometraje son un Mercedes 300 SL “Gullwing” hecho casi en su totalidad con tuercas, tornillos y otras piezas pequeñas −soldadas entre sí para crear la apariencia de una prenda de encaje− y un Ferrari 250 GTO que todavía está en construcción.

Si visitas la web del museo (enlace en la fuente) verás muchos más modelos. Por ejemplo, también tienen una réplica de un Lamborghini Veneno y otra de un Jeep Willys. Si los coches no son lo tuyo, pueden construirte una motocicleta, superhérores y villanos, animales de la selva y, prácticamente, cualquier cosa que se te pueda ocurrir. Incluso puedes crearte una réplica de chatarra de ti mismo en medio de una acción, como levantando pesas o haciendo que miras al horizonte. Aquí el límite lo pone tu imaginación y el fondo de tu cartera.

Scrap Metal Art Thailand afirma que la mayoría de sus estatuas se componen de solo cinco partes, y que estas se pueden desmontar para su envío en apenas 15 minutos. Una vez se unen, se mantienen “muy estables sin atornillarse” y quedan protegidos ante la intemperie, en caso de que estés pensando en ponerlos afuera. El envío se realiza por agua o por aire, y hay una garantía de devolución de dinero, que si bien puede parecer una gran cantidad, no es tan irrazonable si se considera el tiempo y el esfuerzo que se invierte en cada proyecto.

Fuente: CB Media, Scrap Metal Art Thailand

Vía: YouTube

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