SEAT sigue siendo impredecible. Durante años, el fabricante español ha vacilado hasta el punto en que un día realmente pensamos que el Grupo Volkswagen podría cortar el grifo, pero luego llegaron los SUV. El Ateca, el Arona y el Tarraco volvieron a sacar dinero. Luego, la etiqueta “Cupra” se separó de SEAT y se lanzó al mercado como una marca separada. Tenía que ser una marca de alto rendimiento, y lo ha hecho mientras mutaba con modelos híbridos y eléctricos.
Con su amplia oferta de coches y una fuerte apuesta por diferenciarse de su homóloga, Cupra es todo un éxito para el alto mando alemán. Desafortunadamente para SEAT, parece que esta última es mucho más rentable. De acuerdo con un informe del periódico alemán Handelsblatt, es muy probable que la compañía fundada por el desparecido Instituto Nacional de industria el 9 de mayo de 1950 sea una víctima de una reorganización integral del Grupo Volkswagen de cara a unos seis o siete años en adelante.
La especulación sobre el futuro a medio y largo plazo de la marca se alimentó después de que el presidente del comité de la empresa, Matías Carnero, y el director ejecutivo de Volkswagen, Herbert Diess, se enfrentaran por el futuro de la misma. En la conferencia de prensa anual de SEAT, el jefe de la compañía, Wayne Griffiths, describió principalmente el rápido desarrollo y el brillante futuro de la marca hermana, Cupra: con nuevos modelos y propulsión eléctrica. SEAT, por otro lado, apenas se mencionó en absoluto.
Ni siquiera se hizo alusión a planes para la creación de nuevos modelos eléctricos. De hecho: después del Mii, la compañía ahora también está eliminando el Alhambra de su gama; lleva 12 años en el mercado y está en un nicho ya extinto. Con menos de 500.000 ejemplares vendidos actualmente, la compañía considera que la pareja SEAT-Cupra es demasiado pequeña para ser rentable. Cierto es que SEAT ha estado presentando números en rojo durante los últimos dos años, pero eso también se debió a la pandemia, crisis de semiconductores y demás.
Sin embargo, Griffiths dejó claro en la conferencia que SEAT, que ahora vende los modelos más accesibles dentro del grupo, ya no puede permitirse más pérdidas. Esa es otra razón por la que Griffiths confía principalmente en Cupra, quien una vez una submarca de SEAT. La marca opera en un nicho bastante grande de modelos deportivos entre Volkswagen y Audi, lo que significa que se pueden obtener más ganancias que con los SEAT más baratos. “Cupra le da un futuro a SEAT, y el futuro es eléctrico. El futuro es Cupra”, dijo Griffiths a fines de marzo.
También es verdad que el rumor de matar a SEAT no es nuevo. De hecho, siempre se niega el plan hacerla desaparecer gradualmente, seguido del anuncio para que el mercado finalmente decidirá sobre su futuro. Y el mercado es pro-Cupra, en este momento. En marzo, la empresa nacida en 2018 representó la mitad de las nuevas ventas dentro del dueto. Y esa tendencia parece continuar. Cuando entras en concesionario SEAT-Cupra, parece algo claro hacia dónde se dirige la mayoría de las visitas y del interés. Cupra llama más la atención.
Porque, aunque ambas marcas se venden en muchos lugares, los concesionarios están muy orientados a Cupra. En una respuesta oficial de la fábrica, la compañía primero elogia a SEAT, antes de afirmar: “Creemos que esta década seguirán conviviendo los vehículos de combustión eficiente, así como los híbridos y eléctricos”. Así que, es comprensible que los empleados de SEAT en España tengan cierta preocupación para la próxima década. Porque el electro-precio parece relacionarse solo con Cupra, por el momento.
Los números parecen apoyar en parte esta teoría, pues los resultados financieros de SEAT en 2021 evidenciaban que, aunque la marca vendió un 10% más de coches que en 2020, perdió 256 millones de euros; y en 2020 se cuantificaron otros 194,2 millones de euros en pérdidas. Pese a estas mañas cifras, la facturación global de SEAT y Cupra aumentó un 5,4 % con respecto al año anterior, alcanzado los 9.250 millones de euros, mientras que la cuota de mercado de ambas creció un 3,6 % en Europa. Y todo gracias a la apuesta de Cupra.
Por el momento, SEAT es vende más coches, pues de los 470.500 ejemplares que adjudicaron, 391.200 llevaban su insignia. Por su parte, Cupra vendió 79.300 coches, de los cuales casi el 70 % se las llevó el Formentor (54.600 coches), relegando al Ateca y al León a un segundo plano. No es ni un 17 % del volumen total de las ventas de la pareja, pero su cuota representó en 2021 el 25 % de la facturación global de la empresa. Así, aunque Cupra venda menos, es más rentable que SEAT, y a largo plazo su papel en el grupo estará condicionado.
Sería una verdadera pena dejar que una marca con 70 años de historia muera tranquilamente; una que tantos éxitos ha conseguido y que en su día llegó a motorizar al pueblo español. Pero un cambio de imagen no estaría fuera de lugar para SEAT. Los coches de la firma de Martorell se diferencian cada vez menos de los de Volkswagen y Škoda, mientras que Cupra tiende a ser una alternativa más atractiva. Pero, ¿adónde debe ir SEAT? El lado deportivo ya está ocupado por Cupra, el lado racional por Škoda, y el premium generalista por Audi.
Fuente: Handelsblatt