Me niego a que desaparezcan los monovolúmenes. Tengo uno en mi garaje y me parecen los coches más confortables que existen para viajar una familia. Aprovechan el espacio al máximo, con lo que los pasajeros van cómodos y puedes llevar bastante equipaje sin problemas. Tienen también un coste de uso y mantenimiento menor que los SUV. Y si es híbrido, como este Ford S-Max Hybrid que probamos hoy, aún menos.
Los monovolúmenes han ido desapariendo de los concesionarios. Este 2022 dejó de vencerse el C4 Spacetourer (antes C4 Picasso). En 2021 el inspirador del segmento de los monovolúmenes compactos, el Renault Scenic. Y también hay que recurrir al mercado de segunda mano si quieres vehículos prácticos como el Golf Sportsvan, el Kia Carens, el Seat Altea o el Toyota Verso.
Los fabricantes han apostado por los SUV, como el Kia Sorento o el Seat Tarraco, ambos pasaron por nuestra sección de pruebas. O, si acaso, por turismos derivados de vehículos comerciales, como el Peugeot Rifter o el Mercedes Citan, por citar dos que han pasado también por nuestro canal de Youtube.
Además, el Ford S-Max Hybrid tiene un precio ajustado para su tamaño y tecnología. Parte de 40.850 euros, sin descuentos. Menos que sus ya pocas alternativas directas. Vamos a analizar sus puntos fuertes y aquellos donde flojea, pero te adelanto ya que es una compra bastante interesante.
Exterior
El Ford S-Max Hybrid se presentó allá por 2021 pero con la crisis de microchips la fábrica de Almussafes en Valencia no ha podido comenzar las entregas hasta 2022. Porque sí, es un coche Made in Spain.
Es la única motorización disponible en nuestro país y la verdad es que no cambia el aspecto en nada respecto al coche que la marca lanzó en 2019. Hay rasgos que podemos encontrar en otros Ford, como el capó descendente, con nervaduras y que ayudan a desechar la imagen de monovolumen al uso. Común también a otros modelos de la marca la parrilla, con un acabado cromado en esta versión Vignale, la más alta de gama.
En el lateral hay una leve caída de techo en la parte trasera, acentuada por el marco superior de la ventanilla custodia, que desciende de manera más acusada. Otro guiño para separarlo de las furgonetas de Ford y del Ford Galaxy, el otro monovolumen grande de la marca, dándole un toque deportivo. Llantas de 17 pulgadas de serie que en las terminaciones más altas pasan a ser de 18.
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Con llantas de 18 pulgadas de serie y con los aditamentos propios de la versión ST-Line, tal y como vemos en estas imágenes, el Ford S-Max FHEV aspira a hacerse con los clientes que buscan en un monovolumen de siete plazas una estética más audaz que la que ofrece el Ford Galaxy, que exhibe una carrocería algo más conservadora.
Se trata de un coche grande, de 4.804 mm de longitud. Es también muy ancho, buscando maximizar el espacio interior, pues se va a los 1.953 mm. También bastante alto, como todos los vehículos con esta carrocería, con 1.684 mm de altura.
Siendo franco, la zaga no pasará a la historia del diseño automovilístico. Es muy sobria y vertical, para no perder espacio de carga. Un alerón sobre el portón aporta el toque de dinamismo. Y la pizca de refinamiento la da el listón cromado que atraviesa portón y paragolpes, lugar donde se insertan un par de salidas de escape. Como todos los monovolúmenes, lo importante está en el interior.
Interior
Desde luego, el Ford S-MAX conserva las cualidades del vehículo lanzado allá por 2015. Un coche amplio y cómodo. Si lo eliges con este nivel de equipamiento Vignale, que está muy cuidado, tienes asientos tapizados en piel, con ajustes eléctricos y masaje. Ideales para recorrer muchos kilómetros.
Novedad es la pantalla en el centro del salpicadero del sistema de infoentretenimiento SYNC3, que mejora mucho al anterior. Es muy precisa al tacto y la estructura de menús es bastante clara. Integra información del climatizador, pero se han conservado algunos botones en la parte inferior, quizá algo pequeños para mi gusto.
El volante es grande y cuenta con muchos mandos. Quizá demasiados, pero es algo a lo que uno se puede acostumbrar con el paso del tiempo. Los del control de velocidad de crucero obigan a retirar demasiado los dedos de su posición habitual y para cambiar la información del cuadro de instrumentos también hay que mover demasiado el pulgar, que están bastante alejados.
Ese cuadro de instrumentos es claro y muestra todos los datos que uno puede necesitar, pero se nota bastante el paso de los años. Tanto por la calidad de los gráficos como las pocas posibilidades de personalización.
En la consola estrenó un nuevo selector para el cambio automático, giratorio, que libera bastante espacio en la consola. Aquí encontramos algunos huecos portaobjetos. Un pequeño vaciabolsillos en la parte delantera, un par de reposabebidas y un buen arcón bajoel reposabrazos. No podemos olvidar el espacio portadocumentos en la parte superior del salpicadero.
La segunda fila de asientos es una auténtica delicia. Se accede con relactiva facilidad y contamos con tres asientos individuales, todos con anclajes Isofix, por lo que puedes llevar tranquilamente tres sillas infantiles. Me gusta que puedan regularse longitudinalmente 15 cm, además de que tienen respaldos reclinables. También puedes sacarlas del coche, pero pesan lo suyo. Sí, pueden ir tres adultos y tampoco tendrán problemas para las piernas o para la cabeza.
Contamos con salidas de la climatización en la parte final de la consola, una toma de 220 V y elementos clásicos de los monovolúmenes, como bandejas tras los respaldos de los asientos delanteros o las cortinillas en las ventanillas.
Hay más. Con un tirador en el borde del asiento se da acceso a dos plazas extra. Hay que agacharse un poco para entrar y salir, pero se llega a ellas mejor que en un SUV de 7 plazas. El coche viene con ellas, pero puedes encargarlo con cinco si no las precisas. No tienes el espacio de la fila central, pero un adulto puede ir con relativa comodidad para las piernas si los de delante le ceden algo de espacio desplazando hacia delante su asiento. No así para la cabeza, así que ahí tendrá que acomodarse el pasajero más bajo.
Maletero
El maletero del Ford S-Max ofrece, utilizando 5 plazas, desde 630 litros de capacidad. Es una buena cifra, notable para el equipaje, con un espacio de formas regulares y que cuenta con unas buenas cotas de anchura, profundidad y también altura. Además, el borde de carga está muy cerca del suelo, a apenas 671 mm, por lo que es sencillo cargarlo.
Comparado con otros rivales, no queda mal parado. El Renault Espace ofrece algo menos de espacio, 614 litros. Y el Seat Alhambra, 658 litros. Un SUV de 7 plazas híbrido como el Kia Sorento se queda en 608.
MODELO | Maletero (5 plazas) |
Ford S-Max | 630 litros |
Renault Espace | 614 litros |
Seat Alhambra | 658 litros |
Kia Sorento | 608 litros |
Si necesitas las siete plazas, se abren tirando de unas cintas. El espacio es exiguo, de apenas 185 litros, como el de un Fiat 500. Aquí queda peor parado frente a sus comeptidores. Un Renault Espace anuncia 247 litros. Un Seat Alhambra 267 litros. Eso sí, un Kia Sorento 179 litros, algo menos.
MODELO | Maletero (7 plazas) |
Ford S-Max | 185 litros |
Renault Espace | 247 litros |
Seat Alhambra | 267 litros |
Kia Sorento | 179 litros |
Bajo el piso contamos con un pequeño espacio para guardar objetos y hay un hueco en el lateral izquierdo, bajo el punto de luz. Echo de menos algún punto para fijar la carga. Interesante el modo para abatir los respaldos de los asientos. Gracias al sistema EasyFold lo haces de manera individual, pulsando un botón.
El espacio resultante es de 2.020 litros de capacidad, también una buena cifra si lo comparamos con sus rivales.
MODELO | Maletero (2 plazas) |
Ford S-Max | 2.020 litros |
Renault Espace | 2.035 litros |
Seat Alhambra | 2.297 litros |
Kia Sorento | 1.996 litros |
Equipamiento
Ford estructuró la gama del S-MAX Hybrid en cuatro niveles de terminación: Trend (pensada para flotas), Titanium (el ideal para un particular), ST-Line (con un toque deportivo) y Vignale (la más cuidada y lujosa). Todos traen de serie elementos como los sensores de ayuda al aparcamiento delanteros y traseros, programador de velocidad activo y el climatizador automático. Las llantas pueden ser de 17, 18 o 19 pulgadas.
También de serie es el FordPass Connect, un sistema que crea un punto WiFi al cual se pueden conectar hasta 10 dispositivos y que permite que el sistema de navegación se surta de información en tiempo real para planificar mejores rutas, además de poder controlar algunas funciones desde el móvil.
Nuestra unidad de pruebas corresponde al acabado Vignale, con elementos como los asientos de cuero específico y delanteros calefactables y refrigerados con función de masaje, asistente precolisión con detección de peatones y ciclistas, control de crucero adaptativo, detección de ángulos muertos, aparcamiento asistido, cámaras de visión frontal y trasera, faros LED dinámicos antideslumbramiento, navegador…
El precio de partida de un Ford S-MAX Hybrid es de 40.850 euros, que se elevan a 50.600 euros en caso de la unidad de pruebas, que como ves, no le falta de nada. Puedes encontrar ofertas del Ford S-MAX en nuestra sección de coches nuevos, publicadas por concesionarios oficiales de la marca. Si eliges financiar el coche las tarifas pueden rebajarse más en ocasiones.
Motor
En otros mercados aún se vende el S-Max con motor diésel. Pero no en España, donde se apostó todo al híbrido. Un sistema híbrido combina dos o más motores de distinta naturaleza. En este caso tiene el mismo esquema que la marca usa en el Ford Kuga o el Ford Galaxy. Muy parecido, por cierto al que emplea el gran referente mundial de los híbridos, Toyota.
Por un lado contamos con un motor de gasolina de cuatro cilindros de ciclo Atkinson, con 2,5 litros de cilindrada y 152 CV. Por otro un motor eléctrico de 125 CV. La potencia total combinada es de 190 CV a 5.500 rpm, que se envían a las ruedas delanteras por medio de un cambio de engranajes planetarios.
Se trata de una potencia idónea para mover un coche así. De los rivales que estamos comparando, solamente el Kia Sorento HEV (ver prueba) tiene una cifra superior:
MODELO | Propulsión (Etiqueta) | Potencia |
Ford S-Max | Híbrido (ECO) | 190 CV |
Renault Espace | Diésel (C) | 189 CV |
Seat Alhambra | Gasolina (C) | 150 CV |
Kia Sorento | Híbrido (ECO) | 230 CV |
Bajo el maletero está la batería que alimenta al sistema híbrido. Es una batería de iones de litio de 1,1 kWh de capacidad, con 60 celdas, muy compacta para que robe poco espacio de carga y ligera, pues solo pesa 31 kg.
Comportamiento
Un modelo híbrido no tiene como objetivo moverse mucho rato sin gastar gasolina, pero la verdad es que, cuando la batería está cargada puedes desplazarte un par de km en modo eléctrico, que para un coche tan grande, de 1.947 kg de peso, no está nada mal. Donde más notarás la hibridación es en la respuesta desde parado, donde toda la potencia del propulsor ayuda a empujar al coche.
El sistema híbrido ofrece 200 Nm de par, una cifra que no es apabullante, pero sí suficiente para el S-Max. El coche gana velocidad a buen ritmo, pues anuncia un 0 a 100 km/h en 9,8 segundos, bien para un coche de este estilo, con una velocidad punta de 185 km/h.
Normalmente un monovolumen no es un coche para buscar sensaciones de conducción, pero el S-Max es sin duda el mejor del segmento en este sentido, con unas suspensiones que consiguen que el coche no balancee demasiado en curva y, a pesar de su tamaño, no es torpe enlazando una curva y otra a buen ritmo. Donde más sensaciones pierdes, en comparación con un coche familiar, es al ir sentado bastante más alto.
Eso lo consigue, además, sin perder el objetivo de un monovolumen, que es viajar de manera cómoda y relajada, con amortiguadores que absorban bien los baches. Unido a la suavidad del motor híbrido y a la buena insonorización, que es aún mejor en el acabado Vignale, los viajes son todo un placer.
El cambio es similar al que usa Toyota, que hemos criticado en alguna ocasión por esa sensación que tienes al acelerar a fondo y que el coche tarde en responder. Ford lo ha mitigado bastante, gracias a unas marchas simuladas. Y como los Toyota, pues consigues consumos muy bajos. Homologa 6,4 l/100 km y, se consiguen sin problema alguno, o incluso inferiores en zona urbana y carreteras sencundarias. En un viaje largo de 900 km, en autovía y con seis adultos a bordo, nos movimos en torno a 6,1 l/100 km, una cifra soberbia.
La naturaleza de los híbridos los hace ideales para la ciudad, donde el motor eléctrico puede ayudar más al de combustión y la frenada regenerativa convierte en electricidad hasta el 90 % de la energía cinética que se perdería en un coche de combustión tradicional. El problema en estos entornos son las dimensiones del coche y que necesita bastante espacio para girar, además de que la cámara de visión posterior es mejorable. Y ya que estamos en ciudad, vamos con las conclusiones.
Opinión coches.com
Con este S-Max, Ford actúa a contracorriente del mercado. Por un lado, manteniendo un monovolumen que, lo queramos o no, es ideal para familias numerosas. Por otro, apostando por un híbrido que casa bien con el rodar suave que se busca en estos coches. Mientras, la mayoría de sus rivales se están retirando, el Seat Alhambra ya solamente se vende con motor de gasolina y el Espace con un diésel que anuncia consumos parecidos en carretera a los de este híbrido.
Y se guarda un as en la manga. No es otro que ese punto dinámico que no consigue ningún otro monovolumen del mercado. Con buenos acabados interiores y bastante equipamiento.
¿Dónde flojea? En algunos detalles se nota el paso de los años, como en el cuadro de instrumentos o la finura de los sistemas de ayuda a la conducción. Tampoco nos gusta a la hora de maniobrar, donde necesita más espacio que sus competidores, incluso que un Ford Galaxy, que sería la opción interesante si necesitas siempre las siete plazas y el maletero.
MODELO | PVP |
Ford S-Max Hybrid 190 CV | 40.850 € |
Renault Espace 189 CV | 45.530 € |
Seat Alhambra 150 CV | 39.900 € |
Kia Sorento HEV 230 CV | 49.625 € |
El precio es muy ajustado. Esos 40.850 euros que piden por el acabado básico es acorde con un vehículo de su tamaño con un sistema de propulsión híbrido. De los rivales que hemos analizado, solo el Seat Alhambra tiene un precio menor, pero no es tan potente. El Renault Espace es más caro y, si apuestas por un SUV híbrido de una potencia similar, el precio se dispara.
- Espacioso y con calidad de acabados
- Confort de marcha con buen comportamiento en curva
- Gasto de combustible muy bajo
- Maletero escaso para siete ocupantes
- Maniobrabilidad mejorable
- Sistemas de ayuda a la conduccion poco afinados
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