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Renault Clio prueba – 207.8
Pruebanoticias/
Luis Ramos Penabad

Renault Clio, prueba a fondo: ¿se ha convertido en el nuevo referente?

Año 1990. El Renault Clio llegaba al mercado con una misión realmente complicada, relevar al mítico Renault 5. Han pasado desde entonces 30 años y estamos ante un producto totalmente consolidado. Hace bien poco llegaba la quinta generación a nuestro mercado y lo hemos probarlo durante una semana para que lo conozcas mejor.

Puede que cuando lo veas no te parezca que el coche haya cambiado mucho, pero créeme si te digo que no es así. El Clio 2020 ha estrenado plataforma (que comparte con los nuevos Captur y Nissan Juke) y un sinfín de cosas más –cambian un 85% de las piezas respecto a la anterior generación– que le hacen dar un salto en el segmento de los utilitarios.

Sin duda, esta categoría de coches urbanos ya no es tan pujante como antaño, pero siguen siendo vehículos aptos para circular por ciudad y que no se arrugan ante un viaje. Debemos tener en cuenta que el aplomo no es tan elevado como en un compacto, por ejemplo, pero siguen siendo más económicos que los SUV pequeños, que son quienes les han «robado» buena parte de las ventas en los últimos años.

¿Donde queda posicionado el nuevo Renault Clio en el mercado? ¿a quién puede interesar la compra de este coche? Vamos a intentar responder a todas estas preguntas.

Exterior

Desde luego el color Naranja Valencia de esta unidad hace que la gente se gire en cuanto te ve. Y eso que llevas un Clio, como decíamos, bastante parecido al anterior. Comenzando por sus medidas. Es algo más corto, pero se va a los 4.050 mm. Eso sí, es mucho más ancho (ahora alcanza los 1.798 mm) y algo más bajo (1.440 mm).

Hay muchas novedades en la parte delantera. Estas ópticas son nuevas y ojo, incluyen tecnología LED que, créeme, es fabulosa cuando conduces de noche. Creo que es de los mejores coches de su segmento para viajar de noche. En el centro el rombo, que se une con los faros con este listón cromado y que inicia también estas líneas en el capó.

Cuenta también con esta firma lumímica que ahora identifica a los coches de la marca, muy parecida a la que puedes ver en el Megane o el Talisman y que se integra en el paragolpes. Y hablando de paragolpes. Aquí abajo está la toma de aire y estas laterales son reales, cumplen una función, no son mera fachada. Se unen a otras soluciones de índole aerodinámica, como los bajo carenados casi completamente.

Si nos vamos al lateral vemos una silueta muy conocida. Ahora hay más distancia entre las ruedas, lo que unido a que es algo más corto que antes hace que los voladizos delantero y trasero sean mínimos. Cuando optas por un acabado superior tienes detalles diferenciadores, como estas llantas de aleación de 17 pulgada o los cromados en toda la parte baja de la carrocería y en todo el marco de las ventanillas.

Antes de pasar atrás, recordar: solamente se vende con carrocería de cinco puertas, como antes. Se pierde, eso sí, la carrocería familiar, el Clio Sport Tourer. Y lo decimos porque la manilla de las puertas traseras queda oculta en la parte superior.

Y en la zaga, un diseño muy parecido al anterior. No hay una revolución, pero sí una evolución de todos los elementos. Y de nuevo algún toque como estos cromados, que le dan un aire elegante, porpio del acabado Zen. Si lo queires algo más deportivo, ahí tienes el RS Line.

Interior

¿Que por fuera cambia poco? Ojo aquí dentro. Empecemos con el espacio. Realmente bueno en las plazas delanteras, con unos buenos asientos en este acabado, que resultan cómodos y con una tapicería muy pintona (ojo, es opcional).

Resulta también sencillo tener una buena postura de conducción, con reglajes de los asientos y del volante. El único pero que le podría poner es la visibilidad, que no es muy buena ni hacia delante, debido a estos pilares del parabrisas, ni hacia detrás (que hay poco cristal). Ayuda mucho en maniobras la cámara de visión posterior.

Salto también en la tecnología. Tenemos un cuadro de instrumentos con una pantalla digital de 7 pulgadas, que varía un poco la forma de mostrarla. Y la marca ya ha anunciado que pronto habrá una mayor, que llega a las 10 pulgadas.

Pero normalmente la vista se irá a la pantalla vertical con 9,3 pulgadas. Ojo, es parte de un paquete opcional, el acabado Zen de esta unidad la encuentras de 7 pulgadas. Está ubicada elevada, por lo que no hay que apartar mucho la vista de la carretera cuando se usa y tiene bastante calidad. Incluye un sistema de navegación y una conexión a internet gratuita durante tres años. Además, el sistema Multisense permita elegir entre varios modos de conducción.

Nos gusta que no se ha concentrado aquí toda la información y el manejo de todas las funciones. Hay botones físicos para el climatizador y conserva algunos muy prácticos como este que activa la cámara de visión trasera.  Y también mantiene este mando satélite para el volumen y cambio de emisora, que resulta intuitivo.

Pero la gran revolución ha sido la calidad. Toda la parte superior del salpicadero es gomosa, encontramos vinilos donde la mayoría apuestan por plásticos duros, que aquí solamente encontramos en zonas muy bajas. Tampoco encuentras filos cortantes, o malos ajustes. Buena iluminación interior con LED…. Y nada de negro piano. Bravo. Mejor que un Volkswagen Polo o Audi A1… sin que tengas que pagar en extras tanto como el resto del coche.

Antes de pasar detrás, nos vamos a detener en el apartado práctico. hay muchos huecos portaobjetos, que completan hasta un total de 26 litros. Desde esta guantera, iluminada y realmente grande, a zonas donde dejar objetos como esta ante la palanza de cambio.

También otro al lado de freno de estacionamiento (eléctrico en nuestra unidad) y un par de reposabebidas (que no existen de tener freno de mano). Y un cofre entre los asientos delanteros, bastante capaz.

Las plazas traseras nos han decepcionado un poco. El espacio para las piernas y para la cabeza es bastante justa. Los Skoda Fabia, Seat Ibiza, Volkswagen Polo o Kia Rio nos parecen algo más amplios y adecuados para llevar gente detrás de manera habitual.

No le vamos a pedir espacio amplio para cinco a un utilitario. Es justo, Eso sí, el asiento central es bastante mullido y el túnel de transmisión, aunque existe y te obliga a poner los pies a los lados, no es muy voluminoso. ¿Algo que echamos de menos? Que con l atecnología que hay delante, aquí no contemos ni con tomas USB o salidas de aire.

Maletero

El espacio de carga anuncia 340 litros de capacidad. Es una cifra bastante buena, de las mejores de la categoría pero, ojo, que si eliges este coche diésel se reduce algo, hasta 315 litros. ¿Por qué? Pues no debido a que tenga un depósito de gasolina mayor (de hecho el de gasolina lleva tres litros más, hasta 42), sino porque tiene que llevar el depósito de Adblue. Eso reduce algo la altura y se emplea una rueda de repuesto menor.

Por lo demás, la boca está a una altura bastante elevada y este escalón es bastante prominente, lo que dificulta un poco sacar cosas pesadas. Algo que ocurre. Por lo demás, está bastante bien rematado, tenemos luz, ganchos para colgar bolsas y argollas para sujetar la carga y, en algunas versiones se ofrece un piso que puedes colocar a doble altura.

¿Qué necesitas más espacio? Pues retiras esta bandeja y abates los respaldos de los asientos traseros, que los tenemos divididos en proporción 60:40. No queda un espacio plano, pero sí suficiente, son 1.146 litros de capacidad, para cargar alguna bulto grande cuando lo necesites.

Equipamiento

La idea de Renault es poder ofrecer un Clio a cualquiera que necesite un coche pequeño. Salvo que el presupuesto sea muy limitado no recomendamos apostar por el más sencillo Life o el Business (con un claro enfoque para empresas). Y eso que ofrecen cosas interesantes, como los faros LED, ordenador de viaje, sistema de sonido integrado, conexión Buetooth o con puerto USB, control de crucero, elevalunas eléctricos delanteros o los respaldos de los asientos traseros divididos.

Por encima nos encontramos la terminación Intens o la Zen. Si deseas un aspecto más deportivo, está la variante RS Line. La Zen, que es la versión que que tenemos entra manos, tiene ya elementos como llantas de aleación de 16 pulgadas, paquete cromado exterior, climatizador automático, volante multifunción, acceso y arranque sin llave, elevalunas en todas las puertas, sistema de infoentretenimiento con pantalla de 7 pulgadas compatible con Apple CarPlay, Android Auto, sensores de aparcamiento posteriores…

En el apartado de seguridad cumple con los faros antiniebla, la alerta de cambio de carril, aviso precolisión con frenada automática en ciudad, lector de señales de tráfico o la llamada de emergencia eCall.

Además, la unidad de pruebas contaba con tres paquetes de equipamiento extra que mejoran bastante:

  • Pack Look Zen: Suma las llantas de 17 o los cristales tintados, así como la pintura metalizada naranja Valencia o la tapicería Zen Velvet.
  • Pack Full Multi-Sense: Además de la pantalla multimedia de 9,3 pulgadas con cámara de visión 360º que suma el navegador o el selector de modos, así como el asistente de aparcamiento con sensores de proximidad delanteros.
  • Pack Driver: Añade el freno de mano eléctrico y autohold.

Otros elementos opcionales que pudimos ver fueron el cargador de móviles sin cables, el detector de ángulo muerto o la rueda de repuesto. De este modo el precio del coche se incrementa… pero no creas que hasta límites inalcanzables porque todo esto supone un sobrecoste de unos 2.000 euros.

Con el equipamiento de serie sin extras, con el motor que tenemos entre manos, el Renault Clio tiene un precio recomendado de 18.280 €. A esta cifra hay que restar los descuentos de la marca y el que te puede ofrecer el concesionario. Para localizar las mejores ofertas del Renault Clio puedes visitar nuestra sección de coches nuevos, donde las publican las concesionarios oficiales de la marca. Recuerda que algunos de los precios pueden incluir financiar el coche.

Motor

La gama inicial está compuesta por tres motores de gasolina y dos diésel. Entre los primeros la variante de acceso es el 1.0 Sce de 72 CV, un motor atmosférico que puede ser suficiente si uno sólo va a moverse en tráfico urbano. Luego está la versión intermedia, este 1.0 TCe de 101 CV, posiblemente la más interesante y racional de la gama (sobre la que se desarrolla la variante de GLP). El más potente, por el momento, es el 1.3 TCe de 131 CV (ligado al cambio automático).

Hay también dos versiones diésel, el 1.5 dCi de 86 CV y 116 CV. Y en unos meses debe llegar al mercado el 1.6 E-Tech híbrido con 130 CV.

Nuestra unidad cuenta con el 1.0 TCe, un motor de tres cilindros que entrega 101 CV a 5.000 rpm y un par máximo de 160 Nm a 2.750 rpm. Las prestaciones no son fulgurantes, pero sí correctas. Es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 11,8 segundos y recupera de 80 a 120 km/h en 10,1 segundos. La velocidad punta es de 187 km/h. De los consumos… hablamos tras conducirlo:

Comportamiento

El Clio siempre se ha caracterizado, como la mayoría de modelos de la marca, por hacer de la conducción algo sencillo. Y esta nueva generación incide en ello. Puede que no enamore a los puristas de la conducción, pero sí es cierto que a medida que pasan los kilómetros parece que llevas toda la vida conduciéndolo. Te sientes seguro y cómodo, sobre todo a la hora de conducir en carretera.

Puede que estemos ante un coche eminentemente urbano, pero en ciudad quizá peca de su tamaño (superior al de otras alternativas), de su visibilidad (la cámara de visión trasera es casi obligatoria) y porque necesita bastante espacio para realizar maniobras.

El motor, tras hablar con los responsables de la marca, se espera que sea el más vendido. Tiene cosas buenas y otras no tanto. Entrega sus 101 CV a 5.000 rpm y los 160 Nm de par a las 2.750 rpm con lo que tardas a veces demasiado en reaccionar, algo que no casa muy bien con una conducción urbana.

Es mucho mejor, eso sí, que el 0.9 TCe de 90 CV que probamos en el Captur. Tiene tres cilindros como aquel y aunque al ralentí podría mejorar en refinamiento, es más silencioso cuando empiezas a rodar con él. Ayuda el buen trabajo de insonorización, que hace que sea uno de los urbanos de tres cilindros más agradables de conducir en carretera.

La potencia es más que suficiente para mover los 1.178 kg de peso del coche. Eso sí, hay que jugar con el cambio. Tiene, a mi juicio un funcionamiento que debería mejorar, con recorridos bastante largos y no es del todo preciso si uno quiere conducir de modo dinámico.

Todo sea dicho, no es el objetivo de este coche el dinamismo. Además del cambio lo notamos en la dirección, muy blanda y asistida, algo ideal para moverte por las calles. Y también la suspensión, con una puesta a punto que piensa en el confort, pero sin reducir la confianza cuando pasas por curva.

El sistema de modos de conducción MY Sense permite configurar el coche según dos programas. El ECO maximiza el ahorro, mientars que el Sport se nota sobre todo en que el acelerador es más reactivo cuando lo pisas y gana velocidad a un ritmo mayor.

Los consumos homologados nos hablan de un gasto de 5,2 l/100 km, con unas emisiones de apenas 117 g/km de CO2. Lo más habitual es que te muevas en torno a los 6-6,5 l/100 km y, como es habitual en los motores tricilíndricos, es bastante sensible al tipo de uso. En este sentido, a veces echas de menos que el cambio no cuente con una sexta velocidad. Los desarrollos de sus cinco relaciones, no obstante, están bien ideados.

Opinión coches.com

De acuerdo, el nuevo Clio no es el coche perfecto, vemos todavía algunos pecados, como esas plazas traseras algo escasas o la visibilidad mejorable, pero ha mejorado mucho en todos los aspectos hasta el punto de ser una de las alternativas más sólidas que puedes encontrar en el mercado hoy en día.

El precio recomendado para esta unidad es de 18.280 €. Puede parecerte elevado, pero hay descuentos promocionales que rebajan mucho esa cantidad, sobre todo si financias el coche. Lo deja un precio de 16.664 euros, muy por debajo de lo que valen otros rivales que no son capaces de igualar su equipamiento ni su calidad de realización.

No es el más barato, pero sale bien de precio. No tiene un diseño espectacular, pero no es feo y puede tener detalles que lo dejan bastante chulo. No cuenta con lujos en el interior, pero sí con buenos materiales y ajustes. No es el que tiene un comportamiento más dinámico, pero no se arruga en carretera, con un paso firme y seguro. Y todo ello con un equipamiento que puede ser realmente completo, como esta unidad. ¿La guinda? La pondrá la versión híbrida, que seguro que venderá muy bien entre aquellos que recorran muchos kilómetros en ciudad.

Renault Clio 1.0 Tce Zen
7.8Nota
Lo mejor
  • Calidad interior y equipamiento por encima de la media
  • Pisada de coche grande en carretera
  • Relación precio/producto inmejorable
Lo peor
  • Plazas traseras justas para el tamaño exterior
  • Refinamiento del motor al ralentí
  • Tacto del cambio
Diseño8
Habitabilidad6.5
Acabados8.5
Maletero7.5
Equipamiento8.5
Motor7.5
Comportamiento7
Calidad Precio9

Galería de fotos:

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