Todos los fabricantes tienen un coche fetiche, un vehículo “franquicia” que simboliza mejor que ninguno qué tipo de vehículos hacen y cuál es su posicionamiento en el mercado. Estos coches son claves en la estrategia industrial y comercial, pero por sí solos no consiguen mantener una compañía.
En el caso de Seat el coche franquicia es, innegablemente, el Ibiza. Ha simbolizado como nadie la imagen del coche español, con un diseño fresco y un toque de deportividad. Pero sus buenas ventas no sacaban a la firma de Martorell de las duras. Hasta que llegó el Seat León 2013, que trasladó la filosofía del Ibiza al segmento de los coches compactos… fue entonces cuando la viabilidad de la compañía dejó de ser una quimera.
Este año este importantísimo modelo se ha renovado. El Seat León 2017 sofisticó un poco su imagen, al tiempo que ganó equipamiento, mejorando sobre todo en el apartado de la conectividad, multimedia y navegación, así como con nuevas funciones de los asistentes a la conducción.
Y todo ello, según la marca, sin renunciar a su gran seña de identidad, ser uno de los referentes de su categoría por dinamismo, mejorando su agilidad y precisión, si cabe, con nuevos grupos propulsores. Hemos pasado una semana con él para conocerlo má a fondo y saber si continúa siendo uno de los máximos referentes del segmento. Aquí nuestra opinión:
Exterior
El diseño del anterior Seat León era realmente eficaz. La tercera generación no podía permitirse fallar, ni tener un diseño polarizante que pudiese disgustar a algunos. A diferencia de la segunda, además, sumó una variante tres puertas y una familiar, de modo que podía aumentar el público al que se dirigía.
Solamente los más expertos podrán notar los cambios. En la vista lateral se trata de integrarlo mejor con la parte delantera y la zaga, por lo que cambian las líneas de expresión en la chapa de esas zonas, ahora algo más marcadas.
Varía también de manera inapreciable las dimensiones del coche. Es ligeramente más largo, 4.282 mm de longitud (antes 4.263) y se mantienen el resto de cotas, 1.816 mm de ancho y 1.459 mm de altura. No cambia tampoco la distancia entre ejes, de 2.636 mm. Los nuevos diseños de llantas, de 16 pulgadas en nuestra unidad, comletan los cambios en esta vista.
En el frontal también ha cambiado la parte parrilla. No de forma (apenas es algo más mayor), sino el entramando que deja pasar el aire para refrigerar el motor. Cuenta ahora con un diseño más «tridimensional» logrado mediante superficies más brillantes y en medio se sitúa el logo de la marca, que también ha crecido.
Las nuevas formas del paragolpes son las que han provocado que el coche haya crecido un poco. Tiene una parrilla inferior de mayor tamaño y la zona donde se ubican los antiniebla es también más grande, al tiempo que la forma de esas luces es también diferente. La mayor novedad en esa zona, no obstante, son los faros, con tecnología Full LED en nuestra unidad y con un diseño algo diferente de las luces diurnas, que ahora integran los intermitentes delanteros.
En la parte trasera cambia el parachoques, que suma un pliegue más marcado y que integra de otro modo los catadióptricos inferiores. Hay también una evolución estética del interior de los pilotos de LED, ya que manteniendo la forma exterior, ha variado la distribución de las diferentes luces. Por lo demás, hay tres nuevos colores en la carrocería… obviamente no este blanco que tenemos entre manos.
Interior
El diseño del interior del Seat León es exactamente igual en tamaño y habitabilidad que el anterior modelo. En nuestra prueba del Seat león 2013 destacábamos que hay bastante espacio en las plazas delanteras. Los asientos son cómodos y sujetan razonablemente el cuerpo para las prestaciones de esta motorización (en los acabados deportivos tiene otra forma más envolvente). Pueden regualrse en altura… pero no el cinturón de seguridad, algo que sería de agradecer.
Las plazas traseras están en la media del segmento por espacio. Hay modelos que lo superan (como el Nissan Pulsar o el nuevo Honda Civic), pero puedes hacer un viaje con tres ocupantes (incluido un niño en su sistema de retención infantil, que ocupa más incuso que un adulto) sin demasiados agobios.
Obviamente lo ideal para los pasajeros de esas plazas es que viajen dos personas, pero hicimos un viaje con tres personas y no hubo excesivas protestas, más allá de que las ventanillas traseras no abren por completo, algo que mi hijo se encargó de repetir unas cuántas ocasiones…
El trabajo de la firma consistió sobre todo en mejorar la calidad del conjunto y completar la dotación tecnológica, manteniendo la distribución lógica de todos los elementos, con una buena ergonomía, en un conjunto que, por otra parte, es bastante sobrio.
Una parte destacable es la consola central sobreelevada, donde en las versiones con acabado igual o superior al que montamos (Style) encontramos un freno de mano eléctrico y el arranque por botón, junto a la palanca del cambio.
Sin duda el cmabio más notable que notará la mayoría es la nueva pantalla tácil de 8 pulgadas en el centro del salpicadero. El aumento de tamaño respecto al modelo anterior ha obligado a reducir el número de botones físicos, ahora apenas tres: uno que lleva directamente al menú principal, otro para el volumen y encendico y el tercero para el Seat Full Link. La estructura de menús está bien diseñada y es muy sencillo «hacerse» con ella.
La instrumentación apenas cambia, con un par de esferas de lectura muy sencilla que flanquean una pantalla que ofrece muchos datos en el ordenador de a bordo. A finales de este año se espera que pueda contar con el Virtual Cockpit que el Grupo VAG por ahora tiene reservados en el segmento de los compactos para el Volkswagen Golf 2017 y Audi A3 2016.
En el apartado más práctico se cuenta con una buena guantera, el reposabrazos central delantero oculta un cofre con una generosa capacidad y además de un par de reposabebidas, ante la palanca de cambios hay un espacio perfecto para dejar objetos Nuestra unidad de pruebas contaba también en esa zona con un receptáculo en el que poder cargar el teléfono de forma inalámbrica. Es ahí donde se ubican dos puertos USB paralelos para las funciones Mirror Link, Apple CarPlay y Android Auto.
No faltan las bolsas de las puertas y tampoco el asiento bajo el asiento del conductor, que personalmente siempre me ha parecido muy útil.
Maletero
El maletero del Seat León tiene una capacidad de 380 litros. Se trata de una cifra en la media del segmento. La única pega, al igual que antes, es que para meter o sacar equipaje debe salvarse un escalón bastante pronunciado. Tiene un piso que puede colocarse a dos alturas, bien para ocultar alguna cosa en el doble fondo.. o para crear una superficie plana al abatir los asientos.
Cuando tiramos hacia delante los respaldos de los asientos traseros, operación muy sencilla, por medio de unos tiradores el los propios asientos, queda una superficie de 1.280 litros de capacidad.
Por lo demás, cuenta con unas formas muy regulares que lo hacen realmente aprovechable. El cofre tiene unos ocmpartimentos separados a ambos lados (ojo, forman parte del listado de opcionales dentro del Storage Pack, que incluye estos cajones laterales y el doble fondo maletero por 180 euros). También hay ganchos y argollas para sujetar la carga con una red, un par de perchas para colgar bolsas (una en cada lateral).
Bajo el piso nuestra unidad contaba con una rueda de repuesto temporal. Está tambien dentro del catálogo de opcionales, por 70 euros. De serie monta un kit de reparación de pinchazos.
Equipamiento
No hubo cambios en la estructura de acabados, con el nivel de equipamiento Reference como escalón de estrada, que ya cuenta con bastante dotación como los siete airbags, aire acondicionado, ordenador de a bordo o el control de crucero.
Posiblemente el nivel de terminación más equilibrado sea el que tenemos entre manos. Se trata de Seat León Style, que suma alguna mejora estética, como las llantas de aleación de 16 pulgadas, el climatizador bizona o el
Por encima se sitúan dos variantes de idéntico precio (un sobrecoste de unos 1.550 euros) el FR, que aporta más deportividad (llantas de 17 pulgadas, aientos deportivosy el Xcellence, que estrenó el Seat Ateca y que supone un aumento de la sofistificación de los acabados (con marcos cromados, tapicerías más cuidadas, cortinillas traseras…) y del equipamiento (con una pantalla mayor).
Todos los acabados tienen su versión Plus que completa la dotación. en nuestro caso el Style Plus suma los retrovisores plegables de forma electrónica, radio Media System Plus con pantalla de ocho pulgadas, el Convenience Pack (sensor de luz con función Coming and Leaving Home) y el sistema Front Assist.
Nuestra unidad de pruebas contaba con algunos extras que se encuentran en estas versiones más equipadas y que conviene valorar a la hora de configurar el vehículo, como el control de crucero adaptativo. Los faros Full LED, por ejemplo, cuestan 1.190 euros. Es un precio muy razonable y además de mejorar la estética, con ellos más cuidada y elegante, se gana en seguridad nocturna al conseguir una iluminación superior.
Funciona bien también el NAVI System (930 euros) y el Full Link (170 euros), que pemrite permite conectar al coche los smartphone, tanto Android como iOs y utilizar algunas de las aplicaciones almacenadas en los mismos a través de la pantalla central de 8 pulgadas que, además, da servicio también a la cámara de visión trasera… que consideramos imprescindible en este coche (la visibilidad hacia atrás es mejorable, los retrovisores son muy pequeños), pero que hay que sumar otros 200 euros a la factura. La calidad de imagen y funcionamiento, eso sí, es ejemplar.
Y todavía hay más opcionales que puedes equipar, como el cargador inalámbrico (200 €), techo panorámico (790 €), el gancho para remolque (750 €), equipo de sonido mejorado (250 €), airbags traseros laterales (340 €), alarma (nuestra unidad no tenía todos ellos)… No debemos olvidar otras ayudas a la conducción, también opcionales, como el sistema de reconocimiento de señales, el aviso de posible colisión con detección de peatones o el aviso de ángulo muerto. Muchos de estos sistemas no estaban disponibles hasta ahora. Para ser un generalista, las posibilidades de contar con un modelo a tu gusto son amplísimas.
El precio de un Seat León Style parte de los 23.260 euros, sin extras. Parece un precio elevado para un coche compacto, pero es posible encontrar ofertas de Seat León en nuestra sección de coches nuevos, publicados por los concesionarios oficiales de la marca en toda España, que rebajan mucho (diría incluso muchísimo) esa cantidad.
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Motor
No hay, al menos de inicio, demasiadas novedades en el apartado mecánico. Una de ellas corresponde justo a nuestra unidad de pruebas, el Seat León 1.6 TDI, que ahora ofrece 115 CV de potencia en lugar de los 110 que ofrecía antes, entre las 3.250 y 4.000 rpm. Su par máximo de 250 Nm lo entrega en un amplio rango de potencia, entre 1.500 hasta 3.250 rpm.
Sin duda, se trata de la mejor opción de la gama para quien recorra numerosos kilómetros, al año, ya que ofrece unas prestaciones notables, pues es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 9,8 segundos y alcanzar nada menos que 197 km/h de velocidad punta. En estas cifras mejora mucho las prestaciones del modelos anterior con 110 CV, que se quedaba en 10,5 segundos y 194 km/h a igualdad de equipamiento.
La mejora de rendimiento y prestaciones implica (salvo milagro) un mayor consumo. Eso es así, pero no exagerado. Las cifra de homologación anuncia un consumo medio de 4,0 l/100 km, mientras que el anterior modelo se quedaba en 3,8 l/100 km, lo que equivale a unas emisiones de CO2 de 105 g/km (antes 99 g/km).
Cierto es que la cifra sube con un uso real del vehículo. Tras recorer casi 1.200 km en todo tipo de vías (incluido un viaje que nos llevó a Cantabria, como en nuestra prueba del León TDI Ecomotive 2009, el «abuelo» de este coche) el consumo se quedó en 5,5 l/100 km. Una cifra idéntica a la de entonces en un recorrido casi idéntico, y con el coche ocupado por cinco personas y el maletero lleno. Y ojo, que podría incluso rebajarse siendo más cuidadoso con el acelerador de lo que fuimos.
En la gama diésel por debajo hay una versión de 90 CV de este mismo propulsor (solamente disponible en esta carrcoería de cinco puertas) y por encima se sitúa el 2.0 TDI con 150 o 184 CV, asociado al cambio manual de 6 relaciones o automático DSG con el mismo número de marchas.
Si lo prefieres en gasolina, la oferta es muy diversa. Arranca con el 1.2 TSI de 110 CV asociado al cambio manual de seis relaciones, pero si sueles viajar cargado nos parece más recomendable el 1.4 TSI de 125 o incuso el 1.4 TSI de 150 CV con desconexión de cilindros. Debería llegar también el 1.5 TSI que ya ofrece el Seat Ibiza 2017 (que estrenó el Golf 2017), de idéntica potencia. La versión más prestacional en este modelo de cinco puertas es el 2.0 TSI del Seat León Cupra 2017, con nada menos que 300 CV de potncia (el 1.8 TSI de 180 CV solamente se vende con la carrocería SC).
Comportamiento
El Seat León 2017 es uno de esos coches que comienzas a conducir y te parece que lo has llevado toda la vida. Sencillo de llevar, todo está en su lugar… no necesitas ni dos minutos de adaptación.
Lo primero de lo que fui consciente fue de la mejora en la insonorización. Los ingenieros de la marca han aumentado la cantidad de material aislante, lo que se traduce en un interior más silencioso (incluso con el motor diésel frío) y en mayor refinamiento en su rodadura.
La actualización del motor 1.6 TDI, además mejorar la sonoridad, supone un mayor empuje. Es un motor cuya rumorosidad es muy baja y no molesta apenas en ningún momento, ni siquiera cuando lo subes de revoluciones con decisión. No es tan suave, por ejemplo, como el 1.5 Skyactive D 105 CV que monta el Mazda 3 (lo probamos en el Mazda CX-3), pero esta al nivel del 1.6 BlueHDI de 120 CV (que destaca en este apartado) que conocimos en nuestra prueba del Peugeot 3008.
Es cierto que en parado le cuesta salir con contundencia, pero una vez que se superan las 1.700/1.800 rpm ya comienza a sentirse un coche ágil. En los puertos de montaña conviene, por ese motivo, no dejarlo caer mucho de vueltas (el motor tiene capacidad más que de sobra para mantener ritmos altos incluso en esas zonas). Si se desea una conducción algo más deportiva y reacciones más vivas, el diésel de 150 CV será una opción más adecuada (el de 184 CV lo será aún más… pero tras conocer el 2.0 TDI de 150 en la prueba del León SC 2013, me parece más que suficiente).
En ciudad es cómodo y solamente le achacamos la mala visibilidad hacia atrás, fruto de la reducida luneta trasera, a la que no acompaña el restrovisor interior (que no llega a ofrecer la vista completa de la misma) y de los retrovisores exteriores (muy bonitos, pero con limitaciones en este sentido).
Cuando lo sacas a carreteras con curvas, sale a relucir su excepcional chasis. Tiene un tarado de suspensiones firmes para que la respuesta al volante sea notable, pero sin perder confort. Y no debemos olvidar que el esquema de suspensiones trasero es de bvarra de torsión. Cuando lo eliges con más de 150 CV monta ya la suspensión trasera multibrazo pero créenos cuando te decimos que, incluso a ritmos altos, no la echas de menos demasiado. Si te decantas por un acabado FR, sumarás la suspensión deportiva y el comprotamiento será aún mejor.
Y todo esto, con unos neumáticos 205/55/R16 con un perfil bastante alto, que si lo llevas acercándote a sus límites pueden «flanear» un poco al tomar curvas rápido. En ese sentido, si buscas efectividad, elige las de 17 pulgadas… aunque debes saber que unas llantas más grandes supondrán una pérdida de comodidad.
Parte del «secreto» del comportamiento dinámico se esconde en el sistema de control de tracción con la función XDS, que evita el subviraje del eje delantero. Cuando se detecta diferencia de velocidad de giro entre ruedas exteriores e interiores, frena la rueda interior para engañar al diferencial delantero, que envía más par a la rueda exterior, mejor apoyada y que envía mejor la potencia al asfalto.¿Resultado? El coche entra mejor en las curvas sin temor al subviraje.
Opinión coches.com
El Seat León no ha sido el compacto más vendido de España estos últimos años por casualidad. Se trata de un producto muy equilibrado, con un comportamiento dinámico excepcional y ya no está tan lejos del otrora referente, el Volkswagen Golf. Además, es notablemente más barato y, si bien no puede contar con tanto equipamiento tecnológico como él (cuadro de instrumentos digital, por ejemplo), la actualización del León incide en mejorar mucho ese apartado y el funcionamiento de todos los elementos es ejemplar.
Es posible que yo eligiese el coche con motor de gasolina (quizá el 1.4 TSI con desconexión de cilindros), pero he de reconocer que el trabajo realizado con este 1.6 TDI es muy bueno. Sin ser un deportivo, tiene prestaciones más que suficientes para un uso normal y gasta poco, muy poco, incluso viajando a ritmos altos. Una buena opción para quien busque un coche compacto.
- Consumos y prestaciones del motor 1.6 TDI
- Precio con descuento muy competitivo
- Comportamiento dinámico
- Diseño exterior e interior poco arriesgado
- Visibilidad trasera algo comprometida por los retrovisores pequeños
- Elementos en el listado de opcionales que podrían ser de serie en este acabado
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