30 millones de unidades, que se dice pronto. Esas son las que se han vendido desde 1973, a lo largo de la historia del Volkswagen Passat. Lo convierten, según nos contaban desde la marca, en el segundo modelo más vendido, sólo por por detrás del Volkswagen Golf.
La generación actual, la octava, se lanzó en 2014 y llega ahora su puesta al día. Se trata de un producto que, ante el auge de los todocaminos, puede que no sea tan atractivo entre los particulares, pero que cuenta con su público, sobre todo la carrocería familiar, el Passat Variant… e incluso la que está más preparada para salir del asfalto, el Passat Alltrack.
Pero sigue siendo un producto importante. Un 75% de sus ventas son a empresas, pero se trata del único canal que aumenta matriculaciones en este año, de ahí que sea clave en estos monmentos. Volkswagen ha demostrado moverse bien en ese ámbito. Son la segunda marca más vendida en ese canal y la primera en renting, donde precisamente el Volkswagen Passat es el líder.
¿Por qué destaca? Buenos acabados, buen valor residual, bajos costes de uso, buena imagen… lo que busca un cliente de renting, en definitiva, y que puede en muchas ocasiones servir a un particular. Para conocer mejor las bondades de este renovado Passat hemos conducido durante una mañana el Volkswagen Passat Variant R-Line Performance. Ya te habíamos hablado de esta versión. Llega en formato muy limitado en España, apenas 60 unidades, pero es posiblemente el mejor ejemplo de la renovación del Passat, de ahí que la eligiésemos para este contacto.
Exterior
Poco tiene que ver el Passat 2019 con el original Passat de silueta tipo fastback, formato que abandonó a finales de los 80 para adoptar la más clásica de sedán de tres cuerpos (con su correspondiente variante familiar). Eso sí, apenas hay cambios respecto al modelo que sustituye. Como se suele decir, si algo funciona, no lo toques demasiado.
Aunque a simple vista pueda parecer algo mayor, el Passat Variant es casi igual que la berlina. Es apenas dos centímetros más largo, hasta 4.773 mm, por 1.832 mm de anchura y 1.516 mm de alto. La distancia entre ejes alcanza los 2.786 mm, una cifra notable.
Si lo ponemos junto a un modelo de 2015 sí veremos algunas diferencias. En el frontal, por ejemplo, se adoptan nuevas ópticas de modo que ahora pueden integrar la tecnología de iluminación LED matricial que inauguró el Volkswagen Touareg. Y cambian también ligeramente los paragolpes delanteros y traseros, así como la parrilla.
En la zaga encontramos, precisamente, el cambio más notable: el nombre del modelo se ha ubicado en el centro del portón, bajo el logo de la marca, con una grafía de un tamaño bastante considerable.
Por lo demás, hay nuevos diseños de llantas de entre 17 y 19 pulgadas. También se ponen al día los colores de la carrocería. Sigue habiendo tonos discretos, como siempre, pero llegan azules eléctricos como el que luce el T-Roc R o el llamativo rojo Tornado habitual en el Golf GTI y que llevaba años sin ofrecerse en un Passat. El Passat Altrack se recurre, en exclusiva, al verde botella, otro color mítico en la marca, que veíamos en el extinto Beetle.
En definitiva, lo habitual en un lavado de cara. En la marca han tratado de conseguir una imagen del modelo más dinámica y agresiva y, desde luego que con el acabado R-Line lo han conseguido.
Interior
Un aspecto en el que el Passat siempre ha estado por encima de otras berlinas del segmento D de marcas generalistas ha sido en la calidad de ejecución de su interior. Eso continúa siendo así, pero se mejora todavía más. Sigue siendo un coche amplio, con un buen espacio para cuatro (o cinco) ocupantes gracias a una segunda fila de asientos bien resuelta.
Hay nuevas tapicerías y cambian algunas molduras del salpicadero para que de ese modo tengan cabida la nueva iluminación LED configurable. Y se pierde una de las señas de identidad del modelo en el centro del salpicadero, sustituido por el botón de las luces de emergencia y la inscripción Passat. A mi personalmente me gustaba el reloj ahí en medio de los aireadores, era un símbolo de distinción.
Cambia también el diseño del volante. Achatado en su base, con la inscripción R-Line justo ahí en este nivel de acabado, lo mejor es que es mucho mejor al tacto, ya que ahora cuenta con cuero perforado en las zonas donde se sujeta. Integra mandos del control de crucero y manejo del sistema de infoentretenimiento.
Tras él nos encontramos con un cuadro de instrumentos digital (de serie en este acabado) con 10,25 pulgadas de tamaño en el que puedes variar la presentación de los diferentes elementos, priorizando datos del viaje, de navegación… el cambio de vista se controla también desde el propio volante.
En el centro del protagonismo recae en la pantalla del sistema de infoentretenimiento. COntamos con la mejor que puedes tener, el sistema Discover Pro de 9,2 pulgadas (en otras terminaciones se ofrecen de 6,5 y 8). Tiene unos botones a los lados y estrena el sistema MIB3, con conexión permanente a Internet que suma más servicios a bordo. Conserva el control gestual, con el que podemos pasar de pantalla simplenmente moviendo la mano ante la pantalla.
Hay bastantes huecos para dejar objetos y estrena un lugar específico para recarga sin cables, ante la consola. Casa con la idea de crear un entorno más tecnológico y se suman también a las tomas USB-C (algo más pequeñas que las USB convencionales y que cuentan con una vetaja, funcionan en ambas direcciones) o a la conexión del móvil (por ahora sólo Apple CarPlay), sin cables.
En función del acabado hay hasta nueve tapicerías difernetes, que en los R-Line es específica, en unos aientos que recogen el cuerpo bastante bien y cuentan con algunas regulaciones eléctricas y apoyo lumbar. Nueva también es la iluminación ambiental, que puede reflejar hasta 30 colores distintos y que se coordina con el Digital Cockpit.
Maletero
Siempre digo que prefiero los familiares medios a los sedanes de los que derivan porque además de ofrecer por lo general unas plazas traseras más habitables, siempre cuentan con una mayor capacidad de carga. En el caso del Passat Variant se concreta en 650 litros, con lo que es uno de los referentes del segmento. El sedán, por su parte, se queda en 586.
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No se trata solamente de capacidad. El acceso es muy cómodo a través de un portón de dimensiones considerables, con apertura eléctrica, y las formas son regulares. Bajo el piso contamos con un hueco amplísimo, en el que podría caber una rueda de repuesto temporal. Hay ganchos que permiten sujetar la carga o una toma de 12V, en un espacio correctamente rematado. Si precisas de más espacio de carga puedes abatir los respaldos traseros, mediante unas palancas en los laterales. De este modo consigues hasta 1.780 litros de capacidad (el sedán se queda en 1.152, aquí hay más diferencia.
Equipamiento
Uno de los grandes cambios del Passat 2019 es la nueva estructura de gama. Parte de una básica denominada Passat, donde ya encontramos elementos poco habituales en un nivel de acceso, tales como Lane Assist, Front Assist con detección de peatones o las ópticas LED. La versión Business (por 1.200 € más) ya tiene un enfoque más dirigido a empresas, con Park Pilot, sensores de lluvia y luces o el climatizador de tres zonas.
A partir de ahí, ya entramos en gustos:
- Executive: busca la elegancia, con llantas de 17 pulgadas de serie, control de crucero predictivo, Wireless AppConnect, carga inalámbrica de móviles o el sistema Discover Media con pantalla de 8 pulgadas. Supone pagar 1.950 € más que el nivel anterior.
- R-Line: Más enfocado a la deportividad, la marca opina que será el más vendido a particulares, con llantas de 18 pulgadas, paquete R-Line exterior, espejos retrovisores plegables eléctricamente, paquete R-Line interior, con asientos deportivos, el cuadro de instrumentos digital, acceso sin llave, el sistema de infoentretenimiento más alto de gama, el Discover Pro con pantalla de 9,2 pulgadas, que incluya la cámara de visión posterior. El salto de 2.200 €
La unidad que hemos probado es un R-Line… pero bastante especial. Denominada R-Line Performance es la versión más deportiva, con un aspecto exclusivo y deportivo que incorpora pintura especial Gris Ceres, Paquete Black con llantas Pretoria R de 19 pulgadas y la máxima tecnología: Travel Assist High, IQ Light Matrix LED y sistema de navegación Discover Pro de 9,2 pulgadas.
De esta versión solo llegarán 60 unidades a España y su precio es de 49.970 €, aunque con los descuentos aplicados puede quedarse en unos 40.000. Te recomendamos visitar nuestra sección de coches nuevos, donde los concesionarios oficiales de la marca publican sus ofertas de Volkswagen Passat, que actualizan cada mes. Recuerda que pueden incluir financiar el coche con la marca… uno de los motivos por los que la marca no ofrece los precios con descuento (cada cliente puede tener condiciones diferentes).
Hemos de hablar también en este apartado de la mejora de la conectividad en diversos apartados. El sistema MIB3 incluye una tarjeta eSim integrada gracias a la cual contamos con un mejor navegación, con información en tiempo real del tráfico; servicios de música por streaming, poder abrir y arrancar el coche con algunos móviles.
El nuevo Passat también cuenta con el nuevo servicio denominado Volkswagen We, una nueva submarca que engloba la conectividad. El básico incluye la llamada de emergencia y ahora de serie (tres años gratis en los acabados superiores) se ofrece una versión superior, la Plus, que suma información del coche y personalización. Se suma un sistema de gestión de flotas We Connect Fleet o el sistema de control y pago de plazas de aparcamiento We Park. En fase de pruebas está el We Deliver, un sistema de acceso al maletero para que compañías autorizadas puedan hacer entregas de paquetería en el coche.
Motor
La gama mecánica es todo lo amplia que cabría esperar en un coche. En diésel diésel la oferta arranca con el también conocido 1.6 TDI de 120 CV, seguido del 2.0 TDI de 190 CV. Más adelante se completa con el 2.0 TDI biturbo de 240 CV y el nuevo 2.0 TDI Evo de 150 CV y emisiones muy bajas ya que emplea un doble catalizador.
Si bien el diésel continúa siendo interesante en flotas, los particulares cada vez optan más por propulsores de gasolina. Aquí la oferta es algo más reducida. Por un lado contamos con el 1.5 TSI Evo de 150 CV, ligado a una transmisión manual o automática DSG y el 2.0 TSI de 190 CV asociado en exclusiva al cambio DSG.
Por encima nos encontramos a este 2.0 TSI de 272 CV, con la transmisión automática y asociado a la tracción total 4Motion. Anuncia unas prestaciones excelentes, pues es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 5,8 segundos y alcanzar los 250 km/h. Y todo ello con un consumo bastante comedido, de 7,1 l/100 km y 163 g/km de CO2 (NEDC correlado a WLTP, 191 g/km en este último).
Otra opción es el Passat GTE. Disponible tanto en carrocería sedán como en el familiar, combina un 1.4 TSI de gasolina con un motor eléctrico de 218 CV de potencia conjunta. Respecto al modelo anterior, tiene una batería con mayor capacidad (13,3 kWh en vez de los anteriores 9,9 kWh) que aumenta su autonomía hasta los 56 kilómetros en modo eléctrico. Esperamos conducirlo pronto de manera más
Comportamiento
Condujimos el coche apenas un centenar de kilómetros, por carreteras secundarias y autovías en los alrededores de Madrid. Obviamente no podemos ofrecer un análisis muy detallado de las impresiones de conducción, pero en lo básico es el mismo vehículo que probamos antes de la puesta al día: un coche con un aplomo fabuloso, con una dirección precisa (bastante directa y dura, pero que no resulta incómoda en maniobras), y un excepcional aislamiento de los ruidos del motor como de los aerodinámicos.
El motor es más que capaz, pero he de decir que no me pareció que tuviese ese caudal de potencia que anuncia, que es muy alta, ni siquiera en el modo Sport, el que confiere un comportamiento más deportivo.
Es cierto que los 272 CV los entrega, como buen gasolina, bastante arriba, entre las 5.500 y 6.200 rpm, con un par máximo de 350 Nm que sí se ofrecen en un amplio rango, entre las 2.000 y las 5.400 rpm. La unidad de pruebas contaba con 800 km en su odómetro, es algo que también puede influir en esta percepción.
El Volkswagen Passat con este motor sí es rápido y la suspensión adaptativa ayuda a que se comporte de manera adecuada en diferentes entornos. Es de serie en esta unidad pero opcional en otros acabados. En el modo Comfort es capaz de filtrar irregularidades de manera sobresaliente y cuando activas el Sport resultar bastante dinámico en curva, incluso con la carretera prácticamente helada. Ahí la tracción total 4Motion resulta de gran ayuda.
El cambio DSG funciona bien y casa fenomenal con un motor de las características de este que tenemos entre manos. Es posible cambiar de modo manual, empleando unass levas tras el volante que, para mi gusto, son algo pequeñas.
No pudimos probar a fondo una de las novedades de mayor calado del coche, que es el Travel Assist. Se trata de un modo de conducción semiautónoma de nivel 2. Es el primer Volkswagen que cuenta con él y se ha conseguido al integrar diferentes sistemas, como el control de crucero o el sistema de mantenimiento en el carril. Ahora son capaces de compartir información entre ellos, además de tener en cuenta la cartografía de la navegación para prever curvas cerradas, por ejemplo, aumentando la seguridad. Sí notamos que el volante es capacitivo. ¿Qué quiere decir esto? Que es capaz de saber si lo estamos tocando, de modo que el sistema entiende si estamos atentos a la conducción. Ahora ya no es necesario sujetarlo con más fuerza.
Opinión coches.com
La octava generación del Volkswagen Passat gana en eficiencia mecánica pero sobre todo, mejora muchísimo en el apartado de tecnología y conectividad. El salto en sistemas de ayuda a la conducción y la mejora de posibilidades que ofrece el sistema MIB3 es muy notable, además de contar con un mejor control por voz, que entiende mejor el lenguaje.
Sigue destacando en calidad de acabados y racionalidad interior, aunque es una pena que esta edición limitada, por ejemplo, no cuente con un techo solar que acabaría por redondear lo mucho que ofrece. Las versiones R-Line y la nueva gama de colores entre los que elegir pretenden otorgar un aire más desenfadado a un conjunto que sigue siendo bastante conservador, todo sea dicho.
En el apartado dinámico, cumple con nota, si bien incluso con este motor más potente no es un coche que pretenda esbozar sonrisas, sino ir cómodo y seguro. Y sí, todo esto tiene un precio algo superior a la media… pero conviene acercarse al concesionario, o buscar entre las ofertas de Volkswagen, porque puede rebajarse para colocarse mucho más cerca de otros rivales.
- Acabados y materiales mejor que la media
- Salto del nivel tecnológico notable
- Gama amplia y diversa
- Precio algo superior a la media
- Echo de menos un techo solar y levas más grandes
- Esperaba un comportamiento más dinámico
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