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Pruebanoticias/
Gonzalo Yllera

Prueba a fondo: Volkswagen Passat 2.0 TDI BMT 150 CV DSG

En estas últimas semanas el Grupo Volkswagen ocupa las portadas de los diarios más influyentes del planeta y de los medios especializados, abre informativos en las más prestigiosas cadenas de televisión y es trending topic mundial en redes sociales. Lamentablemente ésto no ha sucedido por alcanzar el primer puesto en el ranking de ventas (como era su anhelo, desbancando a la nipona Toyota…), sino por un escándalo de proporciones inmensas (conocido popularmente como #dieselgate) que afecta a los motores diésel tipo EA 189 EU 5, montados en nada menos que once millones de vehículos del grupo alemán, repartidos por todo el mundo. Lo que implica a modelos de la propia Volkswagen así como de Audi, Skoda, SEAT y Volkswagen Vehículos Comerciales.

No vamos a extendernos más en relatar los hechos y en cómo fue descubierta esta “trampa”, pues podéis informaros a fondo en los diversos artículos que le hemos dedicado en Coches.com a este escándalo que ha hecho tambalearse hasta los más firmes cimientos del grupo alemán (y del que seguro todavía correrán numerosos ríos de tinta…)

A nosotros hoy nos toca abstraernos por un rato de este enrarecido ambiente y centrarnos en la prueba de uno de los modelos estrella de la marca de Wolfsburgo: el Volkswagen Passat, y más concretamente la variante con el propulsor 2.0 TDI BMT de 150 CV, que no está afectada por el escándalo #dieselgate, al cumplir la normativa EU 6 y equipar el sistema anti-contaminación SCR con inyección de AdBlue (como os explicaremos más adelante).

Pero… ¿qué entendemos por un modelo Premium?, ¿están claras las diferencias entre una berlina fabricada por una marca generalista y una que no lo es?, y ¿dónde clasificamos a este Volkswagen Passat?

Los límites entre unas y otras cada día parecen más difusos y es que un modelo, como el que hoy nos ocupa, que en sus primeras generaciones se consideraba claramente como perteneciente a una marca generalista, con el paso del tiempo ha ido ganando en prestancia, calidad de acabados, materiales, equipamiento, posibilidades de personalización y tecnología para acercarse peligrosamente (y en muchos casos superar) a berlinas supuestamente encasilladas en esa categoría superior.

En esta nueva generación, la octava ya (la primera data de 1973…), que vio la luz a finales del pasado año, la firma alemana ha ido un paso más allá marcando también claras distancias por abajo sobre la cada vez más dura competencia dentro de las marcas generalistas, como la que constituyen los mejores representantes de este segmento que, durante algunas semanas, os hemos traído hasta Coches.com. Este es el caso del remozado Peugeot 508 o el nuevo aspirante, el Ford Mondeo. Pero tampoco hemos de pasar por alto a algunos de sus rivales Premium como el Audi A4, el Mercedes-Benz Clase C o los BMW Serie 3 y Serie 4, que también sufrieron nuestro exhaustivo análisis.

Y es que, como os hemos contado, las cifras de ventas de este segmento, en otros momentos punta de lanza de sus respectivas marcas, son cada vez menos significativas en detrimento de los más numerosos y populares SUV, todocamino o crossover. La manera de diferenciarse de ellos se basa en ofrecer no sólo una importante carga tecnológica y de equipamiento, sino un confort, dinamismo y calidad de rodadura imposible alcanzar por éstos.

En este tortuoso camino, muchas marcas generalistas han mejorado tanto sus productos que se aproximan a pasos agigantados a lo que, hasta hace poco, era coto cerrado de las firmas Premium y el Volkswagen Passat, la referencia del segmento, es quien más cerca está de dar ese último paso… Todo ese esfuerzo no ha caído en saco roto y ha contado, y mucho, a la hora de decantar a su favor el título “Coche del Año en Europa 2015”. Veamos ahora, más detenidamente, cuáles son las virtudes que le han hecho acreedor de dicho galardón:

Exterior

Esta octava generación del Volkswagen Passat estrena plataforma modular MQB, exactamente la misma de los actuales Volkswagen Golf, Audi A3 o SEAT León (modelos que ya han pasado por nuestras pruebas a fondo) y también del Skoda Octavia.

Ello implica que, sobre esta base y respecto a la anterior generación, la longitud total de la berlina se reduce en apenas 2 milímetros hasta los 4,767 metros; la anchura se incrementa en 12 milímetros, alcanzando los 1,832 metros y la altura es 14 milímetros menor, quedándose en 1,456 metros. En cambio la distancia entre ejes (batalla) ha crecido en nada menos que 79 milímetros, hasta establecerse en los 2,791 metros. Esto también implica una reducción del tamaño de los voladizos (que aun así son bastante prominentes…) con 0,873 metros el delantero y 1,103 metros el posterior.

La utilización de esta nueva plataforma también supone una importante disminución de peso (hasta 85 kilogramos), que no provienen precisamente de una utilización masiva de aluminio sino de aceros de alta resistencia y reducido espesor y de otros moldeados en caliente, además de soldadura por láser, arrojando una cifra final, en vacío, de 1.501 kilogramos (que variará ligeramente en función de la versión y equipamiento…)

Sus diseñadores no han tomado grandes riesgos, recurriendo a las recetas tradicionales que caracterizan a la marca, si bien se han añadido rasgos más modernos y tecnológicos para completar un conjunto atractivo para la inmensa mayoría del público y que no defraudará a sus posibles compradores. En fin, nada de revolución, pero sí una efectista evolución

Donde más se ha trabajado al respecto, constituyéndose como una de las señas más características de su fisionomía, es en el frontal. Aquí encontramos una nueva calandra cromada, presidida por un gran logo de la marca y formada por lamas horizontales, que acrecienta la sensación visual (no sólo real…) de mayor anchura, a lo que contribuyen también las formas alargadas de los grupos ópticos.

Éstos nos muestran un diseño totalmente nuevo y están disponibles con hasta 4 configuraciones diferentes que van desde los más sencillos hasta los más vanguardistasFull LED con “Dynamic Light Assist”, que son los que podéis ver en las fotos de la unidad de pruebas. No sólo resultan atractivos, sino que su funcionamiento es absolutamente perfecto, con una rápida transición entre luz de carretera y de cruce, girando en las curvas y oscureciendo a otros vehículos para no deslumbrar a sus ocupantes, o iluminando selectivamente carteles indicativos, además de obsequiarnos con un haz uniforme y penetrante que, como dice el tópico, “convierte la noche en día”.

La zona inferior del paragolpes cuenta con una gran abertura de refrigeración en su parte central, protegida por lamas horizontales cromadas sobre fondo negro, que culminan en los laterales en unos focos antiniebla de diseño trapezoidal.

La vista lateral es la más clásica y la que mejor define una berlina de estas características y quizá, a nivel estético, la más intrascendente, salvo por las modificaciones de diseño derivadas de la utilización de la plataforma MQB y el consiguiente aumento en la distancia entre ejes.

Si nos fijamos observaremos un afilado perfil en cuña en el diseño de la carrocería, que comienza con un frontal bajo, en el que el capot asciende suavemente hasta el parabrisas, y un techo que describe una amplia curva para bajar muy suavemente hasta culminar en la zaga.

Una marcada línea de cintura sigue también esta tendencia ascendente a la altura de los picaportes de las puertas hasta acabar en los grupos ópticos posteriores, mientras que unas hendiduras longitudinales dotan de fuerza a la zona baja de la carrocería.

Como último detalle los pasos de rueda están ocupados, en la versión probada, por unas bonitas llantas de aleación de 18 pulgadas (modelo Dartford) sobre las que se montan unos neumáticos Continental ContiSportContact en medidas 235/45 R18 94W.

La alta zaga también está marcada por la sencillez de su diseño, donde apenas destacan unos grupos ópticos mucho más alargados y de formas más dinámicas que en generaciones anteriores, divididos en dos zonas y formados íntegramente por elementos LED de óptima visibilidad. La tapa del maletero cuenta con un pequeño reborde de indudables virtudes aerodinámicas, pero por lo demás sólo merece la pena mencionar la presencia del escudo de la firma de Wolfsburgo, que esconde en su interior la cámara de visión trasera, además de los logos con la denominación del modelo y la versión.

El paragolpes trasero sigue estas mismas directrices. Nada de exagerados extractores de aire, reales o simulados, o falsos difusores. Destaca por sus formas redondeadas, que continúan con las líneas maestras del resto de la carrocería, rotas apenas por los estrechos catadióptricos o por un pequeño hueco donde ubicar la placa de matrícula. Ni siquiera la salida de escape se permite romper la homogeneidad de esta zona, pues queda perfectamente escondida a la vista.

Interior

Una vez franqueamos la puerta del conductor y nos acomodamos en el puesto de conducción el ambiente que se respira en su interior resulta totalmente “Premium” y es que por diseño, variedad y calidad de materiales, ajustes de los mismos además del tacto de los diferentes mandos no hay otro calificativo que se adecúe más al modelo que estamos probando ya que, en este aspecto también se muestra al nivel, y en algunos casos por encima, de alguna de las firmas del triunvirato alemán (Audi, BMW y Mercedes-Benz).

El salpicadero presenta un diseño sencillo y simétrico, en el que los aireadores pasan a adquirir un protagonismo fundamental, ocupando toda la parte central, de lado a lado, y con unas formas que nos recuerdan al de la parrilla frontal, con sus lamas horizontales cromadas, sólo interrumpidas visualmente por la presencia de un reloj analógico (a nuestro parecer excesivamente inclinado…).

Toda la zona central del salpicadero y la consola se nos presentan con un aspecto prácticamente idéntico al que ya vimos, por ejemplo, en el Volkswagen Golf GTI Performance, con la misma pantalla multifunción táctil de 8 pulgadas, y sus correspondientes botones de acceso directo, pasando por los controles del climatizador, la palanca de la caja de cambios automática DSG o los pulsadores que la rodean, así como el mando del freno de estacionamiento eléctrico o el pequeño espacio de almacenamiento con tapa deslizante que hay a su lado. Todo ello con la impecable elección de materiales, ajustes y exquisito funcionamiento, habituales por otro lado en los vehículos firmados por la marca alemana. No podía faltar el acabado lacado en negro, tan de moda, y que tan bien se lleva con las motas de polvo…

La mencionada pantalla corresponde ya a la segunda generación de los sistemas de Infoentretenimiento de la firma, ya que no sólo gestiona el navegador, el equipo de audio o el teléfono móvil mediante Bluetooth, sino que se incorporan nuevas funciones de conectividad con dichos dispositivos móviles, permitiendo replicar sus “apps” gracias a la función MirrorLink.

Frente a nosotros el volante multifunción de 3 radios (doble el inferior) también tiene un diseño similar al de otros modelos de la firma, ligeramente achatado en su zona inferior, pero de buen tacto y más que correcto agarre. Desde él también podremos controlar la mayoría de las funciones del sistema de audio, teléfono o del navegador, así como los parámetros de conducción o la gran cantidad de asistentes de los que puede disponer este modelo. Como viene siendo habitual en la casa alemana deberemos buscar con ahínco tras el volante las pequeñas levas, solidarias con él, que nos permiten realizar una gestión manual del cambio automático DSG.

Lo que ya no resulta idéntico y, además, se presenta como gran novedad en este modelo es la posibilidad de disfrutar de 2 tipos de cuadro de instrumentos: uno digamos más tradicional con las típicas esferas y agujas, con una pequeña pantalla multifunción entre ambas, y otro totalmente digital que recibe el nombre de “Volkswagen Digital Cockpit”.

Se trata de un novedoso aporte tecnológico (similar al ya visto en el Audi TT o en otros vehículos del grupo alemán…) y que cada día se irá extendiendo a más modelos… Una gran pantalla multifunción a color, tipo TFT, de 12,3 pulgadas y con una increíble resolución es la encargada de mostrar toda la información. Cuenta con diferentes perfiles predeterminados: “Sistemas de asistencia al conductor”, “Navegación” o “Consumo y autonomía”, además de que el conductor, desde el volante, puede configurarlo todo como mejor le parezca para ofrecerle la información deseada en cada momento.

Este sistema puede ser complementado con un Head-up Display (del que carecía nuestra unidad de pruebas…) que proyecta la información más importante sobre la cara interior del parabrisas delantero para que el conductor no tenga que apartar la vista de la carretera en ningún momento.

No habrá nadie, sea cual sea su talla, que no se encuentre a gusto en el puesto de conducción de este Volkswagen Passat, tanto por la posibilidad de regular en altura y profundidad la columna de dirección, como por los asientos delanteros que son simplemente magníficos, pues cuentan con un excelente diseño, se adaptan perfectamente a todo tipo de morfologías gracias a sus múltiples reglajes eléctricos y a las memorias en las que almacenar nuestra configuración ideal. Además de estar climatizados (calefacción y ventilación) cuentan con función de masaje… Y por último sujetan adecuadamente en las curvas sin por ello presentar los inconvenientes de los diseños más deportivos y radicales… Lo dicho: una verdadera delicia…

Pero si se viaja cómodo en los asientos delanteros, no le anda a la zaga (nunca mejor dicho…) el hacerlo en las plazas traseras, donde disfrutaremos de unas cotas casi sin comparación entre los de “su especie” gracias al aumento de batalla en casi 8 centímetros frente a la anterior generación que supone la migración a la nueva plataforma MQB. Es, precisamente, sentados en ellas donde apreciaremos más claramente esta mejoría, tanto en las cotas de anchura y altura pero, especialmente, en espacio longitudinal, que agradecerán nuestras piernas…

Los ocupantes de las plazas laterales no tendrán motivo de queja, por las amplias formas de los asientos, con perfiles bien marcados, y sólo el ancho túnel de transmisión, diseñado para las versiones de tracción integral, condiciona ligeramente la comodidad de un hipotético ocupante de la plaza central. Tampoco pueden faltar los anclajes Isofix y Top Tether para sillas infantiles.

El respaldo de la plaza central puede abatirse formando un cómodo apoyabrazos con doble portabebidas y dando acceso, mediante una trampilla, al interior del maletero o sirviendo, al mismo tiempo para transportar objetos de gran longitud. Aunque, en caso de ser necesario, también podremos abatir parcial o totalmente de forma asimétrica los respaldos para transportar bultos de gran tamaño.

Maletero

Pero no acaban aquí los beneficios de la nueva plataforma MQB, pues también influye decisivamente en la capacidad del maletero que se incrementa en 21 litros, hasta alcanzar nada menos que 586 litros. Un hueco tremendamente amplio, que destaca por sus formas regulares y que resulta más que sobrado para que una familia media pueda transportar su equipaje en unas vacaciones.

El portaequipajes cuenta con sistema de apertura y cierre eléctricos, bien desde el interior del vehículo o desde la propia tapa. Opcionalmente se puede contar con apertura remota, para cuando vayamos cargados, que se accionará simplemente pasando el pie lateralmente por la zona baja del paragolpes posterior.

El borde de carga no brilla especialmente por su baja altura, con lo cual introducir pesadas maletas no se convierte en la operación más sencilla del mundo, sobre todo dado el tamaño de la boca de acceso, no tan amplia como cabría desear… El otro mínimo «pero” que le podemos poner viene de su gran longitud, por lo que resultará difícil alcanzar los objetos pequeños situados al fondo del mismo… ya que nos ofrece una cota de 1,194 metros. Al plegar los respaldos de los asientos traseros (en una proporción 60/40) y aprovechar el espacio hasta los delanteros podremos llegar hasta los 2,052 metros de longitud, con un volumen máximo de 1.152 litros.

De todas formas, si lo que buscamos es practicidad, como en el caso del Ford Mondeo Sportbreak que probamos hace unas semanas, en el catálogo de la firma alemana también existe una variante familiar, denominada Variant, con un volumen de maletero de 650 litros, y una profundidad de 1,172 metros, que puede ampliarse plegando los respaldos de los asientos traseros hasta alcanzar los 2,018 metros, lo que supone 1.780 litros de capacidad máxima. Pero, sobre todo, destaca por el amplio acceso que permite su gran portón, con lo que será mucho más fácil transportar grandes bultos.

No podía faltar un interior tapizado en moqueta hasta en sus más recónditos rincones, con la misma calidad de realización de las que da muestras en el resto del vehículo, una trampilla practicable en la plaza central, tomas de corriente de 12 voltios tipo mechero, ganchos donde colgar bolsas, argollas a las que fijar pulpos o redes elásticas, huecos laterales para impedir que los pequeños objetos “deambulen” a sus anchas, etc.

La última de las sorpresas que nos tiene reservada la berlina alemana la descubrimos en cuanto levantamos el suelo del maletero y donde esperábamos encontrarnos una rueda de repuesto de emergencia o un kit reparapinchazos lo que tenemos es una rueda de repuesto exactamente igual a las otras 4 que equipa el vehículo, incluso con idéntica llanta de aleación y aun así sigue siendo un maletero casi de record…

Equipamiento

En este caso el Volkswagen Passat juega, al igual que en otros muchos aspectos, a mantener un papel equidistante entre las berlinas generalistas, que cuentan con un aceptable equipamiento de serie, y las Premium, con una dotación más reducida de serie, pero que se puede ampliar hasta límites casi insospechados, eso sí, pasando por caja…

Por ejemplo nos obsequia con un equipamiento puntero en materia de seguridad y ayudas a la conducción, pudiendo disponer de: sistema de visualización Area View, Park Assist de 3ª generación, Trailer Assist, Side Assist, sistema de asistencia en atascos (que incluye los sistemas Lane Assist y ACC de regulación automática de la distancia), Emergency Assist, Front Assist con asistente de frenada de emergencia en ciudad y reconocimiento de peatones, dirección asistida progresiva, Easy Close, y un largo etcétera.

Podéis consultar más detalladamente en este enlace los niveles de equipamiento y precios del nuevo Volkswagen Passat. No obstante, de forma muy resumida, os contaremos que la berlina alemana está disponible con 4 packs diferentes:

  • Edition:
    • Volante multifunción de cuero
    • Control electrónico de velocidad Tempomat
    • Conexión teléfono Bluetooth
    • Conexión USB
    • Control delantero y trasero de distancia de aparcamiento
    • Control de presión de neumáticos

  • BlueMotion:
    • Paquete Aerodinámico BlueMotion
    • Función Start&Stop con recuperación de energía
    • Llantas de aleación de 16” “Copenhague”
    • Volante multifunción de cuero
    • Conexión teléfono Bluetooth
    • Control de distancia de aparcamiento delantero y trasero

  • Advance:
    • Asistente de frenada de emergencia Front Assist
    • Asistente de prevención de accidentes Pre-Crash
    • Regulación de temperatura Climatronic 3-zonas
    • Asientos delanteros ergoComfort
    • Regulación automática de luces (Paquete luz y visión)
    • Sensor de lluvia

  • Sport:
    • Regulación automática de velocidad ACC con Front Assist
    • Espejos exteriores plegables eléctricamente
    • Asientos en alcántara-cuero
    • Asientos delanteros calefactables
    • Inserciones interiores en aluminio cepillado

Es posible adquirir esta berlina de la marca alemana desde 26.700 € (del Volkswagen Passat Edition con motor de gasolina 1.4 TSI BMT de 125 CV y cambio manual de 6 velocidades) a lo que la filial española añade gratuitamente el Paquete Edition/BlueMotion, además de un descuento promocional de 705 €, con lo que el precio final se queda en unos excelentes 25.995 €.

La variante probada esta semana (el Volkswagen Passat Sport con propulsor diésel 2.0 TDI BMT de 150 CV y cambio DSG de 6 velocidades) está disponible desde 37.490 €, pero con una campaña promocional de 680 € y la inclusión del Paquete Sport, sin coste, se queda en unos más atractivos 36.810 €.

En nuestro caso, la unidad cedida por la marca contaba con el siguiente equipamiento opcional:

  • Color Plata Tungsteno metalizado —– 520 €
  • Iluminación de ambiente —– 225 €
  • Airbag para las rodillas lado del conductor, airbags laterales y tensores del cinturón detrás —– 490 €
  • Asientos delanteros con climatizador activo y función de masaje para el lado del conductor —– 435 €
  • Regulación adaptativa del tren de rodaje DCC incluida selección de modos de conducción —–1.045 €
  • Paquete «Easy-open» —– 650 €
  • Techo corredizo/deflector panorámico —– 1.145 €
  • Alarma antirrobo —– 385 €
  • Acabado en cuero «Nappa» —– 745 €

  • Identificación de señales de tráfico —– Sin costes adicionales
  • Paquete asistentes de conducción —– 1.320 €
  • Paquete Sport España —– Sin costes adicionales
  • Asistente de aparcamiento «Park Assist» —– 245 €
  • Detección de peatones —– 85 €
  • Vista de entorno «Area View» incluye cámara de marcha atrás «Rear View» —– 450 €
  • Sistema de control de presión de los neumáticos —– 170 €
  • «Side Assist», «Lane Assist», asistente en atascos y asistente de emergencia —– Sin costes adicionales
  • Interfaz teléfono móvil «Premium» —– 460 €

Por lo que el precio final, con los 7.690 € euros en opciones y el descuento promocional de la marca de 680 €, ascendía hasta unos más que respetables 45.180 €.

En cualquier caso, si estáis interesados en adquirir un Volkswagen Passat, lo mejor que podéis hacer es consultar el buscador de Coches.com, donde encontrareis el mejor precio del mercado, así como el seguro más conveniente a vuestras necesidades.

Motorización

El Volkswagen Passat disfruta de una amplísima y renovada oferta mecánica que llega hasta 10 motorizaciones diferentes, 5 de gasolina, 4 diésel e incluso está disponible una variante con motor híbrido enchufable. Todos ellos son turboalimentados, de 4 cilindros, cuentan con inyección directa y, según la marca, son hasta un 20% más eficientes, cumpliendo la norma anticontaminación europea EU 6. Por lo tanto ninguna de las nuevas motorizaciones de gasóleo (serie EA 288) se ven afectadas afectadas por el reciente escándalo del #dieselgate (serie EA 189).

Los propulsores de gasolina son los siguientes:

  • 1.4 TSI BMT: Es el motor básico del nuevo Passat y junto a su hermano de idéntica cilindrada han sido desarrollados especialmente para su aplicación en la plataforma MQB. Ofrece una potencia de 125 CV entre 5.000 y 6.000 rpm y alcanza su par máximo de 200 Nm entre 1.500 y 4.000 rpm. El gasto medio de combustible es de 5,3 l/100 km mientras que las emisiones de CO2 son de 123 g/km.
  • 1.4 TSI ACT BMT: Dispone de gestión activa de cilindros (ACT) desconectando el segundo y el tercer cilindro temporalmente, para disminuir el gasto de combustible en más de 0,5 l/100 km. Entrega una potencia de 150 CV entre 5.000 y 6.000 rpm y un par máximo de 250 Nm entre 1.500 y 3.500 rpm. El consumo medio es de 5,1 l/100 km y las emisiones de CO2 son de 119 g/km.

  • 1.8 TSI BMT: Esta motorización es capaz de ofrecer 180 CV de potencia entre 5.100 y 6.200 rpm y un par máximo de 250 Nm entre 1.250 y 5.000 rpm. El consumo de combustible se sitúa en 5,8 l/100 km, y las emisiones de CO2 en 130 g/km. Exclusivamente se combina con la caja de cambios DSG de 7 velocidades.
  • 2.0 TSI BMT: Este propulsor genera 220 CV de potencia entre 4.500 y 6.200 rpm y un par máximo de 350 Nm entre 1.500 y 4.400 rpm. El consumo de combustible combinado es de 6,2 l/100 km, mientras que las emisiones de CO2 alcanzan los 143 g/km. Sólo se comercializa con caja de cambios DSG de 6 velocidades.
  • 2.0 TSI BMT: Es la motorización más potente entre las de gasolina, con 280 CV entre 5.600 y 6.500 rpm y un par máximo de 350 Nm entre 1.700 y 5.600 rpm. El consumo medio es de 7,1 l/100 km y las emisiones de CO2 suben hasta los 160 g/km. Disponible únicamente con el sistema de tracción total 4Motion y el cambio automático DSG de 6 velocidades.

Las motorizaciones alimentadas mediante gasóleo son:

  • 1.6 TDI BMT: Entrega 120 CV de potencia entre 3.500 y 4.000 rpm y un par máximo de 250 Nm entre 1.500 y 3.250 rpm. El consumo mixto es de 4,0 l/100 km y las emisiones de CO2 son de 105 g/km.
  • 2.0 TDI BMT: Es el propulsor montado por nuestra unidad de pruebas, siendo capaz de ofrecer una potencia de 150 CV entre 3.500 y 4.000 rpm y un par máximo de 340 Nm entre 1.750 y 3.000 rpm. El consumo medio combinado es de 4,0 l/100 km (4,4 l/100 km con DSG) y las emisiones de CO2 se conforman con apenas 106 g/km (116 g/km con DSG).
  • 2.0 TDI BMT: Entrega una potencia de 190 CV entre 3.500 y 4.000 rpm y un par máximo de 400 Nm entre 1.750 y 3.250 rpm. El consumo mixto es de 4,5 l/100 km y las emisiones de CO2 son de 119 g/km.
  • 2.0 TDI BiT BMT: Utiliza un doble turbocompresor e inyectores piezoeléctricos, que garantizan una presión de inyección de hasta 2.500 bar, todo ello para lograr una potencia de 240 CV a 4.000 rpm y un par máximo de 500 Nm entre 1.750 y 2.500 rpm. El consumo combinado es de 5,3 l/100, mientras que las emisiones de CO2 son de 139 g/km. Disponible únicamente con el sistema de tracción total 4Motion y el cambio automático DSG de 7 velocidades.

El propulsor híbrido enchufable toma como base el motor TSI de gasolina de 1,4 litros que entrega una potencia de 156 CV al que se suma un motor eléctrico, de forma que pueden producir una potencia conjunta de hasta 218 CV y un par motor de 400 Nm, con un consumo de tan sólo 1,6 l/100 km y 12,2 kWh/100 km, además de unas emisiones de 37 g/km. En modo eléctrico la velocidad máxima está limitada a 130 km/h mientras que la autonomía llega hasta los 50 kilómetros. Cuando se combinan ambos motores puede acelerar de 0 a 100 km/h en 7,4 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 225 km/h.

Si nos centramos en el propulsor de la unidad de pruebas cabe decir que se sitúa en un escalón intermedio dentro de las motorizaciones turbodiésel disponibles para la berlina alemana. Gracias a su avanzada tecnología de inyección directa de combustible tipo common rail, con una presión de alimentación de 2.000 bares y a un turbocompresor de geometría variable es capaz de alcanzar, como ya hemos indicado, una potencia de 150 CV entre 3.500 y 4.000 rpm y un par máximo de 340 Nm entre 1.750 y 3.000 rpm.

Este propulsor equipa para el tratamiento de los gases de escape un catalizador de oxidación y un filtro de partículas diésel. La reducción del óxido de nitrógeno (convirtiéndolo en nitrógeno y agua) se produce mediante un sistema denominado SCR (Selective Catalytic Reduction) con la inyección del aditivo AdBlue.

Con dicha motorización se permite lograr unas prestaciones más que considerables, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 8,7 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 220 km/h con el cambio manual de 6 velocidades o 218 km/h con el DSG, como era el caso de la unidad cedida para esta prueba.

Pero no sólo destaca en el apartado prestacional, sino también en lo que se refiere a gasto de combustible, gracias a las medidas BlueMotion Technology, como el sistema Stop&Start que apaga el motor al detenernos, la regeneración de la energía de frenada o un modo ECO de “navegación a vela” que desconecta la transmisión del motor cuando el terreno es propicio y mantenemos una velocidad uniforme. Según las cifras oficiales para la versión dotada de cambio automático de doble embrague, el consumo urbano es de 5,2 l/100 km, el interurbano desciende hasta los 4,0 l/100 km y el consumo medio se sitúa en 4,4 l/100 km. Las emisiones de CO2 son de 119 g/km.

En los controles que hemos efectuado por nuestros recorridos de prueba habituales, esas cifras se han visto incrementadas considerablemente, aunque hemos de reconocer que no hemos practicado una conducción demasiado eficiente. En ciudad el consumo subió hasta 6,9 l/100 km; en carreteras y autovías descendió hasta 5,3 l/100 km para, finalmente, obtener un consumo medio de 5,8 litros cada 100 km.

Si tenemos en cuenta que la capacidad del depósito de carburante es de 66 litros, vemos muy factible el alcanzar autonomías reales que superen ampliamente los 1.000 kilómetros, a poco que nos lo propongamos.

Comportamiento

El Volkswagen Passat nos obsequia con un comportamiento “deliberadamente neutro”, apto para que cualquier tipo de conductor se sienta inmediatamente a gusto a sus mandos. Hace “fácil lo difícil” y resulta extremadamente sencillo rodar rápido con él. No es preciso ser un consumado volantista para ello y hasta alguien con no mucha experiencia puede circular a muy buen ritmo en todo tipo de vías con total confianza.

No obstante podemos jugar con la tecla del “Driving Profile Selection” (control dinámico de la conducción) para variar ligeramente los parámetros de suspensión, dirección, motor o cambio automático y adaptarlos a nuestros gustos personales o a las condiciones de la vía por la que circulemos. Incluye cinco modos predeterminados, denominados Comfort, Normal, Sport, ECO e Individual, que definen perfectamente lo que ofrece cada uno de ellos.

En cualquier caso no debemos esperar grandes variaciones de comportamiento cuando seleccionemos uno u otro. Por ejemplo a la hora de abordar carreteras de montaña y optar por el modo Sport no pienses encontrar un cambio radical sino simplemente una carrocería más retenida al abordar los giros, una más rápida actuación del cambio o un propulsor que sube algo más de vueltas antes de que se engrane la siguiente relación del cambio. Pero de ahí a calificarlo como “deportivo”

Lo que no cabe duda es que en esta 8ª generación con la utilización de la plataforma MQB el Volkswagen Passat no sólo aumenta la batalla en 79 milímetros (hasta 2,791 metros) sino que también lo hacen la vía delantera en 32 milímetros (1,584 metros) y la trasera en 17 milímetros (1,568 metros). Esto supone una mayor área de pisada y, junto a la rebajada altura en 14 milímetros (1,456 metros), una estabilidad y un dinamismo superiores a los ofrecidos por anteriores generaciones del modelo germano.

De todas formas en este aspecto se muestra ligeramente por detrás del Ford Mondeo e incluso del Peugeot 508, pero lo compensa con un mejor rodar por vías rápidas, ya sea por autovía o autopistas e incluso por carreteras nacionales de amplio trazado. Con el Volkswagen el transcurrir de los kilómetros no te pasará factura, y sólo un aviso en el cuadro de instrumentos nos alertará de que ha llegado el momento de hacer una parada a estirar las piernas y tomar un café, si fuera por nosotros seguiríamos muchos kilómetros más…

El propulsor ofrece un nivel de potencia más que suficiente para mover con soltura la carrocería, incluso con 4 ocupantes y su correspondiente equipaje. Resulta inusualmente suave para tratarse de un turbodiésel de 4 cilindros, y se han minimizado al máximo la sonoridad y las vibraciones, lo que sumado al excelente aislamiento del habitáculo convertirán nuestros viajes en una auténtica delicia…

Una vez se superan las 2.000 rpm el motor responde con un empuje constante, a la vez que muestra un maridaje perfecto con la caja de cambios automática DSG, de doble embrague y 6 velocidades, con cambios casi inapreciables, sin pérdida aparente de empuje.

Existe la posibilidad de un manejo manual del cambio mediante las levas situadas detrás del volante, lástima de su reducido tamaño, que cuando se complican las cosas en retorcidas carreteras de curvas nos hacen perder un tiempo precioso buscándolas infructuosamente… llegando a ser incluso más rápido y seguro actuar sobre la tradicional palanca situada sobre la consola central.

El consumo alcanza cifras muy contenidas gracias a la excelente gestión electrónica, al sistema Stop&Start que apaga el motor al detenernos y a un modo ECO de «navegación a vela” que desconecta la transmisión del motor cuando el terreno es propicio y mantenemos una velocidad uniforme.

En ciudad, pese a sus dimensiones, se desenvuelve asombrosamente bien entre el caótico tráfico diario. Las suspensiones no resultan secas en los baches y la dirección de desmultiplicación variable nos ayudará a manejarlo fácilmente entre el resto de vehículos o calles estrechas.

Y a la hora de estacionar bastará con fiarnos de los sensores delanteros y traseros o de las cámaras perimétricas para evitar dañar la carrocería. Como curiosidad, y pese a que no nos mostramos muy partidarios de estos sistemas, hemos de reconocer que el de aparcamiento asistido que equipaba nuestra unidad de pruebas funcionaba realmente bien, detectando instantáneamente los huecos tanto paralelos como perpendiculares a la calzada y ayudando al conductor para un rápido estacionamiento, brindando además una importante ayuda a la hora de salir de ese tipo de plazas sin visibilidad, vigilando el tráfico que se aproxima por los lados, evitándonos más de un susto…

Veredicto coches.com

Las berlinas del segmento D no sólo se muestran idóneas para familias, de no más de 4 miembros, que las suelan utilizar en sus viajes vacacionales o de fin de semana, también son coto casi exclusivo de las flotas de empresa, sobre todo para aquellas que necesiten aunar en un solo vehículo ciertas dosis de representatividad y, además, necesiten que resulten fiables y económicos por muchos kilómetros que recorran al cabo del año, además de permitir un nivel prestacional acorde a lo que se espera de ellas.

Berlinas como las que os hemos traído hasta aquí en las últimas semanas, son la mejor opción, pero el Volkswagen Passat se lleva la palma entre todas ellas. Es una apuesta segura, sin sorpresas, donde todo funciona como se espera. Sí, de acuerdo, no es un vehículo pasional, pero su cliente potencial tampoco lo quiere para salir a hacer curvas los fines de semana…

El modelo germano ofrece un nivel inalcanzable para gran parte de sus rivales del segmento generalista e incluso por encima de algunas intocables berlinas del segmento superior. El Volkswagen Passat ha vuelto, con esta octava generación, para dejar las cosas claras entre los de su especie, estableciendo nuevas referencias en lo que se refiere a finura de comportamiento, tecnología o calidad percibida, además de confort y espacio para sus ocupantes, virtudes que le han valido el título de “Coche del Año en Europa 2015”, aunque claro está todo ello tiene un coste y la factura final alcanza, en este caso sí, niveles auténticamente Premium.

Lástima que le haya tocado convivir en el tiempo, y sufrir en sus propias carnesuno de los escándalos de la automoción más importantes de los últimos años, lo que seguramente conllevará importantes consecuencias, muchas de las cuales aún no alcanzamos a vislumbrar, y repercutirá en una pérdida del prestigio bien labrado por la berlina germana a lo largo de las últimas décadas…

Volkswagen Passat 2.0 TDI BMT 150 CV DSG
7.6Nota
Lo mejor
  • Equipamiento de seguridad y asistentes a la conducción
  • Habitabilidad y maletero
  • Funcionamiento del propulsor y consumos contenidos
Lo peor
  • Precio final con opciones
  • Levas de cambio DSG pequeñas
  • Boca y acceso al fondo del maletero
Diseño7.5
Habitabilidad8
Acabados7.5
Maletero8.5
Equipamiento7.5
Motor7.5
Comportamiento7.5
Calidad Precio7

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