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Mario Nogales

¿Cuál fue el coche de producción más rápido de cada década?

Desde que fue inventado el automóvil, el hombre siempre ha buscado mejorarlo en todos sus aspectos. Mucho ha llovido desde entonces y aquel primer Benz Motorwagen poco tiene que ver con los coches que vemos a día de hoy en nuestras calles. Pero queda claro que la velocidad siempre ha estado bajo los focos, una cifra que tenía que ser mejorada y que aportaba cierto estatus. Ahora vamos a repasar los coches de producción más rápidos de cada década.

1900-1910: Mercedes-Simplex 60HP

En el comienzo del siglo XX el automóvil todavía estaba prácticamente en pañales. Con Paul Daimler ya entrado en el negocio (posteriormente uniría fuerzas con Carl Benz) se fueron lanzando una serie de modelos lanzados en esos primeros años. El que más destacó probablemente fue el Mercedes-Simplex 60HP, un llamativo ejemplar con motor de 9.2 litros que fue de los primeros en superar la barrera de los 100 km/h. Aunque no hay confirmación oficial, se habla de que este modelo podía superar los 110 km/h.

1910-1920: Austro-Daimler Prince Henry

Aunque a Ferdinand Porsche se le conoce más por la fundación de su propia marca, el legado que ha dejado también abarca a otros fabricantes. Cuando estuvo en Austro-Daimler estuvo trabajando en un modelo muy destacado que también fue el más rápido de su década. Hablamos del Austro-Daimler Prince Henry (o Prinz Heinrich), que montaba un motor de cuatro cilindros y 5.7 litros que desarrollaba 95 CV de potencia. Con esta configuración podía alcanzar una velocidad máxima de 137 km/h.

1920-1930: Duesenberg Model J

En alguna ocasión hemos hablado de la desaparecida Duesenberg, una marca fundada por los hermanos Fred y August que revolucionó el panorama automovilístico durante la primera mitad del siglo pasado. Sus vehículos destacaban por calidad y también por desempeño. Con el Duesenberg Model J asentaron las bases y sorprendieron al mundo. Este ejemplar montaba un motor de ocho cilindros en línea de 6.9 litros que desarrollaba 265 CV. Con estas cifras tan elevadas conseguía alcanzar los 191 km/h, muy sorprendente para estar a finales de los años 20.

1930-1940: Duesenberg Model SJ

Y en la siguiente década, Duesenberg siguió con su dominio y lo elevó a un nuevo nivel gracias a un nuevo modelo. El Duesenberg Model SJ es probablemente su vehículo de referencia, el mejor que hicieron los hermanos durante su breve etapa como fabricantes. En esta evolución se seguía montando el ocho cilindros, pero su potencia aumentaba hasta los 320 CV. Del mismo modo se incrementaba su velocidad máxima, que llegó hasta los 225 km/h.

1940-1950: Jaguar XK 120

Tras el vacío que había dejado Duesenberg (desaparece en 1937), hubo muchos fabricantes que intentaron ocupar su hueco. Aunque al mismo tiempo hubo un cambio conceptual y los coches tendieron a reducir su tamaño y su peso. Una buena prueba de ello es el Jaguar XK 120, que destacaba por su elegante diseño británico. En este caso se empleaba un motor de seis cilindros en línea y 3.4 litros que desarrollaba 160 CV. Su velocidad máxima era de 212 km/h, siendo curiosamente la única década en la que no creció la velocidad

1950-1960: Mercedes-Benz 300 SL

El Mercedes-Benz 300 SL no necesita presentación. El mítico «alas de gaviota» es uno de los referentes en diseño durante la historia del automóvil y también destacó por otras muchas bondades. En la década de los 50 consiguió ser el más rápido a pesar de la ardua competencia. Con su motor de seis cilindros en línea, la inyección y sus 215 CV, alcanzaba los 260 km/h (con la relación de cambio 1:3.25). Dejaba atrás a modelos como el Aston Martin DB4 GT que se quedaba en 245 km/h.

1960-1970: Lamborghini Miura

Llegaba la dorada década de los 60 y las marcas italianas comenzaban a destacar. Pocos ejemplares tan carismáticos como el Lamborghini Miura, el deportivo biplaza diseñado por Marcello Gandini que marcó época en Sant’Agata. Inicialmente fue comercializado con el motor V12 de 3.9 litros y 350 CV. Aunque es cierto que justo a finales de la época llegó el Miura S con 370 CV que alcanzaba 285 km/h. Si hubiese sido el ‘normal’ habría quedado por detrás del Ferrari 365 GTB/4 Daytona que se quedaba en 280 km/h.

1970-1980: Lamborghini Countach

El duelo entre Lamborghini y Ferrari se siguió desarrollando en décadas posteriores. En los 70 el protagonista fue el Lamborghini Countach, que era el sucesor del Miura. Le salió un duro rival con el Ferrari 512 BB, el Berlinetta Bóxer sucesor del Daytona. Ambos optaban por mecánicas de doce cilindros (3.9 litros para el Lamborghini y 4.9 litros para el Ferrari) y conseguían potencias similares (375 CV el Countach y 360 CV de 512 BB). El Lamborghini declaraba una velocidad máxima de 316 km/h y el Ferrari se quedaba en 303 km/h, aunque posteriormente se comprobó que ninguno pasaba la barrera de los 300 km/h..

1980-1990: Ferrari F40

En la década de los 80 la marca del «cavallino» se puso las pilas y trajo uno los mejores vehículos de su historia. Hablamos del Ferrari F40, que fue el claro referente y que servía como homenaje al 40 aniversario de la marca. Empleaba un motor V8 de 2.9 litros sobrealimentado por dos turbos que lograba una potencia de 478 CV. Gracias a su desarrollada aerodinámica era capaz de alcanzar los 324 km/h, dejando atrás a sus rivales directos.

1990-2000: McLaren F1

Ya en la década de los 90 hubo una marca de competición que decidió hacer un modelo de calle. Para el McLaren F1 se cogió un monocasco de fibra de carbono y se hizo desde cero un auténtico superdeportivo bajo la batuta de Gordon Murray. Tomó prestado un motor V12 de 6.1 litros de BMW que desarrollaba más de 600 CV. Se sabía que era muy rápido y que superaría holgadamente los 300 km/h, pero sorprendió al mundo con ese récord mundial de velocidad de 386 km/h, llegando a alcanzar un pico de 391 km/h.

2000-2010: SSC Ultimate Aero

Con el cambio al siglo XXI ya se había desatado una auténtica guerra por ver cuál era el vehículo más rápido. El colofón se lo terminó llevando el SSC Ultimate Aero, un llamativo superdeportivo americano que aún a día de hoy es relativamente desconocido. La gente de Shelby Super Cars lo equipó con un V8 biturbo de 6.3 litros con casi 1.200 CV de potencia. El resultado fue una marca de 414 km/h que no duraría mucho con la llegada del Bugatti Veyron Super Sport, que ya entraría en la siguiente década.

2010-2020: Koenigsegg Agera RS

Y aunque en los últimos años no hemos dejado de ver superdeportivos de todo tipo, la velocidad máxima de Bugatti solamente se ha visto realmente amenazada por uno. Koenigsegg se ha convertido en la referencia absoluta en este tipo de marcas principalmente gracias al Koenigsegg Agera RS. Este ejemplar ha batido todo tipo de récords, pero nos quedamos con el de su velocidad máxima (que ha ido superando en varias ocasiones). Se queda en 447 km/h de media en las dos pasadas del récord (con un pico de 458 km/h) en su versión tope de gama, que cuenta con 1.360 CV en su motor V8 biturbo.

Parece que en la próxima década la cosa seguirá igual de apretada y que incluso se sobrepasará la barrera de los 500 km/h. Ya hay algunos modelos que han declarado sus intenciones de hacerlo, como el Koenigsegg Jesko, el SSC Tatuara, el Hennessey Venom F5, el Devel Sixteen o el Corbellati Missile. Y seguramente con los años irán llegando más, quién sabe si alguno de ellos eléctrico.

Fuente: Autocar

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