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Fiat Panda I
Luis Blázquez

Fiat Panda: un coche tan versátil y funcional como único, desde 1980

Los pandas pueden vivir hasta 30 años en cautiverio o hasta dos décadas en la naturaleza. En este sentido, el Fiat Panda lo está haciendo muy bien, pues cumple 40 años en 2020. Desde su debut en 1980, han pasado tres generaciones del pequeño urbano italiano y, aunque la versión actual se acerca a la edad de jubilación, su historia merece ser contada.

Ligeramente más grande que el 500 pero igualmente ágil por las concurridas calles de una gran ciudad, el icónico Panda ha cumplido 40 años. Se podría argumentar que es el primer coche de la década de los 80 que estableció un carácter al que todos los demás se mantuvieron fieles a lo largo de los años. Roberto Giolito, director de la división de clásicos de la marca (FCA Heritage), lo describe como “el más racional, accesible y democrático de Fiat”, uno con muchas “soluciones inteligentes” para ser práctico y versátil en un solo paquete.

Fiat Panda I (1980-2003)

En febrero de 1980, Fiat presentó el Panda al entonces presidente italiano Sandro Pertini. Menos de una semana después, el coche hizo su debut para la prensa en el Salón del Automóvil de Ginebra. “Giugiaro, haz un utilitario ‘estilo francés’, que sea idéntico en peso y costes al Fiat 126, pero que, obviamente, sea más grande y cómodo”. Esas fueron las demandas del CEO de Fiat, Carlo De Benedetti, a finales de julio de 1975. Y quiso ver los primeros bocetos a mediados de agosto.

Teniendo esa conexión francesa en mente, se podría argumentar que el Fiat Panda original fue la respuesta italiana al Citroen 2CV y al Renault 4. Era barato de adquirir, asequible de mantener, espacioso y flexible. También era funcional, con unos parachoques envolventes de plástico, unas ventanillas planas y otros materiales resistentes. Con espacio para cinco personas, el banco de la segunda fila se podría configurar en siete posiciones diferentes, incluyendo una hamaca, una cuna o una cama grande.

A lo largo de sus 14 años de vida (en Europa), hubo muchas versiones. Algunas eran ediciones especiales, mientras que otras formaban parte de la gama principal. De todas ellas, quizá una de las más memorables sea la vertiente 4×4, lanzada en octubre de 1984. Se convirtió de inmediato en un firme favorito de las colinas de la Toscana y las montañas de los Alpes, así como de otras partes del mundo. Gracias a su bajo peso y su tracción integral, el Panda 4×4 podía viajar donde otros todoterrenos no podían llegar.

Incluso es posible que recuerdes al Panda Italia 90 si no eres muy joven, lanzado para honrar la celebración de la Copa Mundial de la FIFA en el país transalpino. La gran novedad eran unos tapacubos diseñados para parecerse a balones de fútbol, y poco más. Y aunque puede sonar a chica Bond, el Panda Elettra fue un coche muy adelantado a su tiempo. Fiat eliminó los asientos traseros para montar unas baterías creando una versión eléctrica, pero era 450 kilos más pesada que el Panda estándar, así que el rendimiento era… limitado.

Podría haber sido un gran cambio para Fiat haber proeguido con esta idea, de igual forma que ya hicieron algunos como Volkswagen con el Elektro-Golf o Volvo con el Elbil. Sin embargo, al igual manera que el resto, la Fábrica Italiana de Automóviles de Turismo se está poniendo al día en el campo de la electrificación en estos momentos con el nuevo 500e. Volviendo al pequeño Panda, se eliminó de la gama de Fiat en 2003, momento en el que ya se habían vendido más de cuatro millones unidades, 4.491.000, para ser exactos.

Fiat Panda II (2003-2012)

La primera regla del diseño automotriz es no meterse con una fórmula ganadora. Bueno, esa podría no ser la primera regla, pero dado el éxito del Panda original, difícilmente se puede culpar a Fiat por ir a lo seguro, al igual que han hecho otros como Volkswagen con el Golf. Presentado en 2003, el Panda II estaba destinado a llamarse Gingo, pero se cambió tras las protestas de Renault porque “Gingo” se parece a “Twingo”. Pero el mayor cambio fue el paso de tres puertas a cinco, mejorando la practicidad.

Se llevó el premio al Coche del Año en Europa en 2004, superando al mencionado Golf, el Mazda 3, el Toyota Avensis, el Opel Meriva, el BMW Serie 5 y el Nissan Micra. Reemplazó al Fiat Seicento y permaneció a la venta durante ocho años. Se desarrolló sobre la nueva plataforma “Fiat Mini”, que también fue utilizada por el 500, el Ford Ka y Lancia Ypsilon, y llegó con motores de gasolina de 1.1 litros y 1.2 litros asociados a una caja de cambios manual o una automática secuencial opcional (para las vertientes 1.2 litros).

La segunda generación del Panda no era la más elegante, ni tampoco la más cómoda o dinámica, pero era el coche perfecto para las congestionadas calles europeas: lo suficientemente estrecho para los centros de las metrópolis del Viejo Continente, lo suficientemente elegante para poder aparcar en lugares cosmopolitas y atractivo en su justa medida para todos los grupos de edad y demografía. Claro, el maletero era un poco pequeño (de 206 a 236 litros), pero la habitabilidad era excelente para sus cotas exteriores.

Con la idea de rememorar viejos tiempos, el Panda 4×4 llegó en julio de 2004. Continuó donde lo dejó el viejo modelo, convirtiéndose en el favorito de los habitantes en las colinas de la alta montaña, los instructores de esquí y aquellos que querían un modesto urbano que mostrase ciertas aptitudes a la hora de afrontar carreteras no asfaltas. Piensa en aquellos que viven en zonas donde un firme negro y duro no es el pan de cada ruta. Y también confía cuando decimos que también es un coche muy divertido.

Y a pesar de parecer un Panda con una máscara de lucha libre, el Panda Cross fue uno de los todoterreno más económicos que el dinero podía comprar. Llegó en 2003, con un motor diésel Multijet de 1.3 litros y 69 CV (o 75 CV entre octubre de 2010 y noviembre de 2011). Las luces delanteras y traseras redondas, el revestimiento de plástico negro de la carrocería, el interior de bitono y las llantas de 15 pulgadas lo distinguían del 4×4 normal, pero había amar esas cosas para gastar casi 2.500 euros de más por ello.

También existió una versión con aspiraciones deportivas, el Fiat Panda 100HP, un héroe que lo conquista todo. Cuando se lanzó en 2007, tenía un precio de poco más de 11.000 euros de la época (algo más de 13.000 euros actuales), se convirtió en una de las gangas del nuevo milenio. El nombre ya dice que no tiene una gran cantidad de caballos, pero esos 100 CV estaban más que bien aprovechados. Si encuentras uno, disfrútalo y acostúmbrate a lucir una sonrisa cursi cada vez que conduces.

En el mundo de la competición, el Panda II también hizo sus pinitos. En el rally París-Dakar 2004 participaron dos Panda 4×4 oficiales. Tras el volante se encontraban Miki Biasion y Bruno Saby, y estaban propulsados ​​por el motor turbodiésel Multijet de 1,3 litros preparado para entregar 105 CV. También presentaban un sistema automático de tracción total de acoplamiento viscoso y diferencial de bloqueo para conseguir un mayor agarre y tracción en esos terrenos irregulares y un tanto blandos por la arena.

Fiat Panda III (2012-presente)

Lanzado en 2012, el actual Fiat Panda ha disfrutado de largas entradas. A pesar de estar basado en la misma plataforma que su predecesor, traía un nuevo un enfoque y un estilo más orgánico. Mira de cerca y verás esas líneas a modo de “ardilla” (especialmente con la pintura marrón anaranjada) que le dan al Panda una personalidad única en el segmento de los automóviles urbanos.

En 2018, el Fiat Panda no logró obtener una sola estrella en una prueba de choque Euro NCAP, lo que lo convirtió en uno de los coches más malogrados jamás probados por la organización. Particularmente impactante fue su desempeño en la protección de los ocupantes infantiles, donde obtuvo solo el 16 % de la puntuación total. En ese momento, la calificación promedio de los vehículos nuevos probados era del 79 %. Esta es una de las razones por las que es necesario un reemplazo más pronto que tarde.

Aun así, continúan llegando numerosas ediciones especiales como el Panda Trussardi, el primer Panda “de lujo”. ¿Un intento de pasar por alto la calificación de la Euro NCAP o un matrimonio exitoso de dos famosas firmas italianas? Eso ya que lo decida cada uno, pero, ciertamente no le queda nada mal ese vestido firmado por Trussardi, aunque está muy lejos de la simplicidad y practicidad del Panda original de Giugiaro, aunque la pintura Caffé Brown también le da un plus de atractivo innegable.

Terminamos con la última versión de la gama, el Panda Hybrid, que se lanzó a principios de 2020 y combina un motor de gasolina de 1.0 litro con un motor de arranque integrado en la correa de 12 voltios. Oficialmente, homologa un consumo de 5,4 l/100 km y unas emisiones de 89 g/km de CO2. Llamarlo “híbrido” es una pista falsa, porque es poco más que un mild-hybrid, dado que no se puede conducir de forma completamente eléctrica. Pero no es una mala forma de celebrar los 40 años del Panda.

Es un coche contemporáneo, capaz de mantenerse al día, de generación en generación. Dio la libertad de movimiento a toda una familia, y ahora también sigue siendo igual de espacioso por dentro y compacto por fuera, y su versión microhíbrida es una de las más accesibles a la venta actualmente en el mercado. El nuevo modelo ofrece todas las ventajas de un motor de gasolina eficiente, compacto, ligero y asequible, con el beneficio de una etiqueta ECO que recibe gracias a la electrificación. Desde coches.com, feliz cumpleaños.

Fuente: Fiat

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