¿Nos hemos pasado de frenada con los coches eléctricos? Las ventas en Europa parecen confirmarlo. A finales de 2023 casi toda la industria apostaba por los 100 % eléctricos como el futuro a medio o corto plazo. Pero las matriculaciones se han estancado y, a mitad de 2024, no remontan.
Resultado: Muchos fabricantes han levantado el pie del acelerador y dado un volantazo a sus políticas industriales. Como hay unas leyes anticontaminación europeas que cumplir y son bastante duras la única apuesta posible son los híbridos enchufables, que evitan la angustia de quedarte sin autonomía.
¿Son los PHEV el paso intermedio hacia la electrificación total? Siempre se pensó, pero ahora parece que cobran un segundo impulso. De hecho, hay ya diferentes apuestas tecnológicas, como estos dos modelos que tenemos aquí, el Toyota C-HR Plug-In Hybrid, que vendría a ser un híbrido convencional evolucionado a enchufable y el Mazda MX-30 R-EV, que vendría a ser un eléctrico transformado en híbrido enchufable.
Como ya desgranamos en detalle estos modelos en sus respectivas presentaciones, hoy nos vamos a centrar en la tecnología híbrida enchufable y cuándo merece la pena apostar por ella:
¿Qué es un PHEV?
Como vimos en nuestro especial sobre híbridos no enchufables, un coche híbrido es el que combina dos sistemas de propulsión de distinta naturaleza: por un lado un motor de combustión, generalmente de gasolina, y por otro uno o varios motores eléctricos que se alimenta de energía almacenada en una batería.
En el caso de los híbridos enchufables (PHEV o Plug–In Hybrid) la batería es de mayor capacidad y trabaja con mayor tensión. Por eso, además de cargarse en deceleraciones y frenadas, has de enchufarlo para completar la carga. Todo esto se traduce en cosas buenas y cosas no tan buenas:
Ventajas de los PHEV
- Etiqueta Cero de la DGT. No son eléctricos pero pueden moverse bastantes km sin gastar una sola gota de combustible. Si son más de 40 km, ya obtienen la preciada etiqueta azul. Esto da ventajas a la hora de moverte por una ciudad, como aparcamiento gratuito o acceso a determinadas zonas. Ojo en España, que a la hora de definir las zonas de bajas emisiones mandan los ayuntamientos y cada uno hace lo que le viene en gana.
- Agrado de conducción: Cuando te mueves en eléctrico no hay ruidos y el par que entrega el motor es el máximo desde 0 rpm. Cuando salta el motor de combustión el agrado no es tanto… y sabemos que a los petrol head les encanta el traqueteo de los cilindros de buena mañana.
- Menos impuestos: Exentos del impuesto de matriculación y pagan un 75% del impuesto de circulación. Ojo, que aquí hay políticos por medio y esto puede que cambie en cualquier momento.
- Economía de uso: La electricidad en el domicilio es más barata. Puedes recorrer muchos km cotidianos a coste irrisorio. Y sí, hay muchos puntos de recarga gratuitos. Y moviéndote en eléctrico reduces el desgaste asociado a los motores de combustión mientras funcionan en modo eléctrico. Además, tecnologías asociadas a los coches híbridos como los frenos regenerativos ayudan a reducir el desgaste de los frenos convencionales.
- Sin angustias de autonomía: Como tienes un depósito de combustible, cuando se agota la batería, puedes seguir tu camino. Aquí también has de tener en cuenta que en muchas ocasiones el depósito es menor que otras versiones de la gama.
Contras de los PHEV
- Precio: Son más caros que un vehículo convencional. Una batería mayor, el cargador embarcado, no prescinden de motor de combustión… Eso hay que pagarlo. Ejemplo: Por un C-HR 200H Advance piden 36.500 €. Si quieres el híbrido enchufable con ese acabado, son 44.250 € (actualización, bajó a 42.500 € en el momento de publicar el artículo). Son 7.750 euros de diferencia. Además, al coste del vehículo hay que sumar el precio de un punto de recarga en casa, que es imprescindible en estos vehículos
- Peso: A mayor autonomía eléctrica, más peso de las baterías. Eso castiga componentes, como neumáticos y amortiguadores. También cuesta más hacer coches de carácter deportivo. Me quejaba de eso en la prueba del Cupra León eHybrid… aunque es cierto que hay coches híbridos enchufables con prestaciones de escándalo. Ahí está, por ejemplo, el BMW XM que combina un V8 gasolina con un motor eléctrico, con hasta 748 CV de potencia en la versión Label Red. O el Ferrari SF90 Stradale, con V8 turbo más tres motores eléctricos que producen en 1000 CV, y una batería que le permite recorrer hasta 25 km en modo eléctrico, que se me olvidaba.
- Maletero: Como habitualmente emplean plataformas de otros vehículos, el espacio de carga se ve reducido. En el caso del C-HR son 54 litros, apenas 310. Eso no ocurre en coches cuyas bases técnicas se han pensado desde cero para este sistema de propulsión, como el Mazda CX-60.
- No olvidas la gasolinera: Se mueven en eléctrico, pero vez en cuando hay que parar a echar combustible. Las autonomías de los coches híbridos enchufables son cada vez mayores y puede que las visites muy poco, solamente en viajes largos.
- Consumo en viajes largos: Cuando toca hacer muchos km las baterías suponen un lastre y gastan más que un coche de combustión convencional o híbrido sin enchufe. Pequeño inciso, los coches con motor diésel son mejores en vehículos con mucho peso, pero solamente Mercedes apuesta por enchufables híbridos diésel, como vimos en la prueba del GLC Coupé 300 de.
Cómo funciona un PHEV
Sabiendo más o menos ya qué es y sus pros y contras (ahí tienes los comentarios para contarnos más), vamos a ver cómo funcionan los híbridos enchufables. Vamos a dividirlos entre tres tipos:
PHEV a partir de coche de combustión
La vía más convencional es añadir un motor eléctrico y una batería a un coche de combustión tradicional. Hay docenas en el mercado y han pasado muchos por nuestra sección de pruebas, con diferentes siluetas, como el Peugeot 308 SW si hablamos de familiares, el Volkswagen Multivan T7 entre los monovolúmenes o el Mercedes GLC Coupé entre los SUV.
¿Qué tienen en común todos esos vehículos? Pues que son de un tamaño considerable. En el segmento B no encontrarás coches con esta tecnología. Estuvo el Renault Captur PHEV, pero contar con dos motores de diferente naturaleza es caro y no creemos que vuelvan al mercado. Para los coches pequeños en que los viajes serán esporádicos, lo 100 % eléctrico es una solución más simple y económica.
Cuentan con diferentes sistemas de gestión de energía, pero normalmente el sistema prioriza el motor eléctrico, que puede funcionar de manera independiente. Cuando la energía de las baterías se acaba, el motor secundario de combustión mueve al coche.
Los distintos motores no solamente trabajan de manera autónoma, también funcionan de modo combinado, como un vehículo híbrido convencional. Cuenta con un depósito de combustible, generalmente gasolina, y las baterías se cargan enchufándolas en un punto de recarga, aunque en algunos modelos puede hacerse empleando el motor de combustión, que no es muy recomendable.
PHEV a partir de un hibrido. Toyota C-HR Plug-In Hydrid
Toyota ha vendido decenas de millones de híbridos en su historia, que destacan en el mercado por su fiabilidad, bajos consumos y emisiones. Era relativamente sencillo avanzar en la electrificación. Lo hicieron primero con el Prius Plug-In, un coche extraordinariamente eficiente, allá por 2020 y luego con el Toyota RAV4, que conservó sus capacidades 4×4 y bajo consumo a pesar del sistema híbrido.
Con el C-HR Plug-In Hybrid han llevado un paso más allá a la quinta generación de su sistema híbrido, que probamos ya en el Corolla y en este mismo modelo. Esta versión se denomina 220 PH. Combina el motor de combustión del 200H, un bloque de gasolina de cuatro cilindros, 2.0 litros y 152 CV con uno eléctrico de mayor potencia (163 CV en lugar de 111). La potencia total del sistema es de 223 CV, son 26 CV más que el híbrido convencional.
El tercer elemento que crece es la batería. En lugar de 0,91 kWh tiene 13,8 kWh de capacidad. Con ella homologa 66 km de autonomía. ¿Cosas poco habituales? Tiene climatización por bomba de calor para ser más eficiente al calentar el habitáculo y que ayuda también a refrigerar la batería para que dure más.
PHEV a partir de un eléctrico. Mazda MX-30 R-EV
Mazda volvió de nuevo a sorprender con su apuesta mecánica. Lo “venden” como híbrido enchufable, para que la gente entienda mejor, pero en realidad estamos ante un eléctrico de autonomía extendida. Con un motor rotativo, que lo liga con los Mazda RX7 y RX8 y por supuesto, con el mítico 787B que ganó en Le Mans en su primer intento en 1991.
Así pues tenemos un motor eléctrico de 170 CV y 260 Nm bajo el capó que es siempre el encargado de mover las ruedas delanteras. La electricidad viene de una batería de 17,8 kWh de capacidad con el que homologa 85 km de autonomía. El motor rotativo del que hablábamos tiene 830 cc y 75 CV y su misión es quemar gasolina para generar electricidad.
Muchos indican que es una solución peculiar y lo es… por usar un motor rotativo. Porque ya han existido híbridos en serie (o eléctricos de autonomía extendida) con motores más convencionales. Uno de ellos, el BMW i3 REX, con un pequeño motor de la scooter BMW C 650 GT, de 650 cc 34 CV que actuaba como generador. Y antes estuvo el Chevrolet Volt (con V), gemelo del Opel Ampera de primera generación. Este sistema es el que emplea también (sin ser enchufable) el Nissan Qashqai y Nissan X-Trail con tecnología e-power.
Puede parecer una idea novedosa pero era la que empleaba en 1900 el Lohner-Porsche Semper Vivus, en el que un motor de combustión accionaba un generador para suministrar energía eléctrica a los motores situados en el cubo de las ruedas. No llegó a fabricarse porque el coche pesaba mucho para su potencia y no había infraestructura de recarga. ¿Te suena de algo?
El Semper Vivus creado por un joven Ferdinand Porsche es considerado por muchos el primer híbrido de la historia. Pero el primer transporte terrestre fue un tranvía que W.H. Patton desarrolló en 1890 combinando un motor de gas y otro eléctrico… y hubo intentos de llevarlo a un automóvil en 1896, a cargo de los británicos H. J. Dowsing y L. Epstein que patentaron diversas ideas al respecto. Pero los primeros híbridos en serie… llegaron de España.
Después de quedarse fascinado con la exposición Universal de Paris en 1889, el militar Emilio de la Cuadra vendió su central eléctrica en Lleida y montó en Barcelona la Compañía General Española de Coches Automóviles E. de la Cuadra Sociedad en Comandita, junto a un ingeniero suizo especialista en acumuladores eléctricos. En 1899 trabajaban en cuatro modelos eléctricos: un coche biplaza, una camioneta, un camión y un autobús. Opcionalmente podían llevar un pequeño motor de gasolina como generador. No funcionaron bien, de hecho la presentación fue un desastre… pero esa pequeña empresa fue el germen de Hispano Suiza.
Cuándo elegir un coche híbrido enchufable
Lo decíamos al principio: híbridos enchufables son la respuesta perfecta si buscas electrificación y tienes sudores fríos con la escasez autonomía. Agradables de usar en modo eléctrico, con autonomías que ya evitan muchas visitas a la estación de servicio.
Tras conducir dos modelos una semana para realizar este artículo, si buscas eficiencia, sobre todo con la batería descargada, elige el Toyota. El Mazda me ha gustado más por su tacto de conducción (se nota que su punto de partida es un coche eléctrico) y un interior más agradable.
A la hora de decantarte por un coche híbrido enchufable, has de hacerte tres preguntas
- ¿Cuánto conduces al día?: Cuando la disyuntiva era diésel o gasolina hablábamos de km al año. Con la electricidad cambia porque no es lo mismo hacer un viaje largo al mes de 1000 km que 50 km de lunes a viernes (siendo los mismos km anuales) . Si al día recorres más o menos la distancia de las autonomías anunciadas, un PHEV puede ser el coche que buscas.
- ¿Cómo son tus desplazamientos?: Si solamente te mueves en ciudad, igual lo mejor es un 100 % eléctrico. Si de vez en cuando haces viajes largos y solamente quieres un coche, eliges un PHEV.
- ¿Tienes dónde enchufarlo?: En tu casa o en tu trabajo. Es la clave para que estos coches interesen. Si es así, apuesta por un PHEV.
Es aquí donde quiero hacer una reflexión. Se ha denunciado mucho que los híbridos enchufables gastan y contaminan más que lo prometido por parte de muchas asociaciones. Tienen razón:
- Por un lado porque los datos de homologación oficiales son absurdos. Tanto, que he decidido no mencionarlos nunca.
- Por otro, la culpa no es de la tecnología sino de los conductores que no los enchufan por desidia.
También hay que indicar que los modelos han cambiado mucho en los últimos tiempos: ofrecen cargas rápidas, mayores autonomías (superiores a los 100 km en muchos casos) y potencias eléctricas interesantes, animan más a usarlos en modo eléctrico.
¿Son caros? Sí. Te doy unos precios sin descuentos de ningún tipo: El MX-30 38.050 € y Toyota 44.250 €. El Mazda es de los más económicos, pues solamente el MG HS o el Kia Xceed PHEV son más baratos y también más prácticos. Y estamos esperando conocer a fondo al BYD Seal U DM-i, un híbrido enchufable a precio rompedor con gran autonomía eléctrica y la batería de tipo LFP.
Ojo, hay ayudas a la compra, en este momento de hasta 5.000 euros con achatarramiento y deducir el 15 % del valor de adquisición… que dan que pensar si respondes afirmativamente a esas preguntas que hacíamos. Y claro, los descuentos que puedes encontrar en coches.com, tanto de coches nuevos como de KM0.